EE UU exigir¨¢ m¨¢s de 3.680 millones a S&P por inflar las calificaciones de activos
El Departamento de Justicia presenta la demanda contra la agencia de calificaci¨®n en el tribunal federal de California por las altas notas que puso a los activos hipotecarios antes de la crisis
¡°Espero que ya seamos ricos y estemos retirados cuando se caiga este castillo de naipes¡±, escribi¨® en 2006 un empleado de Standard & Poor¡¯s (S&P) a otro en un mensaje. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha analizado millones de correos electr¨®nicos para la demanda que present¨® este martes en California contra la agencia de calificaci¨®n de riesgos por la manera en la que infl¨® la nota de los paquetes de deuda estructurados con hipotecas basura. Es la primera acci¨®n legal que se inicia en EE UU contra una firma crediticia por su papel en la mayor crisis desde la Gran Depresi¨®n. La Fiscal¨ªa acusa a S&P de un fraude que provoc¨® p¨¦rdidas de m¨¢s de 5.000 millones de d¨®lares (3.700 millones de euros).
En la documentaci¨®n entregada por el Departamento de Justicia, se se?ala que ¡°S&P sab¨ªa que si esos activos de deuda no ten¨ªan una calificaci¨®n lo suficientemente alta, la mayor¨ªa de las instituciones financieras no habr¨ªan invertido en ellos¡±. Y le acusa de enga?ar a los inversores al decir que la nota era objetiva, independiente y sin conflictos de intereses. Todo eso era falso, seg¨²n el fiscal general Eric Holder.
Al inflar deliberadamente calificaciones de cr¨¦dito para las CDO, S&P confundi¨® a los inversores" Eric Holder, fiscal general EE UU
La demanda cubre el periodo que va desde septiembre del a?o 2004 a octubre de 2007, que coincide con la fuerte apreciaci¨®n del mercado inmobiliario en Estados Unidos hasta que empezaron a hacerse evidentes los primeros s¨ªntomas de la crisis. La Administraci¨®n de Barack Obama insiste en que todo era falso y que, tras esa calificaci¨®n desorbitada, estaba el deseo de la filial de McGraw-Hill de ¡°elevar los ingresos y su cuota¡± en el mercado de la deuda hipotecaria.
Holder explic¨® en rueda de prensa que esa ansia por crecer ¡°le llev¨® a rebajar y obviar el verdadero alcance del riesgo de esos activos, para as¨ª favorecer los intereses de los grandes bancos de inversi¨®n y otras firmas metidas en el negocio¡±. Por eso concluy¨® que hubo una ¡°intenci¨®n de defraudar, enga?ar y participar en una trama fraudulenta¡± por parte de la agencia de calificaci¨®n.
S&P puso nota a activos hipotecarios por valor de casi cuatro billones de d¨®lares durante esos tres a?os. Los abogados de la firma neoyorquina insisten en que se puede cuestionar c¨®mo se hizo el proceso de calificaci¨®n, pero quieren ver las pruebas que tiene el Gobierno para acusarle ahora de fraude. Es m¨¢s, recuerda que su an¨¢lisis de la ¨¦poca coincidi¨® con el de otras firmas y con el de la propia Reserva Federal y del Tesoro, que tampoco vieron venir la gravedad de la crisis.
Posible acuerdo extrajudicial
Si hay juicio, el proceso puede durar a?os, por lo que no se descarta un arreglo extrajudicial. Por ahora, esa v¨ªa ha fracasado porque el Departamento de Justicia quer¨ªa una indemnizaci¨®n de m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares (unos 750 millones de euros) y S&P solo estaba dispuesta a admitir una mucho menor.
De momento, Holder califica la acci¨®n legal contra S&P como un ¡°importante paso adelante¡± para perseguir y castigar las conductas abusivas que llevaron a la crisis financiera. La investigaci¨®n de su departamento, precis¨®, comenz¨® en 2009, al poco de llegar Obama a la Casa Blanca. Adem¨¢s, se apresur¨® en negar cualquier intenci¨®n pol¨ªtica en la maniobra contra la agencia. En este sentido, el fiscal dej¨® claro que no hay ¡°conexi¨®n alguna¡± entre la demanda contra la filial de McGraw-Hill y el recorte que asest¨® en el verano de 2011 a la nota que aplicaba a la deuda soberana de EE UU. S&P es la ¨²nica entre las grandes agencias que le priv¨® de la triple A. Moody¡¯s, sobre la que tambi¨¦n se cuestion¨® su conducta en el pasado, no es objeto de la ¨²ltima acci¨®n legal emprendida por la Administraci¨®n Obama.
El ataque se ejecuta por la v¨ªa civil, porque para exigir un castigo por la v¨ªa criminal deb¨ªa contar con pruebas s¨®lidas de que hubo intenci¨®n de cometer un fraude. Holder se limit¨® a hablar ante la prensa de ¡°conflictos de inter¨¦s significativos¡± y se?al¨® que los ejecutivos de S&P ignoraron las alertas. Las agencias se han defendido anteriormente de demandas alegando que solo manifestaban opiniones independientes en uso de su libertad de expresi¨®n, garantizada por la Constituci¨®n. Pero los tribunales han empezado a cuestionar ese argumento.
A la espera de ver c¨®mo progresa el caso, de momento McGraw-Hill est¨¢ sufriendo un serio castigo en Wall Street. Sus acciones volvieron a caer un 10% este martes, tras perder un 13,8% el lunes. Y aunque Moody¡¯s parece de momento librarse de la reprimenda legal, la palabra fraude revoloteando sobre su rival ha mermado cerca del 18% su capitalizaci¨®n burs¨¢til en dos d¨ªas.
¡°Ponemos nota a cualquier cosa¡±
¡°Ponemos nota a cualquier cosa. Puede estar estructurado hasta por vacas y lo calificaremos igualmente¡±. La frase est¨¢ tomada de uno de los mensajes electr¨®nicos que se intercambiaban analistas de Standard & Poor¡¯s y que ahora forman parte de la bater¨ªa de pruebas presentada de EE UU por el Departamento de Justicia en un tribunal de Los ?ngeles para apoyar su demanda contra la poderosa agencia.
Es una versi¨®n del coche sin frenos que se vende como seguro, que utiliz¨® Phil Angelides para representar la sucesi¨®n de excesos que llevaron a la crisis financiera. La comisi¨®n de investigaci¨®n que presidi¨® hace tres a?os ya puso en evidencia las pr¨¢cticas seguidas por las grandes agencias crediticias que valoran el riesgo y se?al¨® que hab¨ªa claramente un conflicto de inter¨¦s en su actuaci¨®n.
Ese mismo panel ya calific¨® a S&P y sus rivales como uno de los ¡°dientes del engranaje de la destrucci¨®n financiera¡±. Eso fue en enero de 2011, cuando public¨® sus conclusiones. La historia que cuenta por tanto la demanda es conocida por el p¨²blico. Ahora, este tipo de mensajes pretenden demostrar que realmente hubo una conducta irregular que debe ser sancionada.
La l¨ªnea de ataque es poner en evidencia en estas 119 p¨¢ginas que la compa?¨ªa ignor¨® sus propios an¨¢lisis internos sobre el estado del mercado hipotecario y act¨²o sabiendo que algo iba mal. En otro mensaje se hace referencia a la presi¨®n que recib¨ªan los empleados de sus jefes para no recortar la nota de los activos antes de tiempo, por el temor de que sus clientes se fueran a Moody¡¯s o a Fitch, las otras dos grandes agencias.
Era conocido antes de la crisis que S&P era m¨¢s conservadora que sus rivales a la hora de poner nota a este tipo de activos. De hecho, las investigaciones posteriores a la crisis ponen de relieve que Moody¡¯s se reg¨ªa por est¨¢ndares m¨¢s bajos al proceder a la calificaci¨®n del riesgo. En esos mensajes que maneja Justicia, se ve el temor de que esa diferencia pueda da?ar su balance.
Por eso llama la atenci¨®n que la Administraci¨®n de Barack Obama no act¨²e ahora contra Moody¡¯s, que en anteriores investigaciones fue calificada como un caso de estudio para ilustrar los ¡°fallos abismales¡± sin los cuales la crisis no habr¨ªa ocurrido. S&P manifiesta en su defensa que la demanda no se justifica y se?ala que mensajes como el de la ¡°vaca¡± est¨¢n sacados de contexto.
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