"Luchamos por nuestro empleo en Sniace pero tambi¨¦n por el de nuestros hijos"
Hace 20 a?os los trabajadores de Sniace protagonizaron un encierro de 47 d¨ªas que logr¨® mantener abierta la empresa. Hoy han vuelto a encerrarse, en esta ocasi¨®n 24 horas, para reclamar que se mantengan los empleos y que la factor¨ªa no cierre, pues, entienden, que as¨ª aseguran el futuro de su comarca.
Milagros Fern¨¢ndez, una veterana trabajadora que hace 20 a?os ya particip¨® en el anterior encierro, lo tiene claro: "Luchamos por nuestro empleo en Sniace pero tambi¨¦n por el de nuestros hijos y nietos".
Y para defenderlo hoy se ha vuelto a encerrar en las instalaciones de la f¨¢brica junto a Silvia San Jos¨¦, Sandra G¨®mez, Cecilia Perrouet y las restantes 104 mujeres que componen la plantilla de la empresa, convencidas todas de que "fuera de estas puertas no hay nada" dada la situaci¨®n de crisis de la comarca.
Hace veinte a?os Milagros dej¨® a su hijo de dos a?os para encerrarse en defensa de su trabajo; hoy Silvia, Sandra y Cecilia han hecho lo mismo con los suyos, de 5 y 6 a?os y 18 meses, que quedan al cuidado de los padres, los abuelos o el marido que ha pedido un d¨ªa de vacaciones en su empresa para atender al ni?o y apoyar a su mujer.
Las primeras horas del encierro han sido de intendencia. De colocar los sacos de dormir o preparar improvisadas camas para pasar una noche que se presume dura y fr¨ªa, pero tambi¨¦n solidaria porque todos los trabajadores tienen claro que si hace 20 a?os 'levantaron' una f¨¢brica que se daba por cerrada, ahora van a conseguirlo tambi¨¦n.
"Hay que seguir luchando; no nos podemos dar por vencidos" ha asegurado Silvia San Jos¨¦, quien hace 20 a?os era una estudiante que, junto a decenas de j¨®venes de Torrelavega, acudi¨® a Sniace para apoyar el encierro de los trabajadores.
Para Sandra G¨®mez, "el ERE que pretende la direcci¨®n -para despedir a 364 trabajadores, el 67 % de la plantilla- supone la muerte de Torrelavega", ya que afectar¨¢ "a m¨¢s de 2.000 familias" de la ciudad, ya sean personal de Sniace o de otras empresas cercanas, as¨ª como tambi¨¦n de sectores como el comercio y los servicios.
Como ejemplo pone el caso de algunas compa?eras cuyos maridos est¨¢n pendientes de un expediente de regulaci¨®n en sus empresas o de otras cuyos esposos ya han pasado al desempleo por crisis en f¨¢bricas como la cercana Bridgestone.
"Lo que necesitamos es que los pol¨ªticos reaccionen. Que se pongan de acuerdo con la direcci¨®n para buscar financiaci¨®n y poner en marcha de nuevo esta f¨¢brica". As¨ª se expresa Loli L¨®pez Ruiz, otra mujer de Sniace, veterana sindicalista miembro del comit¨¦ de empresa y que hace 20 a?os vivi¨® el primer encierro.
Mientras tanto las dependencias de la porter¨ªa principal y la entrada de Sniace se acondicionan a marchas forzadas por acoger las 24 horas de vigilia de la plantilla -el encierro concluye ma?ana, jueves, a las 14.00 horas-.
Son momentos de traer lo necesario para hacer varias comidas y pasar una noche, mientras fuera de las dependencias no deja de llover, un ambiente bastante parecido al de aquel 15 de enero de 1993, cuando a las 6.00 horas de la madrugada comenz¨® el encierro de 47 d¨ªas durante los cuales, seg¨²n Loli L¨®pez Ruiz, "hizo todo el fr¨ªo del mundo".
Milagros, Silvia, Sandra, Cecilia y Loli conf¨ªan en que este simb¨®lico encierro de 24 horas suponga un paso adelante en la resoluci¨®n de la crisis de Sniace. Pero por si no lo supone, anuncian: "vamos a seguir luchando hasta el final".
Por Javier G.Paradelo
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