Jap¨®n lanza su revoluci¨®n monetaria
El gobernador Kuroda hace suya la estrategia de Bernanke con inyecciones masivas de liquidez Duplica el balance del banco central para situarlo en el equivalente al 55% del PIB en 2014
Pocas veces un estreno en un cargo de una instituci¨®n econ¨®mica hab¨ªa resultado tan apabullante y dr¨¢stico. Apenas dos semanas despu¨¦s de tomar las riendas del Banco de Jap¨®n, Harukiro Kuroda anunci¨® el pasado jueves una de las mayores inyecciones monetarias que se recuerdan en la historia de los bancos centrales y que supone insuflar a la econom¨ªa el equivalente al 30% del PIB en solo dos a?os. Con esta estrategia, el banco central de la tercera econom¨ªa del mundo espera poner fin a m¨¢s de 15 a?os de deflaci¨®n y depresi¨®n econ¨®mica, aunque para ello haya tenido que abrir la caja de pandora, con los riesgos ¡ªalgunos desconocidos¡ª que conlleva.
Arranca, as¨ª, la historia del nuevo Banco de Jap¨®n, como lo definen los analistas. El comit¨¦ del banco central japon¨¦s ha apostado por una nueva fase de relajaci¨®n monetaria, tanto en t¨¦rminos cuantitativos como cualitativos. El objetivo es situar la inflaci¨®n en el 2% cuanto antes, a m¨¢s tardar en un plazo de dos a?os. S¨®lo como referencia, los precios cayeron en enero, en tasa interanual un 0,2% y excluidos los precios m¨¢s vol¨¢tiles de la energ¨ªa y los alimentos, el descenso fue del 0,7%.
Las medidas del nuevo plan
- La base monetaria se incrementar¨¢ a un ritmo de entre 473.000 y 552.000 millones de euros anuales. De esta forma, el volumen de la base monetaria pasar¨¢ de 1,08 billones de euros a finales de 2012 a 2,13 billones a finales de 2014, seg¨²n los c¨¢lculos de la entidad.
- Aumentar¨¢ la compra de bonos a un ritmo de unos 394.000 millones de euros al a?o (frente a los 55.200 millones fijados en el programa actual) y se podr¨¢n adquirir t¨ªtulos con vencimiento de hasta 40 a?os. As¨ª, la vida media de los bonos adquiridos por la autoridad monetaria se alargar¨¢ de tres a siete a?os.
- Se efectuar¨¢ un incremento anual de 79.000 millones de euros en las compras de fondos cotizados (ETF) y de 236 millones en las de fondos inmobiliarios japoneses (J-REIT).
- Se mantendr¨¢ la compra de deuda corporativa privada y se relajar¨¢n las condiciones de acceso a las entidades financieras en pr¨®ximas reuniones para impulsar el cr¨¦dito.
- Suspensi¨®n temporal de la regla de los billetes, lo que supone que el total de compras de deuda pueden superar el nivel de los billetes en circulaci¨®n de la econom¨ªa.
- Se da por finalizado el actual programa de compra de activos que estaba dotado con unos 800.000 millones de euros.
Para alcanzar ese objetivo, el banco abandona la referencia de los tipos de inter¨¦s ¡ªque ya est¨¢n pr¨®ximos a cero¡ª como principal instrumento de su pol¨ªtica y apuesta por duplicar la base monetaria, es decir, la suma del dinero en circulaci¨®n en la econom¨ªa y las reservas que las instituciones mantienen en el banco central. De esta forma espera que su volumen pasar¨¢ de los 138 billones de yenes (1,08 billones de euros) de 2012 a 270 billones (2,13 billones de euros) a finales de 2014, lo que supondr¨¢ en torno al 55% del PIB de Jap¨®n.
De esta forma, Kuroda ha hecho suya la estrategia que puso en marcha Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal estadounidense tras la ca¨ªda de Lehman Brothers, en septiembre de 2008. Aunque quiz¨¢s ser¨ªa m¨¢s apropiado decir que, en todo caso, se trata de un viaje de ida y vuelta puesto que Bernanke presume de haber estudiado en profundidad el papel de Koreikiyo Takahashi al frente del Ministerio de Finanzas de Jap¨®n entre 1931 y 1936, los a?os de la Gran Depresi¨®n, y cuyas medidas ¡°salvaron brillantemente a Jap¨®n de la depresi¨®n mundial¡±, seg¨²n el banquero estadounidense. La receta aplicada entonces ser¨ªa, traducida a la actualidad, una combinaci¨®n de est¨ªmulos fiscales, relajaci¨®n cuantitativa y depreciaci¨®n del tipo de cambio. Pero Bernanke, adem¨¢s, ha reconocido en varias intervenciones que su objetivo es evitar las consecuencias que una falta de decisi¨®n en la adopci¨®n de medidas o la retirada anticipada de los est¨ªmulos pueden tener sobre la econom¨ªa, lo que le ha sucedido a Jap¨®n desde la d¨¦cada de los a?os 90 y que explican en buena medida la situaci¨®n actual.
Porque si algo ha puesto de manifiesto la actual crisis financiera es la limitaci¨®n de los tipos de inter¨¦s ¡ªque en la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados rondan el 0%¡ª como instrumento de pol¨ªtica monetaria y que ha forzado a los bancos centrales a optar por otras medidas de relajaci¨®n para sacar a flote sus econom¨ªas. Jap¨®n llevaba muchos a?os en esa situaci¨®n y el nuevo plan va mucho m¨¢s all¨¢. Basta compararlo con lo que han hecho otros bancos centrales en este tiempo. Seg¨²n los c¨¢lculos de Estefan¨ªa Ponte, de Cortal Consors, la Reserva Federal de EE UU ha aumentado su balance un 233% desde 2007, lo que situaba a finales de febrero la base monetaria de la Reserva en el equivalente a 2,11 billones de euros. Una cifra muy parecida a la meta que ahora se ha fijado Jap¨®n, s¨®lo que EE UU tiene una econom¨ªa tres veces mayor que la nipona y lo ha llevado a cabo en un plazo de cinco a?os frente a los dos que se ha marcado Tokio. Hablamos de una avalancha de liquidez de proporciones hist¨®ricas.
¡°Kuroda lo ha hecho¡±, titulaban su informe los analistas del banco de inversi¨®n japon¨¦s Nomura, como reflejo de su propia sorpresa. ¡°Nadie cre¨ªa que Kuroda tendr¨ªa el coraje de hacer lo que ha hecho¡±, admit¨ªa el multimillonario George Soros en una entrevista con la CNBC ¡°Hay que dar un voto de confianza al Banco de Jap¨®n por su full monty de expansi¨®n monetaria¡±, se?alaba Steen Jacobsen, economista jefe de Saxo Bank, en una nota a clientes.
El banco que dirig¨ªa hasta el pasado 19 de marzo Masaaki Shirakawa estaba m¨¢s centrado en el correcto funcionamiento del mercado y en la disciplina fiscal, como explica Kiichi Murashima de Citi Research, temeroso de un r¨¢pido repunte de precios si la econom¨ªa volv¨ªa a crecer de forma sostenida o de financiar los d¨¦ficit del gobierno. Kuroda ha decidido dejar de lado los pa?os calientes y tomar de golpe, y en su primera reuni¨®n, todas las medidas necesarias para alcanzar su objetivo. Aunque para ello haya tenido que suspender la regla de los billetes, ¡°inevitablemente¡±, seg¨²n Yujiro Goto, de Nomura. Esa regla, implantada en 2001 por la entidad, obligaba a la autoridad monetaria a situar el total de las compras de bonos por debajo del volumen de billetes en circulaci¨®n. Con la nueva oleada de compras agresivas de bonos esa regla deja de estar en vigor, temporalmente, seg¨²n la entidad.
¡°Con la introducci¨®n de estas medidas, el Banco de Jap¨®n est¨¢ siendo muy contundente para impulsar el crecimiento y lograr que la inflaci¨®n se sit¨²e en el 2% lo antes posible¡±, asegura Jos¨¦ Ram¨®n D¨ªez Guijarro, profesor de Entorno Econ¨®mico de IE Business School. ¡°No obstante, el Banco y en particular Kuroda se han plegado de lleno a la presi¨®n del Gobierno de [Shinzo] Abe en la primera oportunidad que han tenido para ello, menoscabando la independencia del banco central¡±, advierte.
Abe gan¨® las elecciones del pasado mes de diciembre con una decidida apuesta porla recuperaci¨®n de la econom¨ªa, con un plan basado tres pilares: est¨ªmulos fiscales, una pol¨ªtica monetaria agresiva para lograr que la inflaci¨®n se sit¨²e en el 2% y un plan de reformas estructurales. Es la Abeconom¨ªa, como lo denominan los analistas. Su plan le llev¨® incluso, a plantear acabar con la independencia del banco central, uno de los paradigmas econ¨®micos de las ¨²ltimos d¨¦cadas y por la que mantuvo un agrio enfrentamiento con el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, el pasado mes de enero. ¡°Intencionadamente o no, con la intereferencia del gobierno en la pol¨ªtica del banco central Jap¨®n puede desatar una guerra de divisas¡±, advert¨ªa entonces Weidmann.
Desde su llegada al gobierno Abe no ha ocultado su intenci¨®n de propiciar una devaluaci¨®n del yen con el objetivo de impulsar sus exportaciones, en directa competencia con sus vecinos de Corea del Sur y China. Entre enero de 2008 y el pasado mes de enero, las exportaciones japonesas han ca¨ªdo un 16,4%, seg¨²n datos de Capital Economics. Eso puede cambiar radicalmente en los pr¨®ximos meses ya que en lo que va de a?o el yen ha perdido un 11% de su valor y solo desde que se conoci¨® el plan del Banco de Jap¨®n, la divisa ha retrocedido un 2,5%, hasta las 97,57 unidades por d¨®lar y los 126,79 yenes por euro del cierre del pasado viernes.
Jeremy Hale, de Citi Research, calcula que el yen puede situarse en las 115 unidades por d¨®lar a finales de 2014. Pero Hale advierte: ¡°Claramente, esto depender¨¢ en buena medida de lo que hagan otros bancos centrales, en concreto, la Reserva Federal, y de la evoluci¨®n de los bonos a 10 a?os¡±. De lo que no cabe duda es que, dados los niveles actuales, para conseguir el objetivo del 2% de inflaci¨®n, el yen debe depreciarse mucho m¨¢s de lo que lo ha hecho hasta el momento. Y no est¨¢ nada claro que el resto de las grandes potencias mundiales vayan a permitir a Jap¨®n semejante ventaja en un momento en el que el desapalancamiento interno de las econom¨ªas industrializadas hace de las exportaciones el motor so?ado de la recuperaci¨®n.
¡°En esta semana en la que ha habido reuniones de varios bancos centrales, la principal conclusi¨®n es la inexistencia de cualquier tipo de coordinaci¨®n en sus decisiones¡±, se?ala D¨ªez Guijarro, del IE Business School. ¡°Estas divergencias en la filosof¨ªa de los grandes bancos centrales van a tener, sin duda, efectos muy importantes en el comportamiento de los mercados financieros de los pr¨®ximos a?os, tras d¨¦cadas en las que existi¨® una visi¨®n muy homog¨¦nea sobre el papel que deben jugar. Y ya veremos qui¨¦n tiene raz¨®n¡±.
No falta quienes dudan de que, pese a la magnitud de las decisiones adoptadas, el Banco de Jap¨®n vaya a lograr su prop¨®sito inflacionista e incluso quienes advierten que incluso en el caso de tener ¨¦xito en su empe?o ¡°la inflaci¨®n importada por la debilidad del yen puede dar al traste con la incipiente recuperaci¨®n de la econom¨ªa¡±, como advierten los analistas de Capital Economics.
En esa l¨ªnea, Raymond Van Der Putten, de BNP Paribas, sostiene que la compra masiva de bonos ¡°puede provocar burbujas especulativas en el mercado¡±, con las consecuencias de todos conocidas. Lo cierto es que hay pocos precedentes de una pol¨ªtica monetaria tan agresiva y aplicada en tan poco tiempo y lo que temen los expertos es que ¡°una vez que el genio salga de la l¨¢mpara veremos lo que pasa¡±, como sostiene D¨ªez Guijarro.
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