Pocos bancos y gigantescos
Ayuda de 215.000 millones: ?Gana el demag¨®gico lema de que el pobre subvenciona al rico?
Las ayudas p¨²blicas a la banca espa?ola desde el inicio de la crisis ascienden a la m¨®dica cifra de 215.691 millones de euros, un 21% del producto interior bruto (PIB), entre inyecci¨®n de capital, compra de activos, pr¨¦stamos, y avales directos o v¨ªa protecci¨®n de activos. ?Qui¨¦n paga esa factura? Este es el primer problema de la actual reconversi¨®n bancaria.
Gran parte de las ayudas se convertir¨¢ en coste. Del total, los 48.500 millones procedentes del rescate europeo costar¨¢n desde el principio, pues devienen deuda, y sus intereses anuales, d¨¦ficit, ya que el Mecanismo Europeo de Estabilidad a¨²n no rescata directamente a bancos. Pero el peaje, el tipo de inter¨¦s, se reduce del 3% previsto a menos del 1%, brava gesti¨®n en esto de Luis de Guindos. De las ayudas a futuro, lo que se recupere depender¨¢ de si se gestiona bien o mal el banco malo. Por ahora es un frankenstein de banca privada, obligada a contribuir, y diktat gubernamental; ah¨ªto de conflictos de inter¨¦s (vender¨¢ pisos que aquella le traspas¨®) y con capitana p¨²blica desde antes de su bautizo solemne. No es obligatorio creer a Guindos cuando asegura que la operaci¨®n costar¨¢ cero al contribuyente y brindar¨¢ a los bancos del Sareb r¨¦ditos anuales del ?15%! Ese pastiche p¨²blico / privado a pocos satisface.
Los contribuyentes son los paganos / acreedores de la operaci¨®n. Parte la pagan con sus impuestos. El resto, con su aval, porque es el Estado y no el Mecanismo quien responde. Y el todo, porque afrontan su coste de oportunidad: esos recursos podr¨ªan dedicarse a otros objetivos.
Los contribuyentes son los paganos / acreedores de la operaci¨®n
De modo que los ciudadanos merecen una explicaci¨®n a la altura del dinero que ponen. Salvar a los bancos (no a los banqueros) conviene para evitar p¨¢nicos financieros, la crisis del sistema de pagos (que circula por v¨ªa bancaria), la de creaci¨®n de dinero (los bancos lo crean al conceder cr¨¦ditos) y la financiaci¨®n de la econom¨ªa real. Pero la factura es tan desmesurada que deben correr parejas la transparencia en cada paso; la garant¨ªa de que no se produzcan favoritismos ni distorsiones a la competencia; y la expectativa razonable de que el Tesoro recuperar¨¢ el grueso de ayudas y pr¨¦stamos al final de la operaci¨®n. ?C¨®mo? Ojal¨¢ mediante el compromiso formal de los bancos salvados, los s¨®lidos y los mediopensionsitas de devolver los apoyos, aunque sea en c¨®modos plazos mediante, por ejemplo, el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos. Si no, ganan los demagogos: es el pobre quien subvenciona al rico.
La segunda cuesti¨®n es si resulta m¨¢s barato liquidar bancos en crisis o integrarlos mediante absorci¨®n en otros sanos. El salvamento a trav¨¦s de estos parece ¨®ptimo, pero depende de las cifras. Una entidad s¨®lida puede, con gesti¨®n paciente, transmutar cr¨¦ditos dudosos en ciertos, y morosos en puntuales; puede vender con tiempo y a precio razonable activos mediocres y no liquidarlos a derribo. ?Pero hasta el punto de justificar el nivel de ayudas otorgadas al BBVA por Unnim, al Sabadell por la CAM y a CaixaBank por Banco de Valencia (BV)? Este ¨²ltimo y m¨¢s reciente caso merece desarrollos. Se supon¨ªa que el BV se iba a liquidar. Pero recibe una inyecci¨®n de 5.500 millones para integrarse, algunos m¨¢s que los 3.462 millones necesarios para reflotarlo seg¨²n Oliver Wyman: el resto beneficiar¨¢ largamente al comprador. Dicen el Banco de Espa?a y Bruselas que ese dinero supone m¨¢s / menos la mitad del que requerir¨ªa una liquidaci¨®n ordenada. Seamos cr¨¦dulos. Pero, ?les importar¨ªa, queridos supervisores, detallar la comparaci¨®n, c¨¦ntimo a c¨¦ntimo?
Tercero, y crucial. ?Cu¨¢l ser¨¢ el escenario al final de la merienda? No cerramos nada porque ser¨ªa caro. Solo salvamos a Bankia como entidad independiente porque es ¡°sist¨¦mica¡± y capaz de hacer peligrar al sistema, cuando el car¨¢cter sist¨¦mico no lo da el tama?o, pues crisis menores lo han volteado... Alemania se queda con unas 600 entidades financieras. Espa?a tendr¨¢ una decena, a lo sumo. El oligopolio es carcoma de la competencia. Y el excesivo poder roe la divisi¨®n de poderes. ?S¨ª? Veamos. ?Cu¨¢l ser¨ªa el peso / influencia de los tres primeros bancos? Medido en medida tosca (activos ponderados por riesgo, 2011, seg¨²n las pruebas de estr¨¦s de la EBA), en Espa?a supondr¨ªan el 106% del PIB. A larga distancia del 80% en Francia. El futuro parece, pues, este. Pocos bancos: asfixiantes. Y gigantescos, supersist¨¦micos: ergo rescatables. Un escalofr¨ªo.
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