Riesgos de contagio, versi¨®n Chipre
Bruselas convoca de forma extraordinaria a los ministros para suavizar el rescate Los l¨ªderes europeos han roto el principio inquebrantable de proteger los dep¨®sitos Los otros dos casos potencialmente peligrosos son el de Italia y Espa?a
El caso griego es ¨²nico. Las autoridades europeas han insistido una y otra vez en que Grecia es un caso ¡°aislado y excepcional¡±: no se van a aplicar m¨¢s quitas a los poseedores de bonos soberanos de un pa¨ªs del euro, hasta hace un par de a?os uno de los activos m¨¢s seguros del mundo. Hay un producto financiero a¨²n m¨¢s seguro: los dep¨®sitos bancarios. Alguien que mete su dinero en un dep¨®sito no est¨¢ especulando: generalmente est¨¢ perdiendo dinero en t¨¦rminos reales, por la inflaci¨®n. Ahora, los ministros de Finanzas de la zona euro deciden que Chipre tambi¨¦n es un caso ¡°aislado y especial¡± y le quitan el escudo a los poseedores de dep¨®sitos bancarios, a quienes hab¨ªan prometido que nunca, en ning¨²n caso perder¨ªan su dinero, siempre que en la cuenta tuvieran menos de 100.000 euros. Las razones pueden a llegar a entenderse: Chipre es un lavadero de dinero, hay que castigar a los rusos que han blanqueado all¨ª capitales con la ayuda de los bancos y de las autoridades chipriotas, siempre tan dispuestas a mirar hacia otro lado. Pero ojo: esa es una caja de Pandora. Bruselas empieza a darse cuenta de eso con la previsible reacci¨®n en los mercados, y ha convocado una reuni¨®n por videoconferencia para rebajar el castigo a los ahorradores chipriotas con el objetivo de cerrar la dichosa caja pandoril a las 19.30 (hora de la capital europea). Puede que se celebre tras el voto en Chipre acerca del rescate, aseguran fuentes diplom¨¢ticas. Se trata de calmar las aguas.
Pero no es tan sencillo.
Los inversores tienen la mosca detr¨¢s de la oreja desde hace semanas. Hace al menos tres meses que corr¨ªa por Bruselas el rumor (publicado por el Financial Times) de que los depositantes podr¨ªan sufrir una quita, que es lo que ha sucedido a pesar del inevitable cargamento de eufemismos: Europa aprueba un gravamen ¨²nico sobre los dep¨®sitos que se parece much¨ªsimo a lo que los anglosajones llaman haircut (corte de pelo, o quita). La salida de capitales extranjeros de Chipre se intensific¨® en cuanto aparecieron esos rumores, una y mil veces negados por las autoridades chipriotas y por las europeas. Pero ese era el elefante en la habitaci¨®n. Y ahora hay que manejar las potenciales consecuencias de romper el tab¨² sagrado de que puede venir un hurac¨¢n, de que un tsunami puede llevarse por delante tu banco, de que el Dioni puede llevarse el dinero a Brasil y aun as¨ª no pasa nada y el Estado te devuelve tu dinero hasta 100.000 euros.
La Comisi¨®n est¨¢ intentando reducir el coste para los depositantes con menos de 100.000 euros. Pero los l¨ªderes europeos ya han cruzado el Rubic¨®n y han dicho a los 300 millones de ciudadanos de Europa que el principio inquebrantable de proteger los dep¨®sitos de menos de 100.000 euros se puede cambiar si a los votantes alemanes (y a los finlandeses y austr¨ªacos, cuyos ministros son a¨²n m¨¢s duros que el alem¨¢n en las reuniones del Eurogrupo) no les gusta. ¡°Las condiciones del rescate a Chipre son negativas para los depositantes de toda Europa, y no est¨¢n claros los riesgos sobre la deuda soberana¡±, seg¨²n una nota de Moody¡¯s, la agencia de calificaci¨®n siempre dispuesta a poner el dedo en la llaga a posteriori. Es f¨¢cil hacer amarillismo con la situaci¨®n chipriota. Es complicado encontrar el equilibrio para que una cr¨®nica o una columna no desate la bestia. Pero la decisi¨®n tomada en la madrugada del viernes al s¨¢bado tiene potenciales consecuencias, seg¨²n se?alan los analistas. Son estas.
Potencial p¨¢nico bancario en Chipre. Las autoridades chipriotas, con buen criterio, han decretado un corralito parcial: impiden a los ahorradores chipriotas sacar su dinero porque de lo contrario todo el mundo lo sacar¨ªa de sus cuentas para evitar el impuesto. La duda es qu¨¦ suceder¨¢ cuando las autoridades levanten el bloqueo de las cuentas. Lo m¨¢s probable es que los ahorradores extranjeros (principalmente rusos, que controlan el 30% de los 70.000 millones depositados en los bancos chipriotas) retiren su dinero de forma fulminante. Si eso ocurre, el impacto sobre la econom¨ªa chipriota podr¨ªa ser devastador. Se iniciar¨ªa el ya cl¨¢sico c¨ªrculo vicioso. La banca quebrar¨ªa. Har¨ªa falta mucho m¨¢s dinero.
Chipre es un pa¨ªs peque?o. Pero la clave en la crisis del euro es siempre el contagio: tampoco Lehman Brothers era el mayor banco del mundo y pas¨® lo que pas¨®. Lo m¨¢s importante de este nuevo cap¨ªtulo de la crisis del euro es si Chipre es de veras un caso aislado y especial ¡ªla letan¨ªa que repiten los mandamases de Bruselas y las capitales¡ª o es un peligroso precedente para futuras crisis financieras. Porque en ese caso, en cuanto los ahorradores vean que existe la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de que se produzca una crisis en el banco del pa¨ªs en el que tienen depositado su dinero, saldr¨¢n pitando. En julio de 2011, Bruselas aseguraba tajantemente que el recorte de la deuda p¨²blica griega era un caso aislado y especial, y aun as¨ª eso no impidi¨® un p¨¢nico general en la deuda de la periferia, incluida Espa?a. La fragilidad de los sistemas bancarios en varios pa¨ªses del Sur abre la puerta a que ahora pueda repetirse un episodio as¨ª, si la confianza se esfuma. En otras palabras: el Eurogrupo est¨¢ jugando con fuego.
Aunque tal vez no sea para tanto. Un economista de un hedge fund anglosaj¨®n explica lo siguiente: ¡°El caso chipriota tiene riesgos, claro. Pero soy optimista y no veo un contagio masivo. La raz¨®n es sencilla. A mediados de 2011, con Grecia, la UE no ten¨ªa un cortafuegos seguro para apoyar a Italia y Espa?a. Con la promesa del BCE de hacer todo lo que sea necesario, ese escudo s¨ª existe ahora. Por eso lo m¨¢s probable es que los ahorradores e inversores se mantengan en calma. Desde luego estamos en territorio inexplorado, especialmente con Italia en medio de una crisis pol¨ªtica que impide que un eventual Gobierno italiano pudiera negociar las condiciones con el fondo de rescate europeo para que el BCE le diera apoyo si fuera necesario¡±.
Potenciales riesgos en Grecia. Tras el fallido primer programa, Grecia est¨¢ inmersa en un segundo paquete de ayuda. Ha hecho grandes esfuerzos, pero su econom¨ªa sigue en depresi¨®n y dista mucho de haber sacado la cabeza del lodazal. Si los inversores y ahorradores sospecharan que en alg¨²n momento puede haber una renegociaci¨®n sobre las condiciones de ese segundo programa, no es descabellado pensar que el modelo chipriota podr¨ªa activarse: se abrir¨ªa la posibilidad de imponer una quita a los depositantes en Grecia. Ante esa posibilidad, muchos preferir¨¢n sacar el dinero de los bancos y guardarlo bajo el colch¨®n. Y ah¨ª empieza esa misma din¨¢mica diab¨®lica del c¨ªrculo vicioso, que aparece en cuanto se esfuma la confianza. Ese cap¨ªtulo, por las informaciones que llegan de Grecia, no ha llegado. Sin embargo, alg¨²n hedge fund ya recomienda activar protocolos de emergencia por si acaso. Las din¨¢micas con las crisis financieras son muy curiosas: todo parece normal hasta que cualquier chispa ¨Cuna cola en un cajero en el telediario¡ª enciende una peligrosa mecha.
Potenciales riesgos en la periferia. El Eurogrupo ya se encarg¨® el s¨¢bado de prometer lo que todo el mundo sab¨ªa: que mejora las condiciones del rescate portugu¨¦s e irland¨¦s. Los otros dos casos potencialmente peligrosos son el de Italia, inmerso en una preocupante par¨¢lisis pol¨ªtica y en una crisis econ¨®mica que dura ya una d¨¦cada, y Espa?a. Espa?a sigue bajo programa de rescate financiero. Ya ha tenido un plan de reestructuraci¨®n y capitalizaci¨®n que en teor¨ªa le blinda. Tiene acceso a pr¨¦stamos ilimitados del BCE. El corralito ni est¨¢ ni se le espera, a pesar de las voces alarma apocal¨ªpticas de Ni?o Becerra y compa?¨ªa. Pero hay que ver de cerca qu¨¦ sucede con las entidades nacionalizadas y con mayor estigma.
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