Nuevas normas para viejos caladeros
La Uni¨®n Europea aprueba una reforma pesquera a medio camino entre los intereses del sector y los ecologistas
Tras m¨¢s de dos a?os de negociaciones, la presidencia irlandesa de la UE ha cumplido su compromiso: sacar adelante la reforma de la Pol¨ªtica Pesquera Com¨²n. No era f¨¢cil llegar a un acuerdo. La Comisi¨®n se enfrentaba a la necesidad de aprobar una reforma dura para superar la sobreexplotaci¨®n que afecta a una parte muy importante de los caladeros y disipar la sombra de fracaso sobre la gesti¨®n pesquera aplicada en la ¨²ltima d¨¦cada.
Un hecho llama la atenci¨®n poderosamente: hay parte de la sobredimensionada flota europea a la que a?o tras a?o se le han ido recortando las posibilidades de pesca a pesar de pertenecer a pa¨ªses donde sigue creciendo la demanda. Esta tiene que atenderse fundamentalmente a base de importaciones de terceros pa¨ªses. Espa?a es el ejemplo m¨¢s significativo, con un consumo de 1,6 millones de toneladas anuales de pescado y unas importaciones de casi 900.000.
Aunque la reforma abarca todos los aspectos de la pol¨ªtica pesquera, desde las capturas a la comercializaci¨®n, los ejes son la gesti¨®n del esfuerzo pesquero y la sostenibilidad de los recursos, con los descartes como centro. En un momento en que escasean los recursos, no ten¨ªa justificaci¨®n moral o econ¨®mica que cada a?o se devolviera al mar una media del 20% de las capturas (en algunas pesquer¨ªas ese porcentaje llegaba al 70%) al no estar incluidas esas especies entre las capturas autorizadas, bien por superar cuotas o por razones comerciales por su escaso valor en el mercado.
La reforma aprobada contempla una nueva pol¨ªtica de descartes que entrar¨¢ en vigor, seg¨²n especies, entre 2015 y 2017. Frente a la situaci¨®n actual, que permite a la flota tirar por la borda toda la pesca capturada que no interese, la nueva reglamentaci¨®n solamente permitir¨¢ descartar un 7% de todas las especies para las que el barco disponga de cuota. En un plazo de cuatro a?os, ese porcentaje se ir¨¢ reduciendo, hasta situarse en solamente el 5%. Las especies capturadas para las que no se disponga de cuota se deber¨¢n desembarcar de forma obligatoria. Bruselas contempla el empleo de m¨¦todos de seguimiento por sat¨¦lite e incluso de observadores a bordo para vigilar el cumplimiento de esas medidas. Al sector se le da la posibilidad de computar hasta en un 9% esas capturas de especies sin cuota a cuenta de las cuotas que disponga en otras especies, o de asignar esas capturas hasta en un 10% a la cuota disponible para la campa?a siguiente.
Se fijan techos para los descartes (pescados de especies con cuota que se tiran al mar)
Para una flota que disponga de cuotas elevadas para todas las especies, la medida puede no suponer un problema. Pero para Espa?a, cuya flota dispone de cuotas bajas y no para todas las especies, su aplicaci¨®n puede provocar la paralizaci¨®n de las flotas varios meses al a?o.
Desde la Cooperativa de Armadores de Vigo, por ejemplo, se destacan las dificultades que tendr¨¢ la flota que faena en aguas del Gran Sol, al norte de la UE. En esas aguas, Espa?a dispone de cuotas para las especies m¨¢s importantes, merluza, gallo y rape. Pero en la misma red, al margen de que se hagan m¨¢s selectivas las artes de pesca, entran otras especies para las que Espa?a carece de cuota, como solla, merl¨¢n, eglefino, bacalao, ochavo, lenguado y carbonero. Estas especies, que hasta ahora se tiraban al mar, en el futuro se deber¨¢n meter en las bodegas y descargar en puerto. La nueva exigencia puede suponer que esos barcos llenen r¨¢pidamente sus bodegas de especies no deseadas, tengan que volver a puerto y que adem¨¢s se queden sin cuota para las especies que realmente quieren capturar, como merluza, gallo o rape.
Ante este cambio en la pol¨ªtica de descartes, el sector reclama ya un aumento de cuotas para Espa?a, algo que se deja abierto en la reforma, aunque se debe negociar.
De acuerdo con los compromisos de la cumbre de Johanesburgo sobre Rendimiento M¨¢ximo Sostenible, la reforma contempla llegar al objetivo marcado para 2015. Sin embargo, ante los planteamientos del sector, en determinados casos, esa meta se aplazar¨¢ hasta 2020. Espa?a logr¨® que ese objetivo se estableciera en t¨¦rminos de mortalidad ¡ªla cantidad que se pesca cada a?o en un caladero¡ª y no por la biomasa, como ped¨ªan la comisaria y los ecologistas
Se deber¨¢n
En materia de gesti¨®n de los recursos, la reforma mantiene los planes plurianuales.
No se ha modificado el sistema de transferencia de los derechos de pesca, que seguir¨¢ siendo distinto en cada pa¨ªs y no igual a nivel comunitario, como ped¨ªa el sector espa?ol y que era una v¨ªa para mejorar sus cuotas.
La reforma deja abierta la puerta a la posibilidad de nuevos ajustes en la capacidad de las flotas y ayudas para los desguaces o la modernizaci¨®n, aunque las exigencias ser¨¢n m¨¢s duras. Bruselas podr¨ªa obligar a ajustes de flotas si un pa¨ªs no cumple con las exigencias en la gesti¨®n.
La nueva pol¨ªtica pesquera tiene una gesti¨®n centralizada frente a los intentos de renacionalizaci¨®n de varios pa¨ªses y contempla m¨¢s presencia de la UE en el exterior para lograr m¨¢s posibilidades de pesca.
El acuerdo ha sido considerado como un paso adelante por los ecologistas. En la Confederaci¨®n Espa?ola de Pesca (Cepesca) opinan que se ha perdido una ocasi¨®n para introducir cambios indispensables en la pol¨ªtica de gesti¨®n, como la estabilidad relativa. Considera la organizaci¨®n que la pol¨ªtica de descartes supondr¨¢ graves sacrificios. El Ministerio de Agricultura ha reaccionado con satisfacci¨®n.
Espa?a, discriminada
La discriminaci¨®n de la flota pesquera espa?ola en el marco comunitario no es cosa de hoy, sino algo que se arrastra pr¨¢cticamente desde antes del ingreso de Espa?a en la Uni¨®n Europea. El origen del problema es la decisi¨®n comunitaria de 1983 de aplicar el criterio de estabilidad relativa, esto es, la asignaci¨®n de las cuotas seg¨²n la media de capturas de los pa¨ªses entre 1973 y 1978, considerando la situaci¨®n especial de algunos pa¨ªses. Espa?a no ten¨ªa en aquella fecha acceso a todos los caladeros, inicialmente al Box irland¨¦s y luego tampoco a los mares del Norte y B¨¢ltico. Hoy Espa?a recibe el 6% de las cuotas en aguas comunitarias, mientras la flota supone casi el 29% en t¨¦rminos de potencia.
Espa?a ha intentado en las ¨²ltimas d¨¦cadas, sin ¨¦xito, modificar esa situaci¨®n. Todos los pa¨ªses lo rechazan. Tienen una raz¨®n de peso. Las mayores posibilidades de capturas en sus manos les han permitido en los ¨²ltimos a?os multiplicar sus ventas de pescado al mercado espa?ol.
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