Procesados 14 directivos de Afinsa por idear un fraude ¡°piramidal¡±
El auto les condena a devolver 1.928 millones que sustrajeron a casi 200.000 clientes Demuestra que la actividad filat¨¦lica era solo una tapadera para el negocio financiero il¨ªcito
El esc¨¢ndalo de Afinsa fue el antecedente de las preferentes. Aunque no sirvi¨® de vacuna. Su negocio se basaba presuntamente en el valor de los sellos que los clientes adquir¨ªan cuando suscrib¨ªan un contrato de inversi¨®n por el que recib¨ªan suculentos intereses, muy por encima del que ofrec¨ªan las entidades financieras. En realidad, se trataba de una estafa piramidal que utilizaba la filatelia como una mera tapadera y que consigui¨® embaucar a casi 200.000 clientes desde 1998 hasta que fue intervenida en 2006.
As¨ª lo refleja el auto del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz en el que procesa a los catorce m¨¢ximos responsables de Afinsa por delitos de estafa cualificada, insolvencia punible, falseamiento de cuentas anuales, blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda P¨²blica.
El auto cuantifica en 190.022 el n¨²mero de clientes afectados por la estafa y condena a los procesados a responder por el perjuicio ocasionado que se cuantifica en 1.928 millones de euros, una vez valorados los activos de la sociedad, ya que los contratos de inversi¨®n cuando se intervino la sociedad el 9 de mayo de 2006 ascend¨ªan a 2.574 millones de euros.
El juez Pedraz se muestra especialmente duro a la hora de calificar la mec¨¢nica con la que operaba la alta direcci¨®n y el consejo de administraci¨®n de Afinsa, conocedores de que ¡°su negocio era ruinoso porque carec¨ªa de sentido econ¨®mico y de apoyo legal¡±.
En este sentido, el magistrado demuestra que los procesados nunca tuvieron ninguna intenci¨®n de montar un negocio basado en la compra y venta de sellos, sino en la de captar fondos mediante contratos de inversi¨®n con altos intereses (hasta el 9% anual) para cuyo pago estaban obligados bien a retenerlos e impedirles que se llevaran el capital, o bien a seducir a nuevos incautos con el fin de repagar a los antiguos clientes con los fondos que aportaban los nuevos. Es decir, un negocio piramidal puro y duro.
¡°Pese a estas p¨¦rdidas, Afinsa manten¨ªa su actividad (reflejando beneficios en sus cuentas) gracias a incrementar de forma piramidal el capital invertido por los clientes y considerando que el capital nuevo que entraba cada a?o produc¨ªa unos beneficios que realmente no se produc¨ªan. A costa de un d¨¦ficit patrimonial creciente, el crecimiento continuado de sus ventas entre 1998 y 2006 permiti¨® mantener el negocio de Afinsa, consiguiendo la liquidez que necesitaba para atender sus compromisos. Para ello, tambi¨¦n fue fundamental el esfuerzo de la compa?¨ªa para contener la salida de clientes y de capital al vencimiento de los contratos¡±, dice el auto.
De hecho, la actividad filat¨¦lica era residual. En un primer periodo, de 1998 a 2003, en el que la compra de filatelia radic¨® organizativamente en el grupo de negocio Filafinsa, el coste de la filatelia era un 8% del total, su revalorizaci¨®n en un 3,11 %, mientras que el inter¨¦s garantizado era del 7%. Durante el segundo per¨ªodo, de mediados de 2003 a mayo de 2006, en el que la filatelia estaba en manos del grupo estadounidense Escala Group, los sellos supon¨ªan un 7,24% del coste total, se revalorizaron un 2,31 %, mientras que el inter¨¦s garantizado era del 6%.
Con esa estructura y tan escasa rentabilidad del negocio filat¨¦lico, pr¨¢cticamente todos los fondos captados se destinaban a atender el pago de los intereses y de los compromisos de recompra asumidos en los contratos a medida que venc¨ªan. Hasta que el negocio piramidal se derrumb¨® y no se pudieron atender los pagos
¡°El enga?o a los clientes se basaba, por tanto, en la comercializaci¨®n de unos sellos sin el valor que Afinsa les atribu¨ªa, en ocasiones sin valor alguno, en revalorizaciones inexistentes y en la ocultaci¨®n del estado de insolvencia de la compa?¨ªa¡±, indica el juez.
Se constata que los valores filat¨¦licos que aparentemente respaldaban los contratos, ¡°cuando exist¨ªan ¡ªporque no siempre los hab¨ªa¡ª¡±, no garantizaban ni de forma aproximada el capital que los clientes invert¨ªan en los mismos, ya que supon¨ªan incluso solo un 0,4% de la inversi¨®n. De esta forma, la rentabilidad estipulada desde su inicio en los contratos era independiente de la revalorizaci¨®n de los sellos y se fijaba en funci¨®n de la duraci¨®n del contrato, de la forma de cobro elegida y del capital invertido.
Pedraz impone fuertes fianzas a los administradores, consejeros y directivos, a los que acusa adem¨¢s de recibir pagos ocultos procedentes de las distintas sociedades, y adquirir distintos bienes y propiedades que pon¨ªan a nombre propio o de sus familiares.
En el auto se considera a Albertino de Figueiredo, presidente del Consejo de Administraci¨®n desde el inicio y presidente no ejecutivo hasta junio de 2003, y a Juan Antonio Cano Cuevas, vicepresidente del Consejo y consejero delegado hasta junio de 2003 y desde julio de 2003 en adelante como presidente del Consejo, los principales ideadores de esta actividad, desvelada como un ¡°il¨ªcito negocio defraudatorio de car¨¢cter piramidal¡±.
Asimismo, considera responsables o colaboradores necesarios en el fraude a los miembros del Consejo de Administraci¨®n y otros directivos del grupo societario como Vicente Mart¨ªn (director general de Sistemas de Inversi¨®n), Carlos de Figueiredo (consejero), Emilio Ballester (consejero y director financiero de Afinsa), Joaqu¨ªn Jos¨¦ Abajo (secretario del Consejo y director general Corporativo), Esteban P¨¦rez (consejero y presidente de Escala Group), Ram¨®n Egurbide (jefe de operaciones en Europa de Escala Group), Francisco Guijarro (proveedor de filatelia a Afinsa), Francisco Bl¨¢zquez (auditor de Afinsa), Gregory Manning (consejero de Escala Group) y Ram¨®n Soler Antich (administrador de Filasyl, una de las empresas del grupo).
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