La fiscalidad necesaria
Espa?a tiene un grave problema de d¨¦ficit p¨²blico, aunque nuestra insoportable tasa de paro y la falta de expectativas de crecimiento son problemas a¨²n mayores.
Los socialistas defendemos la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas porque defendemos un Estado fuerte, con unos servicios p¨²blicos de calidad, que funcionen bien y cuya financiaci¨®n no comprometa a las generaciones del futuro. Por ello, defendemos un sistema fiscal justo y eficiente que proporcione los recursos suficientes y que contribuya a garantizar la estabilidad presupuestaria a lo largo del ciclo econ¨®mico, lo que significa aplicar pol¨ªticas antic¨ªclicas y no bajar los impuestos cuando la econom¨ªa est¨¢ m¨¢s recalentada.
La derecha, espa?ola y europea, est¨¢n abordando este asunto con altas dosis de torpeza, injusticia y escaso ¨¦xito. Se han apropiado del concepto de la austeridad para pervertir su significado y minimizar el papel que el sector p¨²blico debe tener en una econom¨ªa avanzada para combatir desigualdades, fomentar la cohesi¨®n social y estimular el crecimiento econ¨®mico.
Por ello, el Gobierno del PP ha hecho un ajuste profundamente ideol¨®gico utilizando la crisis como excusa para privatizar o debilitar los servicios p¨²blicos esenciales.
Es el momento de un reparto justo para salir de la crisis sin llevarnos el Estado social por delante
La verdad es que el principal causante de nuestro d¨¦ficit no es un gasto p¨²blico excesivo, sino la debilidad de nuestro sistema impositivo. El gasto p¨²blico no financiero de la zona euro es del 49,1% del PIB, y el de Espa?a es del 45,2%, cuatro puntos inferior, mientras pa¨ªses n¨®rdicos con econom¨ªas muy competitivas superan el 55%.
Por tanto, el gasto p¨²blico no financiero es comparativamente bajo en Espa?a. Otra cuesti¨®n es si se gasta de la mejor manera posible. Para un partido progresista como el nuestro, la eficiencia del gasto p¨²blico es un principio fundamental, porque los que defendemos un Estado fuerte, con unos servicios p¨²blicos de calidad, somos los primeros interesados en garantizar su financiaci¨®n y en que funcionen bien, lo que, sin duda, requiere de Administraciones eficientes y eficaces.
En consecuencia, hay que mejorar la eficiencia de cada euro gastado, pero no ajustar el d¨¦ficit recortando el gasto p¨²blico, porque en un momento de gran debilidad de la demanda y con un desempleo insostenible solo conduce, como estamos viendo, a un mayor empobrecimiento de la poblaci¨®n, a m¨¢s paro y a un abismo fiscal.
Por eso, el Partido Socialista defiende que otra pol¨ªtica es posible para salir de la crisis centrando el ajuste en la recuperaci¨®n de los ingresos mediante una reforma fiscal ambiciosa, progresista, realista, y eficiente, basada en los sistemas fiscales m¨¢s avanzados del mundo.
?Y por qu¨¦ es necesaria una reforma fiscal?
Porque nuestra presi¨®n fiscal es casi 8 puntos inferior a la media europea.
Porque durante la crisis, Espa?a ha experimentado la mayor ca¨ªda de la presi¨®n fiscal de la zona euro, 5,4 puntos del PIB entre 2007 y 2011, solo superada por Bulgaria, mientras que en la Uni¨®n Europea la presi¨®n fiscal retroced¨ªa 0,5 puntos de media y en pa¨ªses como Francia, Grecia, Finlandia, Austria, B¨¦lgica o Portugal, crec¨ªa.
Porque la econom¨ªa sumergida en Espa?a es notablemente superior a la de la UE-15 (19,2% del PIB en 2012 frente al 14,1%).
Porque las rentas del trabajo medias y bajas tienen un excesivo peso en los ingresos tributarios, ya que soportan el 90% de la presi¨®n fiscal, mientras las del capital tienen una reducida participaci¨®n, ya que apenas aportan el restante 10%.
Porque, en definitiva, la crisis nos ha situado ante los fallos del sistema. No todos contribuyen igual, algunos no lo hacen en absoluto y el Gobierno sigue aumentando los impuestos sobre los de siempre, perdonando los delitos cometidos por quienes nunca contribuyeron y reduciendo los derechos sociales en todos los ¨¢mbitos.
Por todo ello es necesaria una reforma, cuyas bases hemos presentado los socialistas el 13 de abril en Badajoz, para recaudar m¨¢s, para hacerlo de forma m¨¢s justa, para que la recaudaci¨®n sea m¨¢s estable y para que los impuestos no distorsionen la actividad econ¨®mica.
Una reforma tributaria en profundidad que no sube los tipos impositivos ni a las rentas del trabajo ni al ahorro de la inmensa mayor¨ªa de los contribuyentes, sino que aumenta las bases impositivas haciendo tributar justamente a las grandes fortunas, a las grandes corporaciones y a los grandes defraudadores, para que sean quienes aporten los recursos necesarios para cerrar nuestro d¨¦ficit social, financiar las inversiones y pol¨ªticas de crecimiento necesarias y contribuir m¨¢s a la sostenibilidad de las cuentas p¨²blicas.
El pilar de la reforma es la lucha contra el fraude. Esto requiere adoptar medidas en el ¨¢mbito nacional, con m¨¢s recursos para la Agencia Tributaria, reforzando su independencia y actualizando anualmente la normativa antifraude para anticiparse a los avances de la ingenier¨ªa fiscal. Y, en el ¨¢mbito internacional, planteando en la UE una ofensiva pol¨ªtica para acabar con los para¨ªsos fiscales, para mejorar el intercambio de informaci¨®n fiscal y para eliminar las licencias bancarias a las entidades que no colaboren con las autoridades tributarias.
El fraude ligado a los para¨ªsos fiscales es el m¨¢s injusto de todos los fraudes al estar al alcance fundamentalmente de los grandes patrimonios y empresas que muy frecuentemente han conseguido amasar su fortuna de manera fraudulenta, como se ha dado en casos que est¨¢n en la mente de todos. Por eso, si somos eficaces en la lucha contra el fraude fiscal, lo seremos por extensi¨®n en atacar la corrupci¨®n.
Para gravar m¨¢s a las grandes fortunas, integraremos en una figura tributaria ¨²nica, corrigiendo dobles tributaciones, la rentabilidad de toda la riqueza patrimonial de las personas a partir de un m¨ªnimo exento, ya sea mobiliaria o inmobiliaria e independientemente de donde est¨¦ invertida (sicav, fondos de inversi¨®n, etc¨¦tera). De este modo, nadie se escapar¨¢ de pagar el impuesto seg¨²n su capacidad econ¨®mica.
Tambi¨¦n queremos estimular el ahorro a medio y largo plazo y darle un tratamiento neutral para que no est¨¦ condicionado por la rentabilidad fiscal. Para ello, proponemos crear una cuenta de ahorro libre de impuestos hasta un l¨ªmite y con car¨¢cter finalista (pensiones, educaci¨®n, desempleo¡), similar al esquema utilizado en Canad¨¢.
Asimismo, es necesario limitar o eliminar la mayor parte de las deducciones fiscales que son ineficaces y regresivas, tanto en el impuesto de sociedades, que discriminan a las pymes en favor de las grandes empresas como en el IRPF, que discriminan a las rentas medias y bajas.
Tambi¨¦n debemos aproximar nuestra imposici¨®n medioambiental a la media europea, para que los impuestos, adem¨¢s de para recaudar, sirvan para combatir el cambio clim¨¢tico.
Y, por ¨²ltimo, tenemos que reforzar la contribuci¨®n a la sostenibilidad de las cuentas p¨²blicas del sector financiero. Por eso proponemos dos nuevos impuestos. Uno que desincentive la excesiva financiaci¨®n bancaria v¨ªa deuda y que gravar¨ªa el pasivo de las entidades, neto de capital y dep¨®sitos y otro que grave con un tipo especial los salarios variables y los beneficios extraordinarios de las entidades financieras, siguiendo el esquema recomendado por el FMI.
En definitiva, planteamos una reforma impositiva en profundidad, con medidas factibles basadas en figuras existentes en los pa¨ªses de mayor renta per c¨¢pita del mundo, como Canad¨¢ y Holanda. Una reforma para recaudar m¨¢s, para hacerlo de forma m¨¢s justa y m¨¢s estable para que los ingresos no se desplomen en las fases recesivas de la econom¨ªa y para que los impuestos no distorsionen la actividad econ¨®mica.
Es el momento de un reparto justo para salir de la crisis sin llevarnos el Estado social por delante y de dotarnos de un sistema tributario justo, moderno, estable y eficiente que genere ingresos suficientes y facilite la actividad econ¨®mica. J
Inmaculada Rodr¨ªguez-Pi?ero es secretaria federal de Econom¨ªa y Empleo del PSOE.
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