Gestionar un ¡®credit crunch¡¯
Uno de los retos a los que se enfrentan buena parte de las econom¨ªas europeas en 2013 es el del racionamiento de cr¨¦dito. El FMI ya ha advertido en varias ocasiones recientemente que la reducci¨®n del cr¨¦dito bancario puede ser especialmente dura en Europa el pr¨®ximo a?o, con una tasa media de crecimiento estimada del cr¨¦dito al sector privado en la UE del -4,5%. Estas previsiones del FMI son para un escenario en el que se dieran ¡°pol¨ªticas d¨¦biles¡± (weak policies) para impulsar el crecimiento. En este sentido, cabe cuestionarse: ?se puede gestionar el credit crunch para reducir sus efectos? ?Es la situaci¨®n de Espa?a distinta de la de otros pa¨ªses europeos?
Vivimos tiempos de ciertas obsesiones en la acci¨®n pol¨ªtico-econ¨®mica, comprensibles ante lo dram¨¢tico de la situaci¨®n. Los ¨²ltimos acontecimientos pol¨ªticos en Italia nos lo han recordado estos d¨ªas. La ofuscaci¨®n nos lleva cada d¨ªa a obcecarnos con las alternativas para la resoluci¨®n ¡ªcrucial, por otro lado¡ª del problema de la deuda soberana, pero hay que reorientar la preocupaci¨®n casi ubicua por la estabilidad del bono soberano ¡ªque, por otra parte, tiene una v¨ªa de posible soluci¨®n ya trazada, y a la que habr¨ªa que acudir cuanto antes¡ª hacia lo que m¨¢s importa: la financiaci¨®n del pa¨ªs en su conjunto. Este art¨ªculo toma como supuesto que Espa?a solicita oficialmente el apoyo de sus socios y del Banco Central Europeo (a trav¨¦s de las Outright Monetary Transactions) en las pr¨®ximas semanas o meses. Sin ese rescate, sinceramente opino que no es posible pensar en la estabilizaci¨®n de las condiciones financieras para el conjunto del pa¨ªs en 2013.
Dicho esto, y bajo el supuesto de que se solicite el rescate, para analizar hasta qu¨¦ punto puede contrarrestarse o no el racionamiento de cr¨¦dito y en qu¨¦ medida las condiciones pueden ser distintas en Espa?a, es preciso repasar varios elementos que determinan los flujos de financiaci¨®n. El primero y m¨¢s obvio son las condiciones macroecon¨®micas, y en este sentido todo apunta a un mayor deterioro en 2013 y alguna mejor¨ªa en 2014. Es evidente que Espa?a no parte con ventaja en este contexto, pero si los condicionamientos externos no cambian demasiado y la recuperaci¨®n comienza a ser palpable en 2014, en 2013 ya deber¨ªan observarse, de forma adelantada, algunos signos de recuperaci¨®n en los mercados de cr¨¦dito, al menos en segmentos tan importantes como el cr¨¦dito a pymes.
Un segundo elemento de gran relevancia es en qu¨¦ situaci¨®n se encuentra el sector bancario. Dado que buena parte de las entidades financieras espa?olas est¨¢n inmersas en un proceso de saneamiento, reestructuraci¨®n y consolidaci¨®n, podr¨ªa pensarse que eso no va a favorecer al cr¨¦dito a corto plazo. Sin embargo, estos procesos pueden ayudar a la recuperaci¨®n de la financiaci¨®n crediticia. Al fin y al cabo, recuperar el cr¨¦dito es un objetivo que ha estado en el esp¨ªritu y la redacci¨®n de casi todas las disposiciones normativas que se han aprobado en los ¨²ltimos a?os en relaci¨®n con sector bancario espa?ol (MoU incluido). La idea fundamental es que mientras que la reestructuraci¨®n ha sido fuerte y la recapitalizaci¨®n d¨¦bil ¡ªadem¨¢s de un entorno econ¨®mico desfavorable¡ª, la recuperaci¨®n del cr¨¦dito no era posible. Sin embargo, finalmente, la recapitalizaci¨®n se est¨¢ produciendo, y con ello es m¨¢s factible que el cr¨¦dito vuelva a crecer. Si bien no cabe esperar una recuperaci¨®n generalizada de la financiaci¨®n ¡ªpuesto que el desempleo y la actividad a¨²n no invitan a ello¡ª, s¨ª que es posible que poco a poco el cr¨¦dito se canalice hacia los sectores que pueden impulsar la recuperaci¨®n y, en particular, hacia las pymes.
La recapitalizaci¨®n se est¨¢ produciendo, y con ello es m¨¢s factible que el cr¨¦dito vuelva a crecer
Mientras se recomponen las condiciones econ¨®micas, lo que cabe es abogar por un apoyo a un cr¨¦dito m¨¢s selectivo, para cubrir necesidades de liquidez b¨¢sicas de empresas. En particular, para las que, siendo solventes y con una clientela y un nivel de facturaci¨®n respetable, no cuentan con financiaci¨®n para su circulante, lo que supone una asfixia que est¨¢ destruyendo buena parte de tejido empresarial potencialmente rentable en Espa?a. Y que el cr¨¦dito sea selectivo no implica que sea cuantitativamente poco significativo. Se trata de que la financiaci¨®n pueda llegar all¨ª donde existe solvencia, y esta situaci¨®n puede abarcar a un n¨²mero muy importante de empresas.
Es preciso tener en cuenta que para una entidad financiera, prestar dinero es su principal forma de generar negocio y, por tanto, si no presta no es porque no quiera. Ahora bien, la conjunci¨®n de la recapitalizaci¨®n con la orientaci¨®n perceptible en el sector de que es preciso poner m¨¢s ¨¦nfasis en el cr¨¦dito a empresas puede poco a poco propiciar esa necesaria canalizaci¨®n de recursos. Si comparamos la situaci¨®n del sector bancario espa?ol con la del resto de Europa, Espa?a ya ha adelantado un proceso de reestructuraci¨®n que a¨²n est¨¢ pendiente en la mayor parte de los sistemas financieros de su entorno y, adem¨¢s, con las distintas reformas financieras recientes se han adelantado parte de los criterios de solvencia que Basilea III va a imponer.
El tercer aspecto se refiere a qu¨¦ puede hacerse desde las instituciones p¨²blicas para impulsar esa necesaria canalizaci¨®n del cr¨¦dito a empresas solventes. Y, sobre todo, c¨®mo pueden establecerse mecanismos de cooperaci¨®n p¨²blica y privada. Instituciones como el ICO podr¨ªan redoblar sus esfuerzos para establecer un sistema de garant¨ªas para aquellos intermediarios financieros ¡ªbancarios y no bancarios¡ª que, por ejemplo, presten a pymes cuyo inventario, facturas y pedidos avalen su solvencia, m¨¢s all¨¢ de los r¨ªgidos mecanismos de screening tradicional que cercenan de forma homog¨¦nea y sin distinci¨®n las l¨ªneas de cr¨¦dito de muchas.
Hay que salvaguardar la financiaci¨®n de los sectores cr¨ªticos de la econom¨ªa y de las pymes
Se trata adem¨¢s de un reto para el sector. Si prestar a pymes es, como no puede ser de otro modo, buena parte del futuro de la industria bancaria espa?ola, una mayor habilidad para identificar la solvencia empresarial a trav¨¦s de nuevos sistemas de evaluaci¨®n puede ser el mejor punto de partida para redefinir algo en lo que las entidades bancarias espa?olas han tenido ya ¨¦xito en el pasado: una banca basada en las relaciones. En Estados Unidos existe una mayor variedad de formas de pr¨¦stamo a empresas que, con el tiempo, se ha considerado desde instancias oficiales como vital para la supervivencia de buena parte de ellas. Est¨¢ demostrado que, incluso en ¨¦pocas de crisis, un porcentaje muy importante de pymes puede enfrentarse a un cr¨¦dito m¨¢s caro, pero no a una restricci¨®n crediticia. Por todo ello, no es de extra?ar que sean cada vez m¨¢s las entidades espa?olas que est¨¢n haciendo crecer sus divisiones de financiaci¨®n de empresas, y en paralelo tambi¨¦n existe un creciente inter¨¦s de otros intermediarios financieros en este punto. Como la nueva banca relacional tendr¨ªa que nacer en un contexto de evidentes dificultades, las garant¨ªas oficiales se?aladas pueden ser determinantes. Asimismo, es preciso tener en cuenta que el sector bancario est¨¢ aumentando de forma muy importante su concentraci¨®n en estos a?os de reestructuraci¨®n. Esta situaci¨®n define nuevos canales de financiaci¨®n en Espa?a a trav¨¦s de los llamados ¡°circuitos internos de capitales¡±. En particular, aunque las decisiones de los grupos bancarios sean cada vez m¨¢s centralizadas, sus redes deben heredar la habilidad y cercan¨ªa local y regional de la que ha hecho gala el sector bancario espa?ol en las ¨²ltimas d¨¦cadas, para una ¨®ptima redistribuci¨®n de los recursos.
En definitiva, y aunque buena parte de la iniciativa corresponde a la propia industria financiera, el cr¨¦dito debe traerse al frente de la agenda pol¨ªtica en la medida en que puedan establecerse incentivos, garant¨ªas y programas de apoyo p¨²blico para incentivar que las empresas solventes no se enfrenten al abismo del credit crunch. Esto no significa que haya cr¨¦dito para todos, porque adem¨¢s de los riesgos evidentes de la propia debilidad econ¨®mica habr¨¢ que ver el efecto en la industria financiera de un crecimiento de la morosidad hipotecaria, el efecto de los desahucios y otros aspectos muy relevantes. Eso s¨ª, hay que salvaguardar la financiaci¨®n de los sectores cr¨ªticos de la econom¨ªa y de las empresas como las pymes, ya que estas son en buena medida las que, con un poco de aire financiero, pueden impulsar el crecimiento econ¨®mico y la recuperaci¨®n.
Santiago Carb¨® Valverde es catedr¨¢tico de Econom¨ªa y Finanzas de la Bangor Business School e investigador de Funcas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.