Navarra se tambalea sin su Caja
La absorci¨®n de Banca C¨ªvica por Caixabank causa una crisis pol¨ªtica regional y desata una cascada de denuncias por mala gesti¨®n y sobresueldos de sus m¨¢ximos responsables
Caja de Navarra, a?o 2009: 1.250 millones de valor patrimonial. Caja de Navarra (en Banca C¨ªvica), a?o 2012: 280 millones. ?Por qu¨¦ semejante p¨¦rdida? Es la pregunta m¨¢s repetida en la comunidad (643.713 habitantes, 17,15% de paro y una renta per capita de 30.068 euros), que asiste irritada a la p¨¦rdida de su entidad de ahorros ¡ªun s¨ªmbolo hist¨®rico del territorio¡ª en medio de una catarata de denuncias por gastos e inversiones cuestionables y de una inestabilidad pol¨ªtica de imprevisibles consecuencias.
¡°Es un caso de instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica. La gesti¨®n se justifica por los resultados y Caja de Navarra ha quedado bien posicionada¡±, en referencia a la actual participaci¨®n del 1,28% en Caixabank, ¡°tras haber sabido capear el temporal de la crisis y de las fusiones¡±. Lo dice Jos¨¦ Antonio Asi¨¢in, ¨²ltimo presidente de la entidad, vicepresidente en el Gobierno de Urralburu en 1984 y v¨ªctima de un intento de soborno por el que est¨¢ imputado el exdiputado del PP Santiago Cervera. Asi¨¢in, abogado habitual de Caja de Navarra (CAN) hasta ser elegido presidente, alude indirectamente a Kontuz (Cuidado), una asociaci¨®n de contribuyentes, consumidores y usuarios de Navarra que naci¨® como acusaci¨®n particular del caso Urralburu¡ªeste presidente socialista dimiti¨® tras ser condenado por corrupci¨®n¡ª y que ahora es el azote de la gesti¨®n de la caja.
Kontuz, ligado a una sensibilidad de izquierdas y abertzale, ha demandado a Miguel Sanz (presidente del Gobierno navarro entre 1996 y 2011) y a Enrique Go?i (director general de la CAN de 2002 a 2012) por una presunta comisi¨®n de delitos societarios y de prevaricaci¨®n por ocultaci¨®n, y la decana de Pamplona, Mari Paz Benito, lo ha aceptado; a su vez, ha denunciado ante la Fiscal¨ªa de Navarra a Yolanda Barcina, actual presidenta del Gobierno foral, por un presunto delito de informaci¨®n privilegiada para aprovechamiento personal. Barcina particip¨® con 50.000 euros en una sociedad creada por la CAN para comprar parte de su red de oficinas que luego se arrendaban a esa misma entidad. ¡°Me lo recomend¨® mi asesor; claro que me arrepiento, y adem¨¢s he perdido dinero¡±, admite la presidenta.
Kontuz ya forz¨® la dimisi¨®n el pasado mes de octubre de Jes¨²s Pejenaute como consejero de Pol¨ªticas Sociales al ser denunciado por haber ordenado en 2007, cuando era director del ¨¢rea comercial de Caja de Navarra, el blanqueo de hasta 180.000 euros en una sola semana en billetes de 500 tras una venta inmobiliaria. Barcina asegura que ¡°tom¨® precauciones y que no le hubiera nombrado si hubiera hecho una declaraci¨®n de la renta complementaria. ¡°Act¨²an con total impunidad¡±, dice el portavoz de Kontuz, Patxi Zamora, que dimiti¨® de concejal tras ser elegido por ANV en el Ayuntamiento de Zizur (Navarra). Este colectivo rastrea la evoluci¨®n de Caja de Navarra y su tr¨¢nsito por Banca C¨ªvica, marca que dio nombre en 2009 a la fusi¨®n ideada por Go?i y a la que se fueron incorporando Caja Canarias, Caja de Burgos y Cajasol. En su labor de investigaci¨®n encuentra frecuentes fuentes de informaci¨®n entre los 600 despedidos, los 200 trabajadores de la CAN desplazados a Catalu?a y los gestores de la entidad que Go?i (Pamplona, 1961) destituy¨® en 2002.
¡°No tengo ninguna preocupaci¨®n. Lo que he ganado ha sido por mi trabajo. Hice la fusi¨®n de la Caja con la Municipal y la Provincial, estamos ahora en una gran entidad, las preferentes se han capitalizado sin problema y la obra social es la m¨¢s alta de Espa?a por habitante. El problema de conciencia es de otros que iban a la comisi¨®n, miraban y cobraban la dieta¡±, asegura Sanz. Para el expresidente, a quien tambi¨¦n ha denunciado UPyD, ¡°en la calle no hay protestas por la Caja y lo que influye es el malestar por la situaci¨®n de crisis y el desempleo¡±. Kontzu convoc¨® ayer una manifestaci¨®n en Pamplona ¡°para conocer qu¨¦ ha pasado en Caja de Navarra, caiga quien caiga¡±.
Miguel Sanz es uno de los cuatro pol¨ªticos, todos vinculados a Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN), que cobraban doble dieta por su representatividad en los ¨®rganos de la CAN, ya que compon¨ªan la desconocida Comisi¨®n Permanente de la Junta de Entidades Fundadoras, que no tiene cobertura estatutaria. Junto a ¨¦l, Yolanda Barcina; el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el consejero de Econom¨ªa, ?lvaro Miranda. Sanz, con un sueldo anual como presidente de Navarra de 69.354 euros, lleg¨® a percibir en el mismo periodo 90.000 en dietas de la CAN, mientras Barcina reconoci¨® que el 55% de sus 143.000 euros anuales proced¨ªa tambi¨¦n de estos complementos.
¡°Son dietas normales, que se correspond¨ªan con las del sector¡±, se defiende Enrique Go?i, que rebaja a ¡°un m¨¢ximo de 60.000 euros¡± el pago anual a Sanz, su descubridor en 2002 y con quien ahora comparte consejo en Bodegas Sarria. Barcina admite que le ¡°parecen altas, pero siempre nos dijeron que estaban en consonancia con lo que se pagaba en el resto¡±.
Este nivel de dietas permite a los cr¨ªticos con la gesti¨®n de Go?i entender ¡°el silencio de UPN y el PSE¡±. Para Cervera, l¨¢tigo del proceso de disoluci¨®n de la CAN hasta verse envuelto en su kafkiana detenci¨®n, ¡°Go?i ha engrasado voluntades, llevando al consejo a la patronal, a una empresa de informaci¨®n, a pol¨ªticos, y as¨ª ten¨ªa contentos a todos, pero ahora se cae el t¨®tem¡±, dice este exdiputado, refugiado en Pamplona para preparar su defensa y reacio a hablar con los medios hasta que el juez Ferm¨ªn Otamendi resuelva sobre su imputaci¨®n.
Solo ahora, convertida la CAN desde el pasado 3 de enero en una fundaci¨®n y rodeados de la creciente indignaci¨®n social ¡ªhasta el presidente del Parlamento, Alberto Catal¨¢n, de UPN, admite que es ¡°el monotema¡± en la calle¡ª, Barcina y Sanz asumen cr¨ªticamente algunas decisiones anteriores y, entre ellas, que ¡°quiz¨¢ no fue una buena idea abrir una oficina en Washington¡±.
En junio de 2010, Go?i habilita sin licencia bancaria una oficina de Banca C¨ªvica, de 800 metros cuadrados, muy cerca de la Casa Blanca y del Banco Mundial, que inauguraron los duques de Palma. El objetivo: abrirse a un mercado potencial de 300.000 clientes por la vertiente social del proyecto. Fracaso rotundo. La autoridad bancaria estadounidense exigi¨® incluso que se retirase la rotulaci¨®n exterior de la oficina. ¡°?Por qu¨¦ no ¨ªbamos a ir a Estados Unidos si en Miami operaban en ese momento 13 entidades?¡±, se pregunta Go?i. Caixabank trata de zanjar este alquiler, que supon¨ªa ¡°480.000 euros al a?o, y no 3,2 millones como se ha dicho¡±, precisa este directivo, ahora responsable de la gesti¨®n de las participaciones industriales de la sociedad de inversiones Criteria.
La entidad perdi¨® 1.000 millones de valor patrimonial en tres a?os, con un consejo copado por pol¨ªticos de UPN
Pese a todo, nadie critic¨® la aventura americana. Ni siquiera la fren¨¦tica pol¨ªtica de expansi¨®n. En Bilbao, la CAN pag¨® seis millones por un c¨¦ntrico edificio para pelear en un mercado dominado por BBK. ¡°Es m¨¢s rentable la propiedad amortiz¨¢ndola en 50 a?os que el pago del alquiler¡±, apunta Go?i. A su vez, Caja de Navarra pas¨® de 240 oficinas en 2003 a 340 en 2007 y 510 en 2010, ya como Banca C¨ªvica. Su responsable zanja el debate: ¡°En 2002 ten¨ªamos una cuota del 1,5%, y en 2009, el 1,39%¡±.
La unanimidad era permanente en un consejo de sesgo institucional hasta 2009 y luego ya despolitizado. Ni siquiera la se?al de alarma que emit¨ªa el suspenso de Banca C¨ªvica en el primer test de estr¨¦s de 2010 provoc¨® fisuras. Barcina reconoce que le sorprendi¨®, pero ¡°nos justificaron los motivos¡±, aunque ya entonces las p¨¦rdidas (1.600 millones) eran significativas. ¡°Pero el segundo test se aprob¨® porque cambiaron las exigencias¡±, justifica Asi¨¢in para apoyar la l¨ªnea estrat¨¦gica de Go?i, que, apurado, buscaba alternativas. Y recurri¨® en julio de 2011 a la Bolsa, siguiendo los pasos de Bankia. ¡°Nadie se imaginaba que la econom¨ªa iba a hundirse unos meses despu¨¦s de nuestra salida a Bolsa¡±, dice este directivo navarro (Pamplona, 1961), licenciado en Derecho.
La experiencia burs¨¢til fue desoladora. Ning¨²n valor ha durado menos en el parqu¨¦ que Banca C¨ªvica: ocho meses y cinco d¨ªas. Su impulsor, en cambio, sigue convencido de que ¡°la salida¡± fue un ¨¦xito. La realidad, sin embargo, descubre una p¨¦rdida del 27% en el valor de las acciones de una operaci¨®n estimada en 979 millones. Pero Go?i no fue cuestionado. Unido el consejo ante la adversidad, nadie pregunt¨® por qu¨¦ los fondos americanos JC Flowers hab¨ªan rechazado la oferta de hacerse con un 20% de Banca C¨ªvica mediante el m¨¦todo de la venta de deuda convertible en acciones.
¡°Sanz se crey¨® el sue?o americano de Go?i¡±, sostiene Manu Aierdi, economista y presidente del PNV en Navarra. ¡°Quiz¨¢ sea un navarro distinto, que creo en el ciudadano y he visto al final que esto no es posible¡±, reflexiona el exdirector general de la CAN, aturdido por el vendaval de cr¨ªticas de las que tratar¨¢ de defenderse en una pr¨®xima comparecencia voluntaria en el Parlamento foral, a la que acudir¨¢ acompa?ado por siete miembros de su anterior consejo.
Miguel Sanz cobraba m¨¢s en dietas como consejero de la caja que como presidente de la comunidad foral
Entre los socialistas, Juan Jos¨¦ Lizarbe, dirigente hist¨®rico, descarta la ¡°connivencia¡±, a pesar de que el secretario general del PSN, Roberto Jim¨¦nez, admiti¨® unos ingresos de 40.000 euros en dietas. Lizarbe reduce toda la cr¨ªtica a una ¡°duda¡±: ¡°Si se acert¨® con los socios elegidos para Banca C¨ªvica o si hubiera sido mejor ir con las cajas vascas o con Ibercaja¡±. Lizarbe, en realidad, pretende saber si existieron ¡°motivos pol¨ªticos para no hablar con las cajas de Euskadi¡±, habida cuenta de la aversi¨®n de Miguel Sanz hacia ¡°el tema vasco¡±. ¡°En el momento en que se plante¨® era imposible porque no hab¨ªa fusi¨®n en las cajas vascas¡±, dice Asi¨¢in. Go?i lo corrobora: ¡°No te puedes fusionar con algo que no existe¡±.
A su vez, entre las diferentes voces consultadas nadie apuesta por la vida en solitario de la CAN, inviable ante las exigencias regulatorias. Un informe de Analistas Financieros Internacionales lo dej¨® bien claro en 2009: ¡°En su situaci¨®n necesitar¨ªa de la aportaci¨®n de 800 millones por parte de un socio¡±. Pero antes de llegar a esto, Lorenzo Riezu, director de la entidad a quien sustituy¨® Go?i, ya hab¨ªa mandado un informe a diversas personalidades de Navarra, en el que advert¨ªa del camino equivocado.
As¨ª las cosas, hay quienes identifican ¡°la ca¨ªda del r¨¦gimen¡± al desmoronarse el poder pol¨ªtico, medi¨¢tico y econ¨®mico tejido en torno a Caja de Navarra. Sanz, en el centro de todas las miradas junto a Barcina y Go?i, lo asocia a una doble intencionalidad pol¨ªtica en medio de un clima de corrupci¨®n pol¨ªtica y de crisis econ¨®mica. De un lado, entiende que la tormentosa ruptura UPN-PP alent¨® las incisivas cr¨ªticas de un amplio sector de la derecha tradicional que a?ora la p¨¦rdida de un emblema tan navarro como la CAN. En el otro extremo sit¨²a la ¡°h¨¢bil¡± irrupci¨®n de la izquierda abertzale en un debate que debilita la opci¨®n del poder conservador que representa UPN en minor¨ªa. Y por el medio, los tribunales.
Entre UPN y mayor¨ªa vasca, el PSN decide
El estallido del caso Caja Navarra no es ajeno a la inestabilidad pol¨ªtica derivada de un Gobierno foral de UPN en minor¨ªa, que ve rotos los puentes de su entendimiento con la oposici¨®n, y de manera especial con su exsocio el PSN, desde que Yolanda Barcina, temerosa de que la izquierda abertzale sumara dos diputados en las ¨²ltimas elecciones generales, forz¨® un pacto con el PP que no le sali¨® bien.
Por si fuera poco, UPN asiste, ante su congreso del pr¨®ximo 17 de marzo, a un elocuente pulso por su control pol¨ªtico entre la sensibilidad de Barcina, proclive al entendimiento con el PP, y de Alberto Catal¨¢n, presidente del Parlamento navarro y defensor a ultranza del acuerdo con los socialistas, en l¨ªnea con Miguel Sanz, su adalid. En el medio, un Gobierno prisionero de la oposici¨®n, que recientemente le ha devuelto su plan de salud de reforma de la atenci¨®n continuada como mensaje claro de las diferencias que les separan y de la apelaci¨®n al di¨¢logo.
Catal¨¢n, preocupado por la inestabilidad, solo ve una salida para Navarra: el pacto entre UPN y PSN, dos partidos ¡°condenados a entenderse¡±, dice. ¡°Si pierde UPN, gana el nacionalismo, que, a diferencia de otros sitios, aqu¨ª busca la desaparici¨®n de Navarra. Si gana UPN, Espa?a se queda con Navarra y la Constituci¨®n¡±, advierte tras reconocer la fragmentaci¨®n del Parlamento en seis partidos, aunque con tendencia a compactarse sobre todo tras la legalizaci¨®n de Bildu y la incorporaci¨®n de Aralar al bloque de Amaiur.
Precisamente, el hipot¨¦tico entendimiento a medio plazo entre las fuerzas nacionalistas causa pavor en las previsiones de UPN y PP, sobre todo en un escenario sin ETA. Manu Aierdi (PNV) ve posible "con tiempo" tejer este acuerdo abertzalecomo una alternativa de gobierno. De momento es inviable y, de paso, frustra la amenaza de una moci¨®n de censura.
Definidos as¨ª los dos grandes bloques, todas las miradas se dirigen hacia la postura que adopten los socialistas, que a¨²n digieren su precipitada expulsi¨®n del Gobierno de Barcina mientras est¨¢n convencidos de que ¡°toda soluci¨®n que se quiera buscar pasa por el PSN¡±, recuerda Lizarbe.
Con nueve de 50 parlamentarios, el PSN busca su recuperaci¨®n entre las dudas del resto de la C¨¢mara. Lizarbe ve posible situar a su partido como una alternativa a UPN, aunque reconoce: ¡°El ciudadano no entendi¨® debidamente nuestra entrada en el Gobierno y nos penaliz¨® tambi¨¦n por el recuerdo de Zapatero¡±. Para resurgir, ensalza ¡°el trabajo con propuestas concretas que estamos haciendo en el Parlamento¡±. Los socialistas, sin discurso propio ante el debate de Caja Navarra, sienten sobre sus espaldas el desgaste que les ha supuesto compartir cuatro legislaturas de acuerdos con UPN, a quienes, no obstante, sit¨²an como ¡°sus rivales¡± junto al PP.
Con todo, conscientes de su capacidad de influencia, pero tambi¨¦n de la nueva situaci¨®n que se vive, no cierran ninguna alternativa. Por eso, Lizarbe niega que en el PSN exista un veto a entenderse con el nacionalismo, como parec¨ªa admitirse durante d¨¦cadas. "Estamos en un momento donde se puede mantener un di¨¢logo pol¨ªtico normal", en alusi¨®n directa a la ausencia del terrorismo y la legalizaci¨®n de la izquierda abertzale.
Barcina sabe que lucha contra la adversidad: ¡°Hemos tenido que hacer recortes quitando el exceso de cargos de confianza que hab¨ªa cuando llegu¨¦; poniendo el mismo sueldo a los consejeros, que antes no cobraban todos igual; eliminando las dietas de las sociedades p¨²blicas... y este a?o vamos a cumplir el d¨¦ficit¡±. Y todo ello con un Gobierno en minor¨ªa tras expulsar al PSN, cr¨ªtico con los recortes y herido por el desprecio que le supuso el ¨²ltimo pacto electoral UPN-PP. La presidenta no ve otra salida que el acuerdo con los socialistas, pero descarta anticipar las elecciones. ¡°No solucionar¨ªan nada¡±, admite, al igual que Catal¨¢n, quien recuerda las ¡°escasas oscilaciones de votos que se vienen produciendo¡±.
En UPN no se olvidan del agostazo, apelaci¨®n concedida en Navarra a la decisi¨®n de Jos¨¦ Blanco de vetar a ¨²ltima hora en 2007 el acuerdo alcanzado entre PSN y Nafarroa Bai (nacionalistas sin Bildu) que convert¨ªa al socialista Fernando Puras en nuevo presidente. Miguel Sanz alert¨® al entonces poderoso n¨²mero dos del PSOE de su connivencia con los abertzales. El PNV sostiene hoy que el PSN "no volver¨¢ a tener otra ocasi¨®n igual para gobernar".
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