Los rusos hacen las maletas para irse de Chipre
Con sus ojos verdes, sus pesta?as postizas y sus pantalones de estampado de leopardo, Angelika Gulbiakova atiende en su oficina de Nicosia en perfectos griego e ingl¨¦s, aunque con un ligero acento eslavo. Lleva 17 a?os en Chipre y forma parte de la comunidad rusa afincada en la isla mediterr¨¢nea.
En la d¨¦cada de 1990, el proceso de privatizaci¨®n y venta de los restos del Estado sovi¨¦tico -promovido por el mismo Fondo Monetario Internacional que ahora forma parte de la troika que asiste a Chipre- cre¨® una clase de ricos empresarios.
Muchos de ellos enviaron sus fondos a Chipre pues a sus bajos impuestos y altos intereses a?ad¨ªa la existencia de un tratado contra la doble imposici¨®n firmado con Mosc¨² en 1982, lo que lo convert¨ªa en una base perfecta para hacer negocios a salvo de posibles reclamaciones de las autoridades rusas.
En torno al aeropuerto de L¨¢rnaca multitud de carteles anuncian vidas de lujo y oportunidades de inversi¨®n en ingl¨¦s y en ruso -tambi¨¦n comienza a haberlos en chino y ¨¢rabe- ya que alrededor de las florecientes empresas rusas se ha instalado una comunidad de expatriados procedentes de Rusia, que actualmente suma al menos 10.000 de los 800.000 habitantes de Chipre.
Gulbiakova es jefa de ventas de una agencia de viajes que trabaja fundamentalmente con rusos residentes en Chipre: "?ltimamente nos llaman muchas familias y piden presupuesto para mudarse de aqu¨ª. Pero muchos est¨¢n confusos: preguntan, reservan, cancelan, vuelven a reservar".
"Los ¨²nicos rusos que llegan ahora a Chipre son aquellos que vienen para llevarse su dinero", asegura.
El Gobierno ruso, aunque termin¨® por aceptar a rega?adientes el plan del Eurogrupo -que provocar¨¢ p¨¦rdidas de entre el 40 % y el 80 % a los titulares de cuentas con m¨¢s de 100.000 euros en el Banco de Chipre y en el Popular-, asegur¨® por boca de su primer ministro, Dmitri Medvedev, que la quita de dep¨®sitos es "un robo" y se parece a las "expropiaciones de los bolcheviques".
Diferentes c¨¢lculos apuntan a que ciudadanos rusos disponen de unos 15.000 millones de euros en cuentas en Chipre pero no est¨¢ claro que sea en los bancos que sufrir¨¢n la quita; adem¨¢s, el 40 % de la inversi¨®n extranjera procede de Rusia.
Por lo pronto hay sospechas de que parte del gran capital depositado en los bancos chipriotas -no s¨®lo ruso- podr¨ªa haber escapado durante el corralito, aunque el Banco Central de Chipre no ha ofrecido datos.
A pesar de que todos los bancos permanecieron cerrados durante 13 d¨ªas y s¨®lo se permit¨ªa retirar un monto limitado de dinero en los cajeros autom¨¢ticos, s¨ª se autorizaron transferencias para empresas con pagos urgentes y para aquellas que justificaron su necesidad por razones humanitarias y compra de medicinas o combustible.
Adem¨¢s, las sucursales del Banco Popular y la empresa subsidiaria del Banco de Chipre en Londres y de Uniastrum Bank -perteneciente al grupo Banco de Chipre- en Mosc¨², permanecieron abiertas durante el corralito y no establecieron l¨ªmites a la retirada de dinero.
Una fuente aeroportuaria inform¨® a Efe de que durante la primera semana del cierre bancario, unos 40 aviones privados, en su mayor¨ªa rusos, aterrizaron en el aeropuerto de L¨¢rnaca y volvieron a despegar al cabo de unos d¨ªas.
Desde Limassol, la ciudad chipriota donde habita la mitad de la comunidad rusa, un arquitecto explica a Efe que los dos clientes rusos con los que trabaja su empresa "no han dado se?ales de vida en dos semanas".
Y, de hecho, el alcalde de esta localidad, Andreas Jristu, ha expresado temor a que muchas empresas rusas abandonen la isla.
En declaraciones a Efe, el arzobispo de Chipre, Jris¨®stomos II, reconoce que algunos rusos partir¨¢n del pa¨ªs, aunque manifiesta su esperanza de que "bastantes de ellos se queden" y explica que utilizar¨¢ sus estrechos lazos con Rusia para buscar apoyo.
Los chipriotas echan ya cuentas de lo que les costar¨¢ la huida de sus amigos de Rusia, como Melania, que regenta un humilde comercio de venta de comestibles rusos en la parte antigua de Nicosia: champ¨¢n ruso, galletas rusas, salami ruso.
Melania es de etnia griega pero naci¨® en Georgia, cuando este pa¨ªs a¨²n formaba parte de la URSS. Con la ca¨ªda del sistema socialista emigr¨® a Grecia y despu¨¦s a Chipre, donde ha vivido los ¨²ltimos catorce a?os.
"El 90 % de nuestros clientes son rusos que trabajan en grandes empresas. Todos nos dicen que esto que se les ha hecho es un robo pero que, en cuanto se levanten las restricciones, se ir¨¢n con su dinero", afirma.
"Si se van, nosotros tambi¨¦n tendremos que cerrar, porque los chipriotas que entran aqu¨ª, apenas saben qu¨¦ es lo que vendemos", lamenta.
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