El club del rencor
La ¨²nica forma de entender la negativa a ampliar Medicaid es verla como un acto de puro rencor
Los republicanos de la C¨¢mara de Representantes han votado 37 veces a favor de revocar la ObamaRomneyCare, la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, que crea un sistema nacional de seguros sanitarios similar al que tiene Massachusetts desde 2006. No obstante, casi toda la ley entrar¨¢ plenamente en vigor a principios del a?o que viene.
Hay, sin embargo, una forma de obstrucci¨®n que sigue estando al alcance del Partido Republicano. El a?o pasado, el fallo del Tribunal Supremo que confirmaba la constitucionalidad de la ley tambi¨¦n otorgaba a los estados el derecho de no aplicar uno de los elementos del plan, una ampliaci¨®n de Medicaid financiada por Gobierno federal. Efectivamente, algunos estados dominados por los republicanos parecen dispuestos a rechazar la ampliaci¨®n de Medicaid, al menos al principio.
?Y por qu¨¦ querr¨ªan hacer eso? No van a ahorrar dinero. Al contrario: perjudicar¨¢n sus propios presupuestos y deteriorar¨¢n sus econom¨ªas. Y el rechazo a Medicaid tampoco sirve a ning¨²n fin pol¨ªtico claro. Como explicar¨¦ despu¨¦s, probablemente perjudique a los republicanos durante los a?os venideros.
No, la ¨²nica forma de entender la negativa a ampliar Medicaid es verla como un acto de puro rencor. Y el coste de ese rencor no solo va a traducirse en d¨®lares perdidos; tambi¨¦n se traducir¨¢ en un sufrimiento gratuito para algunos de los ciudadanos m¨¢s vulnerables.
Una breve introducci¨®n: la Obamacare se sostiene sobre tres pilares. Primero, las aseguradoras deben ofrecer la misma cobertura a todo el mundo independientemente de su historial m¨¦dico. Segundo, todo el mundo debe contratar un seguro ¡ªla famosa ¡°obligatoriedad¡±¡ª, de modo que las personas j¨®venes y sanas no puedan optar por esperar a hacerse mayores o enfermar para asegurarse. Tercero, las primas estar¨¢n subvencionadas, a fin de que todo el mundo pueda permitirse el seguro. Y este sistema entra en vigor el a?o que viene, les guste o no a los republicanos.
Seg¨²n este sistema, por cierto, algunas personas ¡ªfundamentalmente individuos j¨®venes y sanos que ahora mismo no est¨¢n asegurados por sus empresas y cuyos ingresos son demasiado altos para beneficiarse de las subvenciones¡ª terminar¨¢n pagando m¨¢s por el seguro de lo que pagan ahora. La gente de derechas est¨¢ proclamando a bombo y platillo este detalle como si fuera una especie de horrible sorpresa, cuando de hecho, todo el mundo lo sab¨ªa perfectamente desde que empez¨® el debate. Y, por lo que sabemos, se trata de un n¨²mero reducido de personas que, por definici¨®n, son relativamente adineradas.
Aqu¨ª tenemos un caso en el que los pol¨ªticos gastan mucho dinero en hacer da?o a los pobres
Volvamos a la ampliaci¨®n de Medicaid. La Obamacare, como acabo de explicar, cuenta con subvenciones para hacer que los estadounidenses con rentas bajas puedan permitirse un seguro m¨¦dico. Pero ya tenemos un programa, Medicaid, que proporciona cobertura sanitaria a los estadounidenses con rentas muy bajas, a un coste que las aseguradoras privadas no pueden igualar. De modo que la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, con buen criterio, recurre a una ampliaci¨®n de Medicaid en vez de al sistema de seguro obligatorio m¨¢s subvenci¨®n para garantizar la asistencia a los pobres y casi pobres.
Pero Medicaid es un programa conjunto del Gobierno federal y los estados, y el Tribunal Supremo ha permitido a los estados no llevar a cabo la ampliaci¨®n si no quieren. Y parece que algunos estados van a aprovechar esta ¡°oportunidad¡±. ?Qu¨¦ va a significar esto?
Un nuevo estudio de RAND Corporation, una instituci¨®n investigadora no partidista, analiza las consecuencias de que 14 estados cuyos gobernadores han declarado estar en contra de la ampliaci¨®n de Medicaid rechacen efectivamente la ampliaci¨®n. El estudio llega a la conclusi¨®n de que la consecuencia ser¨ªa un tremendo golpe econ¨®mico: los estados que la rechacen perder¨ªan m¨¢s de 8.000 millones de d¨®lares de ayudas federales y tambi¨¦n se ver¨ªan en la tesitura de tener que pagar unos 1.000 millones de d¨®lares m¨¢s para cubrir las p¨¦rdidas en las que incurrir¨ªan los hospitales al tratar a quienes no est¨¦n asegurados.
Mientras tanto, al rechazar Medicaid se negar¨¢ cualquier cobertura sanitaria a unos 3,6 millones de estadounidenses y, de estas v¨ªctimas, pr¨¢cticamente todas estar¨¢n viviendo cerca del umbral de pobreza o por debajo de ¨¦l. Y dado que la experiencia nos demuestra que la ampliaci¨®n de Medicaid va asociada a una disminuci¨®n considerable de la mortalidad, esto se traducir¨ªa en much¨ªsimas muertes evitables: unas 19.000 al a?o, seg¨²n calcula el estudio.
Piensen en ello un minuto. Una cosa es que los pol¨ªticos se nieguen a gastar dinero en ayudar a los pobres y los vulnerables; esa es la historia de siempre. Pero aqu¨ª tenemos un caso en el que, en la pr¨¢ctica, los pol¨ªticos est¨¢n gastando grandes cantidades, en forma de ayuda rechazada, no en ayudar a los pobres sino en hacerles da?o.
Y como he dicho, ni siquiera tiene sentido como pol¨ªtica c¨ªnica. Si la Obamacare funciona (y funcionar¨¢), millones de votantes con rentas medias ¡ªla clase de personas que podr¨ªa apoyar a cualquiera de los dos partidos en futuras elecciones¡ª disfrutar¨¢n de grandes beneficios, incluso en los estados que rechacen la ampliaci¨®n. As¨ª que este rechazo no va a desprestigiar la reforma sanitaria. Lo que puede que s¨ª haga, sin embargo, es dejar claro a los votantes con rentas m¨¢s bajas ¡ªmuchos de ellos no blancos¡ª lo poco que al Partido Republicano le importa su bienestar, y aumentar la ya considerable ventaja que el Partido Dem¨®crata le saca, especialmente entre los latinoamericanos.
En otras palabras, racionalmente, los republicanos deber¨ªan aceptar su derrota en el terreno sanitario, al menos por ahora, y pasar a otra cosa. Sin embargo, su resentimiento parece anular todas las dem¨¢s consideraciones. Y millones de estadounidenses pagar¨¢n el precio.
Paul Krugman es premio Nobel 2008 y profesor de Econom¨ªa en Princeton
? New York Times Service 2013
Traducci¨®n News Clip
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