Ni rastro de un plan de choque

Esta semana se despiden de los amigos algunos de los mejores cient¨ªficos sociales j¨®venes que tiene este pa¨ªs. Emigran ante la falta de perspectivas. Los acogen inmediatamente las universidades de Londres, York, Manchester y Sydney. Qu¨¦ fracaso-pa¨ªs. Las ¨²nicas reacciones a que Espa?a se haya convertido de nuevo en un pa¨ªs de emigrantes llegan de la canciller alemana Angela Merkel que, en Davos, record¨® que la tasa de paro juvenil en nuestro pa¨ªs es ¡°del 50% o del 60% incluso¡± y propuso ayudas transitorias (menos da una piedra) para paliarlo. Y de la Organizaci¨®n mundial del Trabajo (OIT), que en la presentaci¨®n de su ¨²ltimo informe sobre Tendencias mundiales del empleo, puso como contraejemplo a Espa?a, un pa¨ªs con una juventud cualificada pero sin oportunidades.

Seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), en el ¨²ltimo trimestre de 2012 salieron de Espa?a 125.000 j¨®venes entre 20 y 35 a?os. Es coherente con la percepci¨®n que tienen de su futuro. Seg¨²n la encuesta realizada la semana pasada por la empresa Myword para la cadena SER, un 72,1% de los ciudadanos no tiene confianza en Espa?a y un 87,4% no la tienen en el Gobierno. En cuanto a la probabilidad de encontrar trabajo en los pr¨®ximos 12 meses, un 72,3% de los sondeados lo consideran poco o nada probable.

El Ejecutivo de Rajoy solo espera a una incierta reactivaci¨®n, que tardar¨¢ mucho en crear empleo

El secretario general de CC OO, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, dijo cuando se conocieron los casi seis millones de parados (el 26,02% de la poblaci¨®n activa) que un porcentaje tan alto de desempleados no lo hab¨ªa conocido ning¨²n pa¨ªs durante la Gran Depresi¨®n ni en la Alemania previa a la llegada de Hitler. No es exactamente as¨ª (en la Rep¨²blica de Weimar se lleg¨® al 30% de paro), pero en cualquier caso contextualiza sin exageraciones la naturaleza del desastre, que se completa con otras dos cifras pavorosas: 1,8 millones de familias en las que no entra ning¨²n salario, y 1,9 millones de personas que por llevar m¨¢s de dos a?os en el paro ya no reciben el seguro de desempleo: m¨¢s del 30% de los parados queda fuera de esa red de protecci¨®n, al albur de la beneficencia, los apoyos familiares o la paga escoba de los 400 euros mensuales (durante seis meses y por una sola vez).

Lo peor de todo es la par¨¢lisis del Gobierno de Rajoy, su ausencia de reacci¨®n. Su abulia. Laissez faire, laissez passer. No hay plan de choque alguno. No hay Gobierno: s¨®lo esperar a una incierta reactivaci¨®n, de la que se reconoce que, en caso de llegar, tardar¨¢ mucho tiempo en crear empleo. Este es el verdadero factor diferencial de la econom¨ªa espa?ola. La conferencia de prensa de la ministra de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, a la salida del ¨²ltimo Consejo de Ministros, es la manifestaci¨®n de la estulticia. Con dos argumentos rigurosamente falsos: que el Gobierno dijo la verdad desde el principio en materia de desempleo ¡ªni siquiera acertaron en el cuadro macroecon¨®mico que acompa?¨® a los Presupuestos y que fue un¨¢nimemente criticado por irreal, por todos los servicios de estudio p¨²blicos y privados¡ª; y que la reforma laboral ha reducido el crecimiento del paro en 400 personas al d¨ªa.

M¨¢s del 30% de los parados queda fuera de la red de protecci¨®n, al albur de la beneficencia

Un buen estreno de la ley de Transparencia que est¨¢ en el Parlamento ser¨ªa obligar a la ministra a que publique los estudios en que se basa tal afirmaci¨®n temeraria y a que diga cuanto costaron a su departamento los textos sobre la reforma laboral que elaboraron los grandes gabinetes de abogados (discuten sobre cu¨¢l de ellos fue el autor principal), que son los ¨²nicos que la apoyan, junto a la patronal y a las empresas que los contratan para que dirijan los expedientes de regulaci¨®n de empleo.

Hasta ahora, esa reforma lo ¨²nico que ha hecho es incrementar el n¨²mero de despedidos, abaratar su salida, reducir los salarios y llenar los pasillos de los juzgados de lo social. Dice la ministra que cuando llegue la recuperaci¨®n se generar¨¢ empleo, pero en esas circunstancias ya se creaba (en Espa?a m¨¢s que en ning¨²n otro pa¨ªs europeo) sin necesidad de una reforma laboral tan desequilibrada. Ni rastro de la reducci¨®n de la dualizaci¨®n del mercado de trabajo, que fue la excusa con la que se aprob¨®, con unas condiciones exactamente contrarias a las que figuraban en el programa electoral del PP.