Lecheros en pie de guerra
Los ganaderos exigen medidas para que los precios cubran los costes de producci¨®n
Miles de ganaderos de leche en Galicia protagonizaron la pasada semana una huelga de entregas de leche a las industrias en demanda de salidas para la viabilidad del sector. A la vez, los productores de otros pa¨ªses comunitarios se manifestaban en Bruselas reclamando mejores precios.
Las protestas de los ganaderos de leche en Espa?a y en el marco comunitario vienen de lejos por tratarse de un sector minifundista y muy disperso, ser un producto perecedero y disponer de una escasa capacidad negociadora frente al poder de las industrias para fijar precios y otras condiciones de compra.
Hoy, a los problemas hist¨®ricos no resueltos se han sumado otros que van de la producci¨®n a las industrias y, como nuevo elemento, el papel de la gran distribuci¨®n en la formaci¨®n de los precios, con la leche como producto de oferta, sin que se hayan dado respuestas desde la Administraci¨®n espa?ola o comunitaria.
El sector de la leche, como otras producciones ganaderas, se enfrenta actualmente, en primer lugar, a una subida media de los precios de los piensos del 40% durante los ¨²ltimos 12 meses. Ello ha supuesto que el coste medio para la producci¨®n de un litro de leche haya pasado de menos de 0,30 euros a entre 0,34 y 0,37 euros por litro. Frente a este incremento en los costes de producci¨®n, los precios percibidos se han mantenido en los ¨²ltimos meses en una l¨ªnea de estabilidad o a la baja, aunque con grandes variaciones en cada zona en funci¨®n de la oferta. En Galicia est¨¢n los precios m¨¢s bajos (inferiores a los 0,27 euros por litro), mientras que en Andaluc¨ªa se superaron los 0,35 euros y la media nacional es de 0,31 euros.
Futuro con interrogantes
?Tiene futuro el sector espa?ol de leche de vaca? S¨ª, pero depende. Rom¨¢n Santalla, ganadero y responsable del sector en UPA, quiere pensar que la leche tiene porvenir para justificar las elevadas inversiones que ha puesto en marcha en su explotaci¨®n. Sin embargo, cree que es inviable si no se logra un pacto estatal con la distribuci¨®n y las industrias para que los precios finales recojan los costes. Asegura que hay una estrategia de industrias y distribuidores alemanes y franceses para quedarse con el mercado.
Pedro Astals, consejero delegado de Central Lechera Asturiana, opina que no hay porvenir mientras la gran distribuci¨®n siga imponiendo ¡°precios de ruina¡± a las industrias.Para Tom¨¢s Pascual hay futuro si hay explotaciones e industrias competitivas y la distribuci¨®n da valor a la leche. S¨ª, siempre que los ganaderos no reciban un precio que compense sus costes de producci¨®n, apostilla Franciso Rodr¨ªguez, presidente de la asturiana ILAS (Reny Picot).
Desde el inicio del oto?o, por la reducci¨®n de la oferta, se ha producido un ligero aumento de los precios. En este escenario, la falta de leche por parte de algunas industrias se ha cubierto con leches importadas a precios muy superiores de excedentes de las industrias, fundamentalmente francesas. Para los ganaderos, los industriales, con la francesa Lactalis (Lauki-Puleva) l¨ªder en el sector espa?ol como protagonista, habr¨ªan preferido pagar esa parte de leche a precios altos, antes que elevar los precios en Espa?a y alentar la producci¨®n nacional.
El primer efecto directo de esta situaci¨®n ha sido la falta de rentabilidad de las explotaciones, provocando cierres o reducci¨®n de animales en las granjas. Frente a las 60.000 explotaciones de hace una d¨¦cada, hoy solo ascienden a 20.000; los animales han pasado en el mismo periodo de 1.200.000 a unos 840.000. Adem¨¢s, mientras la reposici¨®n media mensual estaba entre 16.000 y 17.000 animales, en los ¨²ltimos meses esas bajas se estiman en unas 23.000. Las vacas m¨¢s viejas o con una producci¨®n inferior a los 20 litros/d¨ªa no son rentables y se eliminan.
La crisis ha provocado igualmente un cambio hacia una alimentaci¨®n m¨¢s barata, con menos componente de soja y eso ha supuesto a su vez unos menores rendimientos por cabeza.
Frente a este escenario, en los ¨²ltimos meses se han adoptado varias medidas a la iniciativa de la Administraci¨®n. Desde el pasado mes de octubre son obligatorios en Espa?a los contratos entre ganaderos e industrias o primeros compradores, donde debe figurar el precio o unos ¨ªndices para determinarlo. Hasta entonces el contrato era voluntario, lo que hab¨ªa tenido un efecto positivo para unos 7.000 ganaderos. Sin embargo, el contrato obligatorio no ha tenido el mismo impacto. A falta de organizaciones profesionales para una negociaci¨®n colectiva, los ganaderos individualmente no han podido defender sus precios y denuncian la posici¨®n de poder de las empresas imponiendo precios m¨¢s bajos. Las organizaciones agrarias han reclamado, sin ¨¦xito, la figura de un mediador para que impulsara un equilibrio en la negociaci¨®n.
A iniciativa propia, el ministro Arias Ca?ete logr¨® que la gran distribuci¨®n (a trav¨¦s de sus tres organizaciones: Anged, Asedas y Aces), las industrias y la organizaci¨®n agraria Asaja suscribieran un protocolo por el que la gran distribuci¨®n se compromet¨ªa, entre otras cosas, a no utilizar la leche como producto reclamo tirando los precios, a no vender a p¨¦rdidas y a dar mayor valor e imagen al producto. Ha sido un fracaso total. La gran distribuci¨®n ha seguido utilizando la leche como reclamo en la cesta de la compra, de hecho, ofrece leche m¨¢s barata que el agua, algo que al final se refleja en los precios pagados al ganadero como final de la cadena, mucho m¨¢s bajos.
Como medida coyuntural, una especie de paga de Navidad, Agricultura se sac¨® de la chistera, con las elecciones gallegas a la vista, el abono a todas las explotaciones en 2012 y 2013 de 700 o 1.220 euros, seg¨²n tipo de granja bas¨¢ndose en los fondos de la reserva que dispone el Ministerio de los pagos de la PAC. A¨²n no se pag¨® la de 2012.
No han funcionado las medidas y el sector se halla en ca¨ªda libre a pesar de haber hecho un gran esfuerzo de ajuste y modernizaci¨®n. Hoy, los precios de la leche en la cadena alimentaria se fijan de arriba hacia abajo.
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