El d¨ªa que Suecia dijo no al euro
Superada su propia crisis financiera, el pa¨ªs recela de incorporarse a la uni¨®n bancaria
En Suecia, apenas el 10% de la poblaci¨®n, hoy por hoy, quiere unirse al euro, lejos del 41,8% que respald¨® la adhesi¨®n en el refer¨¦ndum celebrado en 2003. Entre los intelectuales y responsables pol¨ªticos y econ¨®micos, de todos los espectros ideol¨®gicos, el apoyo se dispara, pero, en el fondo, la mayor¨ªa se alegra de vivir desde la distancia la crisis de deuda que asuela la eurozona.
¡°En el refer¨¦ndum apoy¨¦ la medida, pero hoy creo que fue una sabia decisi¨®n del pueblo sueco no entrar en el euro¡±, admite John Hassler, profesor de macroeconom¨ªa del Instituto de Estudios Econ¨®micos Internacionales de la Universidad de Estocolmo, en un encuentro con un grupo de periodistas durante un viaje organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores sueco, en el que ha participado EL PA?S. ¡°Yo vot¨¦ a favor, pero ahora me resulta dif¨ªcil encontrar razones para que nadie quiera unirse¡±, reconoce Ola Petters?n, economista jefe del principal sindicato del pa¨ªs, LO. ¡°Acabamos de presentar los nuevos billetes que entrar¨¢n en circulaci¨®n en 2015. Por ahora no hay planes de unirse al euro¡±, sentencia Per Jansson, uno de los tres subgobernadores del banco central de Suecia, el Riksbank, en otra reuni¨®n.
La econom¨ªa sueca no ha sido ajena a la crisis. En 2009 el PIB registr¨® una ca¨ªda del 5%, pero la fortaleza de las exportaciones y unas saneadas finanzas p¨²blicas le permitieron dejar atr¨¢s con rapidez los n¨²meros rojos y alcanzar un crecimiento del 5,9% al a?o siguiente. La mitad del PIB de Suecia depende de las exportaciones y, de ellas, el 40% tienen como destino la zona euro y el 70%, al conjunto de la Uni¨®n Europea.
Las cosas pod¨ªan haber ido a¨²n mejor. Bo Lundgren, director general de la Oficina Nacional de la Deuda y antiguo ministro de Finanzas, sostiene que el PIB habr¨ªa crecido un 3% adicional de haberse unido al euro. No todos los an¨¢lisis son tan optimistas. Jens Henriksson, presidente de Nasdaq OMX Stockholm, cree que apenas se ha dejado de ganar un 0,8% del PIB. Entre los empresarios, aquellos sectores m¨¢s abiertos al comercio exterior son los m¨¢s entusiastas con la incorporaci¨®n al euro. Pero el propio economista jefe de la patronal, Stefan F?lster, admite que las compa?¨ªas suecas no han sufrido mucho estando fuera del euro ¡°porque el tipo de cambio de la corona es bastante estable¡±. En su opini¨®n, ¡°si la eurozona mejora gracias a las reformas, puede que entonces la opini¨®n para entrar en el euro cambie. Ese es mi principal escenario¡±, apunta F?lster.
Solo el 10% de la poblaci¨®n apoya sumarse a la moneda ¨²nica
El debate de la entrada del euro ha desaparecido de la calle, pero no de los despachos. ¡°Sigo pensando que Suecia deber¨ªa unirse al euro¡±, sostiene Lundgren, siempre que la moneda ¨²nica sobreviva a la actual crisis. ¡°Si quieres que el euro sobreviva lo que necesitamos es m¨¢s uni¨®n y m¨¢s Europa¡±, concluye. Sin embargo, el Gobierno cuestiona los t¨¦rminos en que se est¨¢n produciendo los avances en la integraci¨®n europea y mantiene una posici¨®n combativa frente a la uni¨®n bancaria.
¡°Creo que la uni¨®n bancaria es necesaria para seguir adelante con el euro¡±, subraya el subgobernador Jansson. ¡°Pero nadie se une a un club en el que te dicen que no tendr¨¢s ning¨²n derecho ni capacidad de decidir¡±, remata. La uni¨®n bancaria dejar¨ªa a los bancos suecos bajo la supervisi¨®n del Banco Central Europeo (BCE), un organismo del que Suecia no forma parte porque no pertenece al euro. Para el profesor Hassler, la uni¨®n bancaria puede resultar un buen sustituto temporal de la uni¨®n fiscal, pero son necesarios m¨¢s cambios. ¡°La quiebra tiene que ser una posibilidad en la eurozona¡±.
No son las ¨²nicas reticencias que tienen las autoridades suecas. ¡°Soy un banquero central y no me puedo sentir c¨®modo con lo que est¨¢ haciendo el BCE, que en el fondo tiene mucho que ver con monetizar la deuda¡±, subraya Per Jansson, m¨¢s cercano en este punto a las posiciones del Bundesbank alem¨¢n.
La estabilidad de la? divisa ha impulsado las exportaciones?
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