¡°Es hora de volver. En Ruman¨ªa ganamos menos, pero se vive con menos¡±
La inmigrante planea volver a casa ante la ca¨ªda del mercado laboral
Si algo sabe Georgeta Prunean, de 42 a?os, es qu¨¦ es trabajar mucho. Lleg¨® a Espa?a hace once a?os y durante muchas temporadas ha trabajado siete d¨ªas a la semana, a veces d¨ªa y noche. Empleada del hogar de lunes a viernes, fregaba escaleras los s¨¢bados y cocinaba en una residencia los domingos. Y entre semana, dorm¨ªa en casa de una abuela muy mayor, para hacerle compa?¨ªa. Emigr¨® poco despu¨¦s de que lo hiciera su marido, y dej¨® en una aldea de Ruman¨ªa a sus dos hijos, al cuidado de la abuela. Ten¨ªan 10 y 12 a?os.
¡°Los primeros a?os fueron dif¨ªciles por el tema de los papeles¡±, explica, pero logr¨® un contrato a petici¨®n de la familia para la que trabajaba. A partir de ah¨ª las cosas fueron a mejor, eran tiempos de trabajo en abundancia. Y asegurado. Tantas horas como el cuerpo aguantara. Prunean y marido, alba?il, pudieron permitirse dejar de compartir piso y alquilar uno ellos solos; ya no viajaban a Ruman¨ªa en Navidad y en Verano --¡°eso es sagrado¡±-- en tres eternos d¨ªas de autob¨²s, sino en avi¨®n; pod¨ªan enviar dinero a casa sin problema; hasta les llegaban sus ingresos para ir arregl¨¢ndose la casa del pueblo que dejaron atr¨¢s.
Pero en apenas dos a?os todo se ha hundido. A ella el trabajo le ha ca¨ªdo a la mitad. Sigue haciendo de canguro y asistenta, aunque las familias espa?olas para las que trabaja tambi¨¦n son v¨ªctimas de la crisis. Pero peor est¨¢ el sector de su marido: la construcci¨®n. Apenas tiene trabajo. ¡°Y del ¨²ltimo que tuvo no cobr¨®¡±. Se acab¨® vivir ¡°razonablemente¡±. Han vuelto a compartir piso. Y a viajar a Ruman¨ªa en autob¨²s.
Prunean y su marido han podido dar una buena educaci¨®n a sus hijos y arreglarse la casa en Ruman¨ªa. Pero tambi¨¦n se han perdido once a?os de su vida. Hubo a?os en los que compens¨®, pero ya no. ¡°Es hora de volver, all¨ª tenemos casa y un huerto, hay trabajo, no tendremos que pagar alquiler y tarjetas de metro, ganaremos menos pero se vive con menos¡±, dice Prunean. Aguantar¨¢n hasta verano. Tienen deudas que saldar y son gente de palabra, pero a partir de agosto esperan vivir m¨¢s tranquilos.
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