Pollo espa?ol, pollo desplumado
Las grandes cadenas de distribuci¨®n acorralan al sector imponiendo precios por debajo del coste
El pollo de granja, producto de una cr¨ªa intensiva impulsada por empresas norteamericanas, fue la carne barata adquirida masivamente en la Espa?a de los a?os sesenta y setenta. El Gobierno se encargaba de poner en marcha todos sus mecanismos para evitar las subidas de los precios. En los a?os ochenta, a medida que la producci¨®n se iba concentrando en pocas manos, el pollo fue perseguido y castigado desde la Administraci¨®n para evitar pactos que recortaran la oferta y provocaran subidas de los precios.
Hoy, a la sombra de la crisis econ¨®mica, el pollo sigue siendo el producto c¨¢rnico m¨¢s barato en la cesta de la compra. Pero ahora no ser¨ªa consecuencia de una pol¨ªtica oficial, sino de las pr¨¢cticas de la gran distribuci¨®n, con m¨¢s poder para imponer precios que el propio sector, a pesar de su nivel de concentraci¨®n. Esta estrategia, sumada a un incremento de los costes de producci¨®n, se est¨¢ traduciendo en una crisis generalizada en el sector, con frecuentes cierres de granjas.
¡°Entendemos el inter¨¦s de los grupos de distribuci¨®n en buscar salidas para vender m¨¢s en un momento de ca¨ªda de la demanda¡±, se?ala el responsable ganadero de UPA, Rom¨¢n Santalla. ¡°Pero rechazamos y denunciamos que esa gran distribuci¨®n est¨¦ utilizando el pollo como producto reclamo imponiendo precios a los ganaderos por debajo de los costes¡±.
La avicultura constituye el segundo sector en la producci¨®n nacional de carnes, con un volumen de 1,1 millones de toneladas anuales. Ello supone casi el 16% de todo el sector de las carnes, solo por detr¨¢s del porcino, que representa el 37%. La actividad ha vivido un intenso proceso de concentraci¨®n en los ¨²ltimos a?os, pasando de unas 7.000 granjas a poco m¨¢s de 5.000 granjas, con un sacrificio anual de unos 600 millones de pollos.
Moderno, concentrado y competitivo
Cuando se habla de la producci¨®n de pollo en Espa?a nos referimos a un sector moderno, concentrado en grandes grupos y competitivo. No se puede hablar de una actividad no rentable por falta de buenas estructuras de producci¨®n, aunque el 95% de las granjas se puedan calificar como peque?as, pero en el marco de un grupo de integraci¨®n.
En los ¨²ltimos a?os, el sector ha sido sometido a planes generalizados de mejora de explotaciones, sobre todo en el segmento de granjas peque?as ¡ªcapacidad de cr¨ªa por camada de unas 30.000 unidades¡ª, con unas inversiones por cada una de entre 300.00 y 360.000 euros.
Estos planes sirvieron tanto para modernizar las instalaciones viejas como para construir otras nuevas. Ello supuso un elevado endeudamiento para el sector, pero a la vez se logr¨® una buena posici¨®n de competitividad frente a otros pa¨ªses comunitarios, desde donde los grupos de distribuci¨®n han intentado, sin lograrlo, comprar pollo a precios inferiores. La cr¨ªa de este tipo de pollo es de una gran eficiencia, al alcanzar los 2,2 kilos de peso entre los 47 y los 52 d¨ªas con cinco kilos de pienso. Este elevado ¨ªndice de transformaci¨®n permite mantener, e incluso aumentar, exportaciones de m¨¢s de 100.000 toneladas y frenar las entradas desde terceros pa¨ªses.
A diferencia de otros sectores ganaderos, la producci¨®n de carne de pollo es una actividad con una elevada concentraci¨®n que gira sobre una docena de grandes grupos. El 70% del mercado se halla en manos de solo 10 empresas, entre las que destaca el grupo Sada, con m¨¢s del 24%.
A gran distancia se encuentran Uvesa, con casi el 8%, Coren y Wall Companys, ambas con el 7%. En un segundo t¨¦rmino se hallan la cooperativa navarra AN, con m¨¢s del 5%, Padesa, con un 4%, y la cooperativa Guisssona, con m¨¢s el 3%.
Como el resto de los sectores ganaderos, la avicultura de carne ha sufrido en los ¨²ltimos a?os un fuerte incremento de los precios de las pienos para la alimentaci¨®n, con subidas superiores al 50%. Este incremento de costes se ha dejado sentir especialmente en la avicultura, por tratarse de una actividad donde las materias primas importadas para la alimentaci¨®n suponen casi el 70% de los costes en esa fase de la producci¨®n.
Seg¨²n los estudios elaborados por el Ministerio de Agricultura sobre la cadena de valor, el coste medio de un kilo de pollo de cr¨ªa intensiva listo para su venta al p¨²blico, sin IVA, pero incluyendo los costes de distribuci¨®n, se situar¨ªa en 2010 en 2,4 euros. A la salida de matadero, el precio medio era de 1,95 euros kilo. Estos costes se han incrementado por la subida de los piensos. Frente a esas cifras, los precios de venta en la mayor parte de los grandes grupos de distribuci¨®n en los ¨²ltimos ocho meses se han situado en una media de 1,99 euros kilo.
Seg¨²n los datos manejados por el panel del Ministerio de Agricultura, como consecuencia de la crisis de la demanda, se ha producido en los ¨²ltimos meses una ca¨ªda del consumo de todas las carnes, con la excepci¨®n del pavo, cuya demanda era muy baja, y del pollo, que ha tenido un aumento del 1,8%. A una carne ya hist¨®ricamente barata se ha sumado la posici¨®n de la casi totalidad de los grandes grupos de distribuci¨®n de tener al pollo como un producto reclamo a precios bajos, lo que supone una mayor presi¨®n sobre granjas y mataderos para seguir tirando los precios. Incluso ha renacido la exigencia de peajes para estar en los lineales de alguno supermercados, con el oivo de ajustar los resultados enbjet la cuenta de explotaci¨®n.
La posici¨®n adoptada por los grandes grupos de la distribuci¨®n sobre el pollo tiene una gran significaci¨®n en el desarrollo de los mercados si se tiene en cuenta que, hoy, el 60% de la carne de pollo se comercializa en los supermercados e hipermercados y que solo un 30% se vende en tiendas tradicionales.
Ante esta situaci¨®n de p¨¦rdidas, con costes de producci¨®n que se mantienen elevados, las organizaciones agrarias y las empresas productoras han intentado convencer a los grandes grupos de la distribuci¨®n y llegar a un compromiso para elevar los precios al menos hasta unos niveles que permitan cubrir gastos. De acuerdo con los costes de producci¨®n y los precios percibidos en los ¨²ltimos ocho meses, el conjunto de las p¨¦rdidas se podr¨ªa elevar a unos 300 millones de euros.
Al igual que en las granjas, los problemas tambi¨¦n se han manifestado en los mataderos de aves. La crisis que soporta el sector desde hace casi un a?o se ha traducido en concursos de acreedores para casi una docena de firmas y con cierres o ajustes en instalaciones como las de Louri?a en Pontevedra; Mayava, en Valencia, o Hijos de Luis Ba?o en Murcia.
Por unas u otras razones, los precios de venta al p¨²blico han comenzado a repuntar en las ¨²ltimas semanas, hasta situarse en una media de 2,15 euros por kilo, con algunos grupos que lo han elevado hasta 2,35 euros.
Desde las empresas productoras se denuncia la estrategia de la gran distribuci¨®n por su pol¨ªtica de presi¨®n sobre el sector. Pero, adem¨¢s, se quejan de que desde la Administraci¨®n no se lleve a cabo una pol¨ªtica de mayor control sobre las estrategias de precios que aplican estos grandes grupos, que ponen en peligro la viabilidad y el futuro de un sector clave en la oferta de carne barata en el mercado interior, en competencia con las producciones del resto de los pa¨ªses comunitarios y de terceros pa¨ªses.
UPA, por su parte, denuncia concretamente la pol¨ªtica seguida por el grupo franc¨¦s Carrefour de vender en Espa?a un mismo producto a precios m¨¢s bajos que en Francia. En el caso del pollo, se?alan, mientras en Francia lo comercializa a 3,35 euros el kilo, en Espa?a, hasta hace unas fechas, lo vend¨ªa a 1,99 euros, una cifra similar a la aplicada por el resto de los grupos de distribuci¨®n.
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