Los jefes de Moody's salen de la crisis que ellos provocaron con sueldos r¨¦cord
Los ejecutivos de la agencia cobran un bonus por ayudar a "restaurar la confianza" mientras el Congreso de EE UU la pone como ejemplo de malas pr¨¢cticas
Las agencias de calificaci¨®n han salido tocadas de la crisis financiera. Su credibilidad est¨¢ en entredicho , el Congreso de Estados Unidos les ha proclamado culpables de la crisis y sus beneficios han retrocedido al nivel de hace varios a?os. Sus altos ejecutivos, sin embargo, han pasado la p¨¢gina con sueldos y bonus r¨¦cord, al menos en el caso de Moody's. La convocatoria de junta reci¨¦n realizada por la compa?¨ªa indica que la retribuci¨®n de su presidente ejecutivo, Raymond McDaniel, subi¨® un 69% en 2010 hasta los 9,15 millones de d¨®lares (unos 6,4 millones de euros).
Los cinco directivos mejor pagados de la firma se repartieron 20 millones de d¨®lares, con un aumento del 60%. Moody's concede mucha importancia a la paga variable, y lo justifica en el alza de los beneficios de 2010, pero como en muchas empresas, la paga variable var¨ªa m¨¢s hacia arriba que hacia abajo. La c¨²pula de Moody's gana el doble que en 2005 pese a que desde entonces el resultado operativo ha ca¨ªdo el 17% y el beneficio neto cerca del 10%. La firma hizo alguna rebaja de los sueldos cuando los resultados se desplomaron, pero con el repunte, los ha situado en niveles r¨¦cord. Los directivos ganan ahora m¨¢s que en 2006, en plena burbuja, pese a que entonces el beneficio operativo era un 63% superior. La crisis les ha salido rentable.
La c¨²pula de Moody's cobra ahora el doble que antes de la burbuja
El presidente de la agencia gan¨® un 69% m¨¢s y recibi¨® un bonus del 157%
En 2006, Moody's fue una "f¨¢brica de triples A" para t¨ªtulos hipotecarios
"Esta crisis no habr¨ªa ocurrido sin las agencias", seg¨²n el Congreso
Entre los conceptos retributivos de 2010, uno llama la atenci¨®n. Moody's premia a su presidente, entre otros motivos, por sus logros al "ayudar a restaurar la confianza en las calificaciones de Moody's Investors Service al elevar el conocimiento sobre el papel y la funci¨®n de las calificaciones (...)". El premio se aprueba semanas despu¨¦s de que el Congreso de EE UU haya se?alado a las agencias de calificaci¨®n entre los culpables de la crisis financiera y haya resaltado justo a Moody's como caso de estudio sobre las malas pr¨¢cticas que provocaron la crisis.
McDaniel fue uno de los ejecutivos que compareci¨® ante la comisi¨®n de investigaci¨®n del Congreso sobre las causas de la crisis y el informe final no le deja en muy buen lugar ni a ¨¦l ni a otros directivos de Moody's que actuaron bajo sus ¨®rdenes.
"Concluimos que los fallos de las agencias de calificaci¨®n crediticia fueron engranajes esenciales en la maquinaria de la destrucci¨®n financiera. Las tres agencias fueron herramientas clave del caos financiero. Los valores relacionados con hipotecas en el coraz¨®n de la crisis no se habr¨ªan comercializado y vendido sin su sello de aprobaci¨®n. Los inversores confiaron en ellas, a menudo ciegamente. (...) Esta crisis no habr¨ªa podido ocurrir sin las agencias. Sus calificaciones ayudaron al mercado a dispararse y sus rebajas de 2007 y 2008 causaron estragos", concluye el informe.
El documento resalta que de 2000 a 2007 Moody's consider¨® de m¨¢xima solvencia (triple A) a 45.000 valores relacionados con hipotecas. El informe repasa los modelos de c¨¢lculo desfasados, las presiones de las firmas financieras y c¨®mo se antepon¨ªa el ansia por ganar cuota de mercado a la calidad de las calificaciones. La comisi¨®n se?ala que hubo un "claro fallo de gobierno corporativo en Moody's, que no se asegur¨® de la calidad de decenas de miles de calificaciones".
El presidente ejecutivo de Moody's acudi¨® a testificar ante la comisi¨®n acompa?ado por Warren Buffet, el principal accionista de la agencia. Pero Buffet se lav¨® las manos. "Al ser preguntado sobre si estaba satisfecho con los controles internos de Moody's, Buffet contest¨® que no sab¨ªa nada sobre la gesti¨®n de la agencia: 'No ten¨ªa ni idea, no he estado nunca en Moody's, no s¨¦ ni d¨®nde est¨¢n'. Buffet dijo que invirti¨® en la compa?¨ªa porque el negocio de las agencias de calificaci¨®n era 'un duopolio natural, lo que le daba un incre¨ªble poder sobre los precios", relata el informe de la comisi¨®n.
Otros testimonios muestran que cumplir las normas no era prioritario para Moody's. Un antiguo director de Cumplimiento, Scott McCleskey, cont¨® a la comisi¨®n c¨®mo en una cena el entonces responsable del ¨¢rea de calificaciones, Brian Clarkson, apodado el Dictador, presum¨ªa de los buenos resultados logrados gracias a los t¨ªtulos hipotecarios. Se acerc¨® a McCleskey y delante de todos los miembros del consejo les espet¨®: "?Cu¨¢ntos ingresos ha generado Cumplimiento este trimestre? Nada, nada". Al ser preguntado al respecto, Clarkson dijo a la comisi¨®n que no recordaba esa conversaci¨®n.
Otro antiguo alto ejecutivo se?al¨® c¨®mo al llegar a Moody's en 1997 el mayor temor de los analistas era errar en una calificaci¨®n. Cuando se fue, lo que todos tem¨ªan era que se considerase que pon¨ªan en peligro la cuota de mercado de la firma.
La comisi¨®n revel¨® que un informe enviado a McDaniel subrayaba que de los tres factores de competencia entre agencias, precio, servicio y calidad de las calificaciones, este ¨²ltimo se hab¨ªa convertido en el menos importante y que incluso penalizaba el negocio, lo que "pod¨ªa poner todo el sistema financiero en peligro", seg¨²n el informe.
Moody's pas¨® de tomarse hasta dos meses para analizar un producto financiero estructurado a poner 30 sellos de triple A cada d¨ªa. En 2006 se convirti¨® en una "f¨¢brica de triples A". Los resultados fueron desastrosos: el 83% de los t¨ªtulos hipotecarios valorados triple A ese a?o acabaron siendo degradados.
Pese a los "fallos abismales" que la comisi¨®n relata, Moody's ha mantenido inc¨®lume su plan de bonus en met¨¢lico de 2004 y ahora premia a su jefe por sus esfuerzos para restaurar una credibilidad que precisamente se ha visto da?ada estando ¨¦l al frente de la compa?¨ªa. La empresa le ha otorgado un bonus del 157% de su objetivo. Y adem¨¢s el incentivo de los altos ejecutivos se ha "ajustado" otro 10% al alza por una encuesta sobre la satisfacci¨®n de los inversores.
En el informe tambi¨¦n se ve c¨®mo las agencias se iban equivocando una y otra vez al valorar la solvencia de las entidades que acababan cayendo como Bear Stearns, Lehman o AIG. Moody's ten¨ªa para AIG una calificaci¨®n similar a la que otorga al Santander o al BBVA e incluso despu¨¦s de la quiebra de Lehman, cuando la Reserva Federal maniobraba a la desesperada para salvar a la aseguradora, la rebaja de calificaci¨®n fue de solo dos escalones, hasta A2, superior a la que concede a la gran mayor¨ªa de entidades espa?olas.
En la transcripci¨®n de la declaraci¨®n de McDaniel, una frase aparece destacada: "Los inversores no deber¨ªan confiar en las calificaciones [de las agencias] para comprar, vender o mantener valores". Es un consejo del presidente de Moody's.
Fallos abismales
- La comisi¨®n del Congreso de EE UU que investig¨® la crisis concluy¨® hace unas semanas que las agencias de calificaci¨®n fueron piezas esenciales de la "maquinaria de destrucci¨®n financiera".
- Raymond McDaniel lleva siendo presidente ejecutivo de Moody's Corp desde 2005 y con ¨¦l se produjo el auge de las calificaciones de alta solvencia a t¨ªtulos respaldados por hipotecas basura.
- El Congreso de EE UU ha elegido a Moody's como caso de estudio para ilustrar los "fallos abismales" de las agencias sin los cuales la crisis no habr¨ªa ocurrido.
- Pese a ello y pese a la ca¨ªda de beneficios de Moody's desde su punto ¨¢lgido, la empresa ha dado a McDaniel y sus ejecutivos retribuciones r¨¦cord en 2010.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.