Desempleo ?juvenil?
En Espa?a, el n¨²mero de j¨®venes que buscan empleo se sit¨²a en la media de la OCDE Aqu¨ª el problema es de paro, sin adjetivos
Se ha convertido en un lugar com¨²n citar la cifra de desempleo juvenil de Espa?a cada vez que se habla de las consecuencias de la crisis econ¨®mica en Europa. La muletilla ¡°el desempleo juvenil espa?ol ya supera el 50%¡± se ha popularizado entre los opinadores de The New York Times, los pol¨ªticos de la Uni¨®n Europea o los expertos de los m¨¢s variados think tanks. La insistencia en este dato puede conducir al error de pensar que los j¨®venes espa?oles tienen, respecto al resto de la poblaci¨®n, una situaci¨®n mucho peor que en otros pa¨ªses de nuestro entorno. Pero en este sentido, Espa?a no tiene un problema de desempleo juvenil. El problema lo tienen pa¨ªses como Italia, Luxemburgo o Suecia, cuya tasa de desempleo juvenil es m¨¢s de tres veces la tasa de desempleo global. En Espa?a, la tasa de desempleo juvenil es aproximadamente dos veces la tasa de desempleo general, lo que la sit¨²a en la media de la OCDE y por debajo de Francia, Reino Unido o Noruega. Espa?a lo que tiene es un enorme problema de desempleo, sin adjetivos.
En segundo lugar, ligar el desempleo juvenil espa?ol con la crisis actual no proporciona una visi¨®n adecuada de las causas. Nuestro desempleo tiene un componente estructural muy fuerte. De hecho, el desempleo juvenil ha sido de media un 33% durante los ¨²ltimos 30 a?os, habiendo rondado el 50% en las dos crisis anteriores. Por tanto, la soluci¨®n tiene que estar fundamentalmente ligada a reformas estructurales.
En esta situaci¨®n es l¨®gico que los j¨®venes espa?oles, en particular los m¨¢s formados, emigren a otros pa¨ªses en b¨²squeda de oportunidades. La emigraci¨®n no se produce solo por la dificultad de encontrar trabajo, sino tambi¨¦n por el tipo de trabajos que se ofrecen, en especial a los j¨®venes m¨¢s cualificados. La OCDE se?ala que el 44% de los j¨®venes universitarios entre 25 y 29 a?os est¨¢ sobrecualificado y, por tanto, desempe?a una ocupaci¨®n para la que no har¨ªa falta su nivel de formaci¨®n.
Respecto al fen¨®meno de la emigraci¨®n de j¨®venes espa?oles cualificados, se ha creado una innecesaria pol¨¦mica. Se argumenta con frecuencia que los j¨®venes universitarios espa?oles que se van a Alemania a trabajar implican un despilfarro de los recursos p¨²blicos que los contribuyentes espa?oles han utilizado para financiar gran parte de su educaci¨®n. Esta visi¨®n es muy equivocada. En primer lugar, porque la sobrecualificaci¨®n supone un despilfarro similar de recursos y, adem¨¢s, genera un elevado nivel de frustraci¨®n en los j¨®venes. En segundo lugar, se produce una situaci¨®n parad¨®jica: al mismo tiempo que proponemos la mutualizaci¨®n de la deuda europea y nos llenamos la boca de m¨¢s Europa nos quejamos de que nuestros j¨®venes universitarios desempleados, o sobrecualificados, vayan a otros pa¨ªses de la UE a trabajar. Esto indica claramente que ni nosotros mismos nos creemos la idea de Europa. En tercer lugar, deber¨ªamos fijarnos en las placas que adornan muchas de nuestras universidades. Por ejemplo, cuando se entra en el edificio de mi universidad se ve r¨¢pidamente la placa que certifica que fue financiado con Fondos FEDER; por tanto, con dinero de Alemania. Ser¨ªa l¨®gico que los financiadores obtuvieran una rentabilidad por aquellas inversiones. Esto les convencer¨ªa de que su apoyo financiero es productivo.
La sobrecualificaci¨®n supone un despilfarro de recursos y genera un alto nivel de frustraci¨®n
Adem¨¢s, una estrategia basada en la formaci¨®n de universitarios, aunque fuera para trabajar en otros pa¨ªses de la UE, supondr¨ªa una modificaci¨®n muy deseable del modelo productivo tradicional. Espa?a lleva tiempo buscando un sector de actividad que produzca mucho valor a?adido y evite que la econom¨ªa vuelva a depender del sector inmobiliario para crecer. ?Qu¨¦ mejor que producir universitarios, que parece que en otros pa¨ªses son una mano de obra mucho m¨¢s apreciada que en Espa?a? Con el a?adido de que esta actividad genera grandes externalidades que podr¨ªa facilitar que la econom¨ªa espa?ola cambiara su especializaci¨®n hacia sectores innovadores. Uno de los principales problemas que justifican el desempleo de los j¨®venes con mayor nivel de cualificaci¨®n es que muchos empresarios, que tienen un nivel educativo menor que la poblaci¨®n en general, no ven rentable la contrataci¨®n de j¨®venes cualificados. El aumento de los j¨®venes universitarios entre los emprendedores podr¨ªa favorecer tambi¨¦n una comprensi¨®n mejor de los beneficios de la contrataci¨®n de trabajadores cualificados frente a centrarse simplemente en su coste.
Por si todo esto fuera poco, existe otro intangible generado por esta estrategia productiva que tiene un enorme valor frente al desempleo estructural: favorecer¨ªa la movilidad laboral. Esta es una de las principales rigideces del mercado laboral espa?ol. Cuando la EPA preguntaba por la disponibilidad a cambiar de residencia para obtener un empleo, casi el 80% se?alaba de los encuestados se?alaban que no estar¨ªan dispuestos. Entre los j¨®venes esta proporci¨®n era algo inferior, pero todav¨ªa muy elevada (72%). Nuestras encuestas sobre inserci¨®n laboral de los j¨®venes indican que est¨¢n dispuestos a aceptar un salario significativamente inferior si pueden encontrar un trabajo en su lugar de residencia. Un factor fundamental en la explicaci¨®n de esta cultura de resistencia al cambio de residencia es la elevada proporci¨®n de propietarios de vivienda en Espa?a. Varios trabajos recientes muestran que cuanto menor es el mercado de viviendas en alquiler, mayor es la tasa de desempleo.
El incremento del mercado de alquiler de viviendas favorecer¨¢ la movilidad laboral
Por suerte, todos los factores en el mercado inmobiliario espa?ol apuntan en la direcci¨®n de un incremento sustancial de la proporci¨®n de vivienda en alquiler en Espa?a. Por el lado de la oferta, la dificultad de revender viviendas compradas con el objeto de especular con ganancias de capital en el corto plazo forzar¨¢ a sus propietarios a ponerlas en el mercado de alquiler. Adem¨¢s, es previsible que la aprobaci¨®n de la Ley de Medidas de Flexibilizaci¨®n y Fomento del Mercado del Alquiler reduzca las reticencias de los propietarios de viviendas vac¨ªas a ponerlas en el mercado del alquiler. Por el lado de la demanda, la reducci¨®n de la renta disponible de las familias, las dificultades para la obtenci¨®n de hipotecas, el aumento de los tipos de inter¨¦s de los cr¨¦ditos hipotecarios (por el aumento del diferencial sobre el eur¨ªbor), el recuerdo de la experiencia reciente de la ca¨ªda de precios de la vivienda, las expectativas de que sigan cayendo, el aumento de los impuestos relacionados con la compraventa de viviendas y la eliminaci¨®n de las desgravaciones a la compra de vivienda favorecen la tenencia en alquiler frente a la compra.
Por tanto, la propia crisis inmobiliaria espa?ola puede generar en el medio plazo los procesos necesarios para una recuperaci¨®n m¨¢s saludable de la econom¨ªa partiendo de su estructura productiva. La sustancial contracci¨®n inmobiliaria reduce el incentivo de los j¨®venes a abandonar tempranamente el sistema educativo, como se observa en los datos recientes de fracaso escolar. El incremento del mercado de alquiler de viviendas favorecer¨¢ la movilidad laboral y permitir¨¢ reducir el desempleo y su variabilidad regional. Si nos dejamos de chovinismos y de protecci¨®n del status quo y nos ponemos a mejorar la formaci¨®n y la investigaci¨®n de nuestras universidades podr¨ªamos llegar a ser el vivero de trabajadores cualificados de la UE. Las externalidades generadas por esta especializaci¨®n, y la potencial vuelta de muchos de los emigrantes, acabar¨ªan de reconducir la estructura productiva hacia un modelo sostenible y rentable econ¨®mica y socialmente.
Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universitat Pompeu Fabra.
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