El repunte de la zona euro da otro empuj¨®n a las exportaciones espa?olas
El aumento del gasto en Alemania y Francia anticipa m¨¢s ventas
La econom¨ªa espa?ola sigue siendo una de las principales inc¨®gnitas cuando lo que se pregunta es si, esta vez s¨ª, Europa ser¨¢ capaz de volver a crecer tras un lustro atascada por las consecuencias del descalabro financiero de 2008. Que Espa?a, una de las cuatro grandes de la zona euro, mantenga una tasa de paro por encima del 26%, a¨²n siga en recesi¨®n, logre cada vez menos cr¨¦dito para familias y empresas o enlace subidas de impuestos y recortes para embridar sus cuentas p¨²blicas no ayuda a solventar la cuesti¨®n. Pero, al menos, este verano, una sucesi¨®n de indicios esperanzadores la ha alejado del foco de los inversores financieros.
Nada que ver con lo ocurrido en los ¨²ltimos tres a?os. El verano de 2010 comenz¨® bajo el impacto del primer gran ajuste presupuestario, que llev¨® al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero a subir el IVA y rebajar el sueldo de los funcionarios. En agosto de 2011, el Banco Central Europeo (BCE) sali¨® en auxilio de Espa?a e Italia con la compra de bonos en los mercados secundarios, para frenar la onda expansiva del segundo rescate a Grecia, entonces en negociaci¨®n. Y el a?o pasado, el supervisor tuvo que ampliar su compromiso a una compra ¡°ilimitada¡± de t¨ªtulos de deuda para respaldar nuevas peticiones de rescate a la UE.
El examen de oto?o
El Gobierno ha aireado cada m¨ªnimo indicio de mejora para trasladar la idea de que lo peor ha pasado. Y los datos de crecimiento europeo avalan la apuesta. Pero a¨²n debe pasar varios ex¨¢menes antes de consolidarse.
La primera prueba se dirime en el mercado laboral, ya que la reducci¨®n del paro en los ¨²ltimos meses tienen mucho que ver con la temporada tur¨ªstica. Y no faltan expertos que anticipan un aumento del desempleo, para situarse por encima del 26% de la poblaci¨®n activa, en el ¨²ltimo tercio del a?o.
Adem¨¢s, habr¨¢ que comprobar si el Gobierno, en su revisi¨®n de septiembre, decide hacer alg¨²n ajuste presupuestario m¨¢s para cumplir con los objetivos de d¨¦ficit establecidos por Bruselas, sobre todo cuando en mayo se arranc¨® un calendario menos exigente. Tambi¨¦n ser¨¢ clave en que situaci¨®n llega la banca espa?ola a las nuevas pruebas de solvencia que quiere hacer el Banco Central Europeo.
Hace apenas un a?o, Espa?a estaba contra las cuerdas, con la prima de riesgo en niveles (636 puntos b¨¢sicos) muy similares a los que desencadenaron la intervenci¨®n europea en Grecia, Portugal o Irlanda. Acababa de pedir el rescate para la banca, la combinaci¨®n de los excesos de la pol¨ªtica de austeridad con la reforma laboral se traduc¨ªa en m¨¢s desempleo, y concentraba las dudas de los inversores sobre la continuidad de la zona euro. Solo cuando el BCE redobl¨® su compromiso, en septiembre pasado, afloj¨® la presi¨®n. Y hubo que esperar a esta primavera, cuando los indicadores adelantados que usan los economistas comenzaron a anticipar una mejora generalizada en Europa, para que la econom¨ªa espa?ola comenzara a coger aire.
Los datos de crecimiento de la zona euro, conocidos esta semana, han ido incluso m¨¢s all¨¢ de lo esperado. Y que se apoyen en el aumento de la demanda de Alemania y Francia ha abierto una nueva perspectiva al sector exterior espa?ol, el ¨²nico motor de crecimiento que no se ha gripado en los ¨²ltimos a?os.
En los primeros meses de este a?o, las exportaciones espa?olas de mercanc¨ªas ya avanzaban a un ritmo (7% anual en mayo) muy superior al del resto de pa¨ªses europeos, gracias a la progresiva entrada en otros destinos (EE UU, Jap¨®n y, sobre todo, emergentes). Pero Francia y Alemania, que concentran el 35% de las ventas de mercanc¨ªas espa?olas, siguen siendo los principales clientes. Y el repunte de su demanda, otra tabla a la que agarrarse.
La flor de invernadero, como bautiz¨® el ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, a la recuperaci¨®n por venir, se nutre en los ¨²ltimos d¨ªas con otros aportes del exterior. La notable afluencia de visitantes for¨¢neos en julio, corroborada esta semana por el primer avance estad¨ªstico, acerca un a?o tur¨ªstico r¨¦cord, aunque su impacto en el empleo es muy limitado. Y los inversores extranjeros sostienen la mejora de la Bolsa (el viernes cerr¨® en el nivel m¨¢s alto en a?o y medio) y de la prima de riesgo, ya por debajo de los 250 puntos b¨¢sicos.
Pero las ganancias en la relaci¨®n con el resto del mundo palidecen cuando se contrastan con la dimensi¨®n de los retos pendientes. Porque el alto nivel de endeudamiento, p¨²blico y privado, de la econom¨ªa espa?ola apenas mengua, un riesgo latente ante cualquier nuevo episodio de incertidumbre en los mercados financieros. Los ajustes presupuestarios, aunque menos intensos, seguir¨¢n deprimiendo la actividad econ¨®mica. Y el paro y la merma de las rentas salariales traban la demanda interna.
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