La CE limitar¨¢ las ayudas p¨²blicas a grandes empresas en la mayor¨ªa de las regiones

La Comisi¨®n Europea (CE) dar¨¢ a partir del pr¨®ximo a?o m¨¢s margen a los Estados miembros para conceder peque?as ayudas con las que impulsar la econom¨ªa en sus regiones, pero limitar¨¢ fuertemente los apoyos a las grandes empresas, seg¨²n las nuevas directrices que aprob¨® hoy.

Los nuevos requisitos para los subsidios regionales a grandes compa?¨ªas har¨¢n que las regiones de renta media y alta s¨®lo puedan concederlos cuando permitan crear una nueva actividad econ¨®mica, diversificar la producci¨®n o impulsar la innovaci¨®n.

Mientras, las m¨¢s pobres (aquellas cuyo PIB per c¨¢pita est¨¦ por debajo del 75 % de la media europea) podr¨¢n seguir ofreciendo subsidios a las empresas de gran tama?o como hasta ahora, un caso que en Espa?a solo beneficiar¨¢ a Extremadura y Canarias.

Las excepciones tambi¨¦n se aplican en regiones ultraperif¨¦ricas, como Canarias, o con baja densidad de poblaci¨®n.

El objetivo de Bruselas con la reforma, seg¨²n explic¨® la propia Comisi¨®n en un comunicado, es facilitar aquellos subsidios que realmente sirvan para impulsar el crecimiento y generar empleo y, a la vez, asegurar que no se malgasta dinero del contribuyente.

"En un contexto de limitaciones presupuestarias, las directrices revisadas fomentar¨¢n el crecimiento econ¨®mico promoviendo inversiones en proyectos que ofrezcan un verdadero valor a?adido para el desarrollo regional, especialmente en las regiones m¨¢s desfavorecidas de Europa", se?al¨® en la nota el vicepresidente de la CE y encargado de Competencia, Joaqu¨ªn Almunia.

El nuevo marco, que entrar¨¢ en vigor en julio de 2014, ampl¨ªa el n¨²mero de categor¨ªas exentas de notificaci¨®n a Bruselas, con lo que se pretende facilitar a los Estados miembros la inversi¨®n de peque?as ayudas.

Con esa medida, la CE busca adem¨¢s impulsar la absorci¨®n de fondos europeos, que en muchos casos cofinancian los proyectos, y centrarse en los casos m¨¢s grandes, aquellos que pueden crear verdaderos problemas para la competencia.

Ese tipo de ayudas estar¨¢n sometidas a una vigilancia m¨¢s estrecha que la actual, seg¨²n avanz¨® Bruselas.

"Las grandes ayudas ser¨¢n objeto de un an¨¢lisis en profundidad sobre su efecto de incentivo, su proporcionalidad, su contribuci¨®n al desarrollo regional y los efectos sobre la competencia", explic¨® el Ejecutivo comunitario.

Seg¨²n la CE, esos subsidios s¨®lo se autorizar¨¢n para aquellos proyectos que no se materializar¨ªan sin la ayuda, con el fin de garantizar que "el dinero p¨²blico se gasta de la forma m¨¢s eficiente".

Los criterios ser¨¢n m¨¢s estrictos con las inversiones de grandes empresas en regiones ricas, pues Bruselas considera que en muchos casos esas se producen por otros factores y las ayudas p¨²blicas suponen un desperdicio.

As¨ª, las ayudas a grandes compa?¨ªas s¨®lo se permitir¨¢n si traen nueva actividad econ¨®mica, si diversifican la producci¨®n o si suponen innovaci¨®n.

Mientras, en el caso de las regiones m¨¢s pobres (aquellas cuyo PIB por habitante est¨¢ por debajo del 75 % de la media comunitaria) se seguir¨¢n autorizando m¨¢s tipos de apoyo.

Tambi¨¦n se mantiene la posibilidad de que los Estados ofrezcan ayuda para la operaci¨®n de empresas en regiones ultraperif¨¦ricas, como Canarias, o con baja densidad de poblaci¨®n.

En conjunto, el porcentaje de regiones en las que se permitir¨¢ a los Estados miembros dar ayudas aumentar¨¢ levemente, seg¨²n explic¨® la Comisi¨®n, que se?ala que ese incremento responde a la situaci¨®n creada por la crisis econ¨®mica.

Actualmente, un 46,1 % de los europeos vive en ¨¢reas que son susceptibles de recibir subsidios regionales, un porcentaje que se elevar¨¢ al 47,2 % a partir de julio del pr¨®ximo a?o.

Adem¨¢s, la CE ha decidido reforzar las provisiones contra la deslocalizaci¨®n, prohibiendo cualquier ayuda que puedan llevar actividades econ¨®micas de una regi¨®n europea a otra.