¡°Como empleado, soy reticente a agradecer este nuevo contrato¡±

Toni C¨¢rdenas es un ejemplo de libro de la clase de personas para las que est¨¢ pensado el contrato de emprendedores que implant¨® la reforma laboral de hace un a?o. Este malague?o de 21 a?os trabaja por primera vez dise?ando software para una peque?a empresa de Madrid. La empresa estaba consolidada en otro sector, y decidi¨® abrir una divisi¨®n inform¨¢tica. ¡°As¨ª me col¨¦ yo¡±, comenta. El soplo se lo dio un amigo a trav¨¦s de la red social Twitter. ¡°El pasado julio, les envi¨¦ mi curr¨ªculum, me hicieron una entrevista y a los pocos d¨ªas ya estaba trabajando. Nada muy traum¨¢tico¡±, afirma. Toni es consciente de que tuvo bastante suerte ¡°tal y como est¨¢n las cifras de paro, muy especialmente el juvenil¡±. El 55,1% de los menores de 25 a?os est¨¢ en paro, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta de Poblaci¨®n Activa. En Andaluc¨ªa, de donde es Toni, esa tasa llega al 65%.

Toni comprende la decisi¨®n de sus jefes de utilizar el contrato de emprendedores. ¡°Como peque?a empresa imagino que no pod¨ªan arriesgar demasiado¡±, afirma, ¡°y el nuevo contrato les podr¨ªa haber ayudado¡±, sobre todo al contratar alguien como ¨¦l: joven, sin estudios superiores acabados (Toni estudia Ingenier¨ªa Inform¨¢tica en la UNED) y sin experiencia laboral previa. El departamento donde trabaja tiene menos de diez trabajadores, y atiende clientes tanto dentro como fuera de Espa?a.

La principal caracter¨ªstica, y la m¨¢s pol¨¦mica, de su contrato de trabajo, es el periodo de prueba: un a?o entero, durante el cual su empleador tiene una bonificaci¨®n del 50% en su cuota a la Seguridad Social. Las cr¨ªticas de los sindicatos (que llevaron a UGT y CC OO a denunciarlo ante la OIT) vienen de que el empleador puede despedir al empleado en cualquier momento de ese primer a?o sin pagar indemnizaci¨®n alguna, aunque deber¨ªa devolver la bonificaci¨®n. Seg¨²n un asesor laboral consultado por este peri¨®dico, las dudas acerca de la legalidad de un periodo de prueba tan largo son el motivo del poco arraigo del contrato de emprendedores entre las empresas: desde su entrada en vigor hasta el 31 de enero se concertaron 83.371. Los firmados en 2012 representaron solo un 21,8% del total de contratos firmados por las pymes.

Toni es consciente de la longitud de ese periodo de prueba, pero aclara que cuando firm¨®, ¡°m¨¢s como un pacto de caballeros que otra cosa¡±, sus jefes le dijeron que el periodo de prueba real ser¨ªa de tres meses, periodo en el cual decidir¨ªan ¡°si val¨ªa o no¡±. ¡°Obviamente¡±, afirma, ¡°ahora estoy a merced de la buena fe de la empresa hasta que se cumpla el a?o¡±. Pero Toni ¡°no est¨¢ para quejarse¡±, como ¨¦l mismo dice: ¡°Trabajo mis horas y se me trata bien¡±. E indica: ¡°Entiendo que en esta coyuntura es necesario ofrecer flexibilidad a la empresa peque?a que se expande¡±.

La falta de experiencia laboral previa impide a Toni comparar este contrato con otros. ¡°Pero, por lo que s¨¦¡±, afirma, ¡°en la pr¨¢ctica supone poca diferencia con encadenar dos contratos temporales de seis meses y luego ya lo vemos¡±.

¡°No es que desconf¨ªe de mi empresa ni que me hayan dado motivos para ello¡±, matiza, ¡°pero saber que legalmente ma?ana mismo podr¨ªa estar en la calle sin ninguna compensaci¨®n desanima cualquier inversi¨®n a medio plazo¡±. Y concluye en referencia a la nueva figura: ¡°Como empleado, soy reticente a agradecer este nuevo contrato¡±.