Un nuevo pacto social europeo
Durante la mayor parte del siglo XXI India ser¨¢ la econom¨ªa m¨¢s grande en t¨¦rminos de poblaci¨®n, China en cuanto a la producci¨®n y EE UU el pa¨ªs m¨¢s rico entre las principales econom¨ªas en t¨¦rminos de renta per c¨¢pita. As¨ª se describen las principales tendencias en la actual centuria en el libro Una nueva ¨¦poca. Los grandes retos del siglo XXI, de los economistas Emilio Ontiveros y Mauro F. Guill¨¦n (Galaxia Gutenberg), un an¨¢lisis de prospectiva que supera el ¨¢mbito especializado de la econom¨ªa.
En este mapa no aparece Europa, la vieja Europa. Por primera vez en la historia, varios pa¨ªses han invertido sus pir¨¢mides de edad, teniendo m¨¢s personas mayores de 60 a?os que menores de 20, m¨¢s gente vive en las ciudades que en el campo y m¨¢s personas padecen de obesidad que de hambre. Ello genera cambios sociales muy sustantivos, entre ellos los relacionados con el Estado de bienestar y sus programas m¨¢s importantes, la educaci¨®n, el desempleo, las pensiones y la sanidad. Los autores del libro entienden que las mayores tasas de dependencia y el envejecimiento de la poblaci¨®n ¡°har¨¢n m¨¢s dif¨ªcil mantener los beneficios en los niveles actuales¡±.
A estas dificultades se ha a?adido la profundidad de la Gran Recesi¨®n, que afecta a Europa con m¨¢s virulencia que a otras zonas del planeta. Como consecuencia de esta doble pinza (condiciones objetivas y elecci¨®n de unas determinadas pol¨ªticas econ¨®micas), el contrato que dio lugar al modelo social europeo despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, la mejor utop¨ªa factible de la humanidad, est¨¢ en cuesti¨®n. Aquel contrato impl¨ªcito entre las principales fuerzas pol¨ªticas ¡ªsocialdem¨®cratas y democristianos¡ª, proporcion¨® el periodo m¨¢s intenso de crecimiento econ¨®mico (la edad de oro del capitalismo) y la formaci¨®n de los modernos Estados de bienestar.
La vieja Europa no cuenta en el nuevo reparto del mundo m¨¢s rico
Stiglitz lo ha resumido de este modo: un pacto entre la parte alta de la sociedad y el resto, en el que los primeros se compromet¨ªan a proporcionar empleo y prosperidad, y los dem¨¢s permit¨ªan a aquella que se llevase sus beneficios. ¡°Todos vosotros os llev¨¢is una tajada, aunque nosotros nos llevaremos la m¨¢s grande¡±, dec¨ªan. Ese acuerdo t¨¢cito, que siempre hab¨ªa sido fr¨¢gil, se ha desmoronado ruidosamente: los ricos se siguen llevando la riqueza, pero no proporcionan a los dem¨¢s m¨¢s que angustia e incertidumbre. La clase media est¨¢ siendo exprimida y el sufrimiento de los de abajo se va haciendo m¨¢s palpable a medida que aumenta el paro y quedan en evidencia las deficiencias de la red de seguridad con los recortes en los programas p¨²blicos de ayuda y en los bienes p¨²blicos.
Ello da lugar a la crisis m¨¢s intensa de la corta historia de la Uni¨®n Europea (UE), con la desnaturalizaci¨®n de un proyecto que muchos han considerado una de las construcciones pol¨ªticas m¨¢s importantes del siglo XX. Las pol¨ªticas econ¨®micas que se est¨¢n aplicado son un fracaso, producen una redistribuci¨®n de la renta y de la riqueza tan regresiva que generan fuertes dosis de desafecci¨®n ciudadana, y erosionan un modelo social que ha sido la se?a de identidad m¨¢s poderosa del viejo continente frente a otras zonas del mundo m¨¢s desarrollado, y al que aspiraban todos.
Por ello urge otro pacto social europeo actualizado que tenga en cuenta las nuevas condiciones objetivas (sociedades m¨¢s viejas, presencia de millones de inmigrantes) y corrija los efectos m¨¢s injustos de las pol¨ªticas econ¨®micas adoptadas (ausencia de pleno empleo, empobrecimiento,¡) recomponiendo el consenso ciudadano.
Para ello, lo primero ser¨¢ mandar al cubo de la basura el equivocado diagn¨®stico en que se han basado esas pol¨ªticas (la crisis ha sido provocada por el descontrol presupuestario; los d¨¦ficits no son consecuencia de la gesti¨®n de aquella y de los regalos fiscales anteriores a la misma) y establecer uno m¨¢s ajustado a la realidad, que parta del infarto del sistema financiero, el crecimiento del endeudamiento privado, la recesi¨®n que provoc¨® la crisis financiera sobre la econom¨ªa real, las grandes asimetr¨ªas entre los pa¨ªses de la zona euro, la incompleta construcci¨®n de la Uni¨®n Monetaria, la carencia de una Uni¨®n Econ¨®mica y la falta de una Uni¨®n Pol¨ªtica, etc¨¦tera. El diagn¨®stico actual se sustenta en los prejuicios ideol¨®gicos de los que hoy dominan, de los que se derivan los continuos sofismas con los que nos tratan de confundir.
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