Cuando tiembla el pulso
La semana pasada amenaza con ser una broma para el PP comparada con la que ahora entra. Seguramente continuar¨¢n las tensiones internas relacionadas con sus presuntos casos de corrupci¨®n, pero aparecer¨¢ una cifra que las dejar¨¢ peque?as y que no es presunta sino real, al menos para una parte muy importante de la sociedad espa?ola: la del paro del ¨²ltimo trimestre de 2012, que dar¨¢ la verdadera dimensi¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica aplicada por el Gobierno de Rajoy en su primer a?o completo de vida. Si el porcentaje y el dato absoluto de desempleados (en el entorno de los seis millones de personas sin puesto de trabajo, r¨¦cord hist¨®rico absoluto) son tan dantescos como subrayan los indicadores adelantados, cabr¨¢ poca discusi¨®n. La mezcla de corrupci¨®n y paro masivo es letal para las democracias, como se ha visto en otras coyunturas hist¨®ricas.
El PSOE de Zapatero dej¨® la cifra de paro en 5,2 millones de personas, el 22,85% de la poblaci¨®n activa, seg¨²n la encuesta de poblaci¨®n activa (EPA) del ¨²ltimo trimestre de 2011, que elabora el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. En enero entr¨® a gobernar el PP y su programa electoral (¡°S¨²mate al cambio¡±) se presentaba como una ¡°respuesta al drama social sin precedentes que representa un pa¨ªs con cinco millones de parados¡±. Once meses despu¨¦s el n¨²mero de parados hab¨ªa alcanzado los 6,1 millones (m¨¢s de 800.000 m¨¢s), seg¨²n los datos publicados por Eurostat, la oficina de estad¨ªsticas de la Comisi¨®n Europea.
El indicador adelantado del mercado laboral para el mes de diciembre, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) y la patronal de grandes empresas de trabajo temporal (AGETT), proporciona una tasa de paro del 26,13%, lo que significar¨ªa superar el n¨²mero absoluto de seis millones. Seg¨²n todos los analistas, dada la intensa recesi¨®n que padece la econom¨ªa espa?ola y la contracci¨®n del cr¨¦dito y del consumo, todav¨ªa no se ha tocado fondo en la evoluci¨®n del mercado laboral. Aunque la mayor parte del ajuste en el sector privado ya se ha hecho, faltan flecos como los de Iberia y el sector financiero, ya anunciados, y el goteo permanente de las peque?as y medianas empresas que cierran por falta de circulante. Y en el sector p¨²blico, las medidas aplicadas por el Gobierno todav¨ªa no acaban de expulsar asalariados hacia el ej¨¦rcito de reserva de los parados.
La confluencia de paro masivo y corrupci¨®n es letal para la democracia
Durante estos 12 meses han sido continuas las ocasiones en las que se han podido enarbolar las promesas electorales del PP para compararlas con su acci¨®n pol¨ªtica y mostrar el intenso fraude cometido, que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha atribuido a ¡°la realidad¡±. Pero m¨¢s all¨¢ de que los instrumentos, las herramientas para conseguir los fines, hayan sido contradictorios con su ideolog¨ªa y enga?osas para los ciudadanos, lo peor es que tambi¨¦n lo son los objetivos, al menos en este primer a?o de gobierno. Repasemos los seis ejes fundamentales para los que el PP pretend¨ªa gobernar, seg¨²n ese mismo programa: 1. El crecimiento econ¨®mico y la generaci¨®n de empleo; 2. La mejora de la educaci¨®n; 3. La garant¨ªa de la sociedad del bienestar y de la protecci¨®n social; 4. La reforma y modernizaci¨®n del sector p¨²blico bajo los principios de austeridad, transparencia y eficacia; 5. La proyecci¨®n exterior de nuestro pa¨ªs, para volver a ser fiables y cre¨ªbles en el mundo; y 6. El fortalecimiento institucional y la regeneraci¨®n pol¨ªtica: necesitamos instituciones fiables, previsibles, la vuelta al respeto a la ley y a la seguridad jur¨ªdica.
A la luz de lo sucedido este a?o en materia de regeneraci¨®n democr¨¢tica (los casos de corrupci¨®n y la marginaci¨®n del Parlamento al gobernar preferentemente mediante decreto) y de crecimiento econ¨®mico y reducci¨®n del paro, solo puede producir incredulidad lo que se vendi¨® como ¡°un proyecto ilusionante en el que la generaci¨®n de empleo y de oportunidades, la equidad, la movilidad social y el compromiso con el bienestar ser¨¢n los elementos clave para poder afrontar juntos y con garant¨ªas de ¨¦xito las imprescindibles reformas que Espa?a necesita para recuperar la senda de la prosperidad¡±. Parece una burla. Solo desde este sentimiento se explican los resultados del sondeo de Metroscopia publicados ayer en EL PA?S, y que se resum¨ªan en los titulares de la informaci¨®n: ¡°Cada vez menos optimistas¡± y ¡°Seres rotos, sociedades divididas¡±.
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