El corralito se endurece con cajeros que solo dan un m¨¢ximo de 100 euros
Algunas tiendas aplican rebajas de hasta el 50% y solo aceptan el pago en efectivo
Las terrazas est¨¢n animadas en esta soleada ma?ana de domingo en la calle Lidras, a solo unos metros del control de pasaportes que ha dividido la isla en dos durante los ¨²ltimos 40 a?os. Pese a la aparente calma, los chipriotas est¨¢n a punto de recibir un golpe ¡ªotro m¨¢s¡ª en su ya muy lastimada confianza en el sistema que han conocido. El Banco Popular, que en el pa¨ªs opera bajo la marca comercial de Laiki y que es uno de los grandes responsables de la ruina nacional, sigue dando malas noticias: el l¨ªmite de dinero que se puede retirar de los cajeros se reduce una vez m¨¢s. Pasa ahora de 260 euros a 100.
Al poco tiempo, el Banco de Chipre, adopta una medida similar. En su caso, el m¨¢ximo es de 120 euros. Las dos mayores entidades del pa¨ªs estrechan el corralito a la espera de que, si nada lo impide, las sucursales abran ma?ana sus puertas tras 10 d¨ªas de cierre obligado o que el Banco Central Europeo asegure que no va a dejar morir de sed a la banca del pa¨ªs.
La inquietud de los chipriotas ante lo que est¨¢ a punto de pasar se ve incrementada por algunos s¨ªntomas preocupantes. ¡°Lo sentimos, pero solo aceptamos efectivo hasta que se resuelva la situaci¨®n financiera¡±, anuncia el cartel colgado en una tienda. Ofrece adem¨¢s unas rebajas del 10%. Es poco en comparaci¨®n con el 50% que se puede ver en otros comercios de Nicosia y que dan una idea de c¨®mo debe estar la demanda interna. Pese a los grandes descuentos, no se ve mucha gente en las tiendas estos d¨ªas.
Si las calles de Nicosia estaban tranquilas ayer, lo del d¨ªa anterior hab¨ªa sido algo para recordar. La mayor manifestaci¨®n desde el inicio de la crisis comenz¨® en las oficinas de la asociaci¨®n bancaria ETYK, de ah¨ª fue al palacio presidencial, pas¨® por el Ministerio de Finanzas y acab¨® en el Parlamento.
Los miles de personas que se concentraron formaban una muchedumbre pocas veces vista en un pa¨ªs que no tiene m¨¢s de 800.000 habitantes. La mayor¨ªa eran empleados de banca que denunciaban que la reestructuraci¨®n financiera aprobada el d¨ªa anterior por la C¨¢mara de Representantes supon¨ªa una condena a muerte para el sector financiero y para toda la econom¨ªa chipriota.
Muchos de ellos pon¨ªan voz a un sentimiento que ahora se oye mucho en Nicosia: quiz¨¢s no fue muy inteligente rechazar la propuesta inicial que hizo el Eurogrupo el s¨¢bado pasado: una quita del 6,75% para los dep¨®sitos de hasta 100.000 euros; y del 9,99% para los que superen esa cantidad. ¡°Si los diputados hubieran dicho que s¨ª entonces, ahora no ir¨ªa a perder mi empleo en Laiki, mis ahorros y mi pensi¨®n¡±, dec¨ªa un hombre furioso.
Pero los empleados de banca no son los ¨²nicos que estos d¨ªas se preguntan qu¨¦ va a ser de su futuro. Muchos analistas predicen que, uno de los efectos de los acontecimientos de estos d¨ªas es que el PIB se desplomar¨¢ y el paro, que ahora roba el 13%, se disparar¨¢. Y j¨®venes como Kyriakos Stavrou tienen mucho que perder si este pron¨®stico se cumple.
¡°Termino la carrera el a?o que viene y estoy convencido de que no tendr¨¦ trabajo. Las grandes empresas se van a ir del pa¨ªs. Yo me quedar¨¦, pero no s¨¦ que har¨¦¡±, dice este estudiante de Empresariales. Como otros seguidores de Yorgos Lilikas ¡ªel pol¨ªtico nacionalista que qued¨® tercero en las elecciones de hace un mes en las que gan¨® Nikos Anastasiadis¡ª, este joven de 23 a?os defiende un Chipre fuerte al margen de Europa. Dos de cada tres chipriotas abogan por salir del euro. ¡°La troika nos est¨¢ matando. Si tenemos que pedir ayuda fuera, mejor ir a Rusia¡±, desaf¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.