Las dudas de Berl¨ªn y Londres imponen retrasos en la uni¨®n bancaria europea

La uni¨®n bancaria no va a acabar de un plumazo con la crisis del euro, pero es un formidable salto adelante en la construcci¨®n europea, quiz¨¢ la viga maestra que hac¨ªa falta para retocar el edificio europeo. La Uni¨®n Europea firm¨® en la cumbre de junio un acuerdo para avanzar por la v¨ªa del federalismo bancario, a la vista de que el incipiente federalismo fiscal no basta, de que el federalismo pol¨ªtico est¨¢ pr¨¢cticamente desaparecido, de que el euro, as¨ª, no sirve de impulso hacia ninguna parte. A la hora de la verdad, sin embargo, la uni¨®n bancaria se va empeque?eciendo a medida que se conocen detalles sobre las diferencias en el seno de la UE: las dudas de Berl¨ªn y Londres, entre otras capitales, impidieron este martes un pacto en la reuni¨®n de ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la UE, el Ecofin. La falta de acuerdo sobre algunos de los pilares b¨¢sicos de la uni¨®n bancaria (el calendario, el supervisor com¨²n que est¨¢ destinado a ser el Banco Central Europeo) generan sospechas sobre la viabilidad de ese proyecto.

La fecha l¨ªmite para tener lista la estructura del supervisor bancario com¨²n, el primer paso importante hacia la uni¨®n bancaria, deber¨ªa ser finales de 2012. Pero los choques entre los ministros de Finanzas fueron este martes la t¨®nica, como lo han sido desde que Alemania, Finlandia y Holanda dinamitaran en septiembre el esp¨ªritu del acuerdo de junio. Cuesta saber en qu¨¦ est¨¢n cerca las posturas con respecto al papel del BCE como supervisor ¨²nico: Alemania, Reino Unido, Suecia y Polonia, al menos, manifestaron este martes su desacuerdo respecto a puntos fundamentales, hasta el punto de que habr¨¢ una nueva reuni¨®n del Ecofin la semana pr¨®xima, previa a la cumbre de Jefes de Estado.

Alemania no quiere que el BCE meta las narices en sus bancos regionales, repletos de basura t¨®xica, y apuesta por un calendario menos ambicioso. Londres y su poderosa City lidera a un grupo de pa¨ªses que no comparten el euro (y por tanto no se sientan en el consejo del BCE), y que muestran su preocupaci¨®n sobre la toma de decisiones del supervisor. Francia lidera otro bloque, con Espa?a e Italia, que alerta del peligro de retrasar el acuerdo, con la vista puesta, en ¨²ltima instancia, en una posible recapitalizaci¨®n directa de los bancos por parte del fondo de rescate europeo muy favorable a Espa?a. La canciller Angela Merkel explic¨® hace unas semanas que eso se producir¨¢, literalmente, por encima de su cad¨¢ver.