Claro que se puede crear empleo, si se quiere
Es falso que no se pueda hacer nada para combatir el paro y crear empleo, salvo esperar a que escampe la recesi¨®n, a lo que parece resignarse la jerarqu¨ªa.
Para ello ser¨ªa clave que se enviase un mensaje macroecon¨®mico compacto, no fragmentado, no contradictorio, menos confuso. Esta semana el presidente del Gobierno les dijo a los del Instituto de Empresa Familiar que sobre los est¨ªmulos, ¡°depende¡±. O sea, que ellos entendieron que ¡°llevamos gran dosis de ajuste, poca de reformas y nada de est¨ªmulos¡±.
Hay 747 agencias de colocaci¨®n a la espera de convenios y de presupuesto
Hace muy poco Mariano Rajoy parec¨ªa buscar ese est¨ªmulo (aunque exterior) y semirenegaba de los efectos de (su) pol¨ªtica de austeridad. Le dec¨ªa a Angela Merkel, casi s¨²bitamente keynesiano, que ¡°es el momento,¡± ahora que ¡°se da una necesidad de crecimiento¡±, de que las locomotoras ¡°hagan pol¨ªticas de crecimiento¡± (Financial Times, 16 de enero). O sea, de est¨ªmulo.
Y estos d¨ªas, al aprobar el viernes y enviar anteayer a Bruselas su nuevo Programa Nacional de Reformas, insist¨ªa a restrictivos y expansionistas que la poci¨®n m¨¢gica son ¡°las reformas¡±. A saber qu¨¦ reformas, porque su compendio no es un Programa de Reformas sino un Plan de Reprogramaci¨®n de Retrasos, de Reformas Fuera de Plazo, reperiodificadas y con un poco de r¨ªmel. S¨®lo trae una novedad: el anuncio de una ley para desligar los precios p¨²blicos de la inflaci¨®n. O sea, un conjunto vac¨ªo.
Para crear empleo se necesita saber d¨®nde, una vez arrasada la construcci¨®n: ?con qu¨¦ la sustituimos? El qui¨¦n es claro: sobre todo los empresarios. El d¨®nde se intuye desde hace tiempo ¡ªla Comisi¨®n ha publicado varios an¨¢lisis desde el Libro Blanco de 1993¡ª, aunque el Programa gubernamental eluda esa cuesti¨®n clave.
Los grandes yacimientos de empleo posible est¨¢n en los servicios de atenci¨®n directa a las personas y en los servicios inform¨¢ticos/comunicacionales de la sociedad de la informaci¨®n. Alg¨²n experto m¨¢s reconocido en la UE que en el terru?o, como Joan Maj¨®, augura que entre ambos subsectores generar¨¢n el 80% del empleo (No m'ho crec, La Magrana, Barcelona, 2009).
Sea esa u otra la proporci¨®n, la pregunta de qu¨¦ nichos pueden crear puestos de trabajo es esencial. Hay que mojarse balizando prioridades, hay que apostar por algo. Quiz¨¢ por algo m¨¢s elaborado que la un poco boy scout Ley de Econom¨ªa Sostenible (dependencia, energ¨ªas renovables, nuevas tecnolog¨ªas) de Sebasti¨¢n/Zapatero o su plan E de urgencia. Pero por algo. Desde entonces, el Gobierno no explica qu¨¦ pretende que sea la econom¨ªa espa?ola cuando sea mayor.
Si no se sabe si es bueno lanzar est¨ªmulos selectivos al crecimiento mientras se practica una austeridad moderada y se emprenden reformas de verdad (las Diputaciones cuestan mil millones al a?o, los consejos comarcales de Catalu?a, 500: todo prescindible) entonces no es raro que el texto del Programa de Reformas nada concreto diga de los proyectos estrella. De la Agenda Digital (p¨¢g. 70), ni un instrumento, ni un apunte de financiaci¨®n: brindis al sol. Y de la lucha contra el desempleo (p¨¢g. 84), otro tanto.
Hay tarea. Si un 57,22% de los j¨®venes menores de 25 a?os est¨¢n parados y s¨®lo el 18% de los que tienen estudios no encuentran empleo, hay que hacer: formar. Si los servicios p¨²blicos de empleo espa?oles recolocan entre un 2,5% y un 10% de los parados y los brit¨¢nicos un 60%, hay labor.
Pero no s¨®lo del sector p¨²blico. Desde que el 31 de diciembre de 2010 el anterior Gobierno regul¨® las agencias privadas de colocaci¨®n (real decreto 1796/2010), se han registrado 747, tras arduo proceso. Los privados cumplieron. Todo est¨¢ a punto para que funcionen y crezca el 10% de recolocaciones: s¨®lo falta, ay, que las administraciones firmen los correspondientes convenios, para lo que s¨®lo falta que se prevea... una m¨ªnima partida presupuestaria.
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