Dos j¨®venes emprendedores fabrican una cerveza a gusto del p¨²blico bruselense
Dos j¨®venes economistas, uno franc¨¦s, S¨¦bastien Morvan y otro belga Olivier de Brauwere, han creado en el pa¨ªs de la cerveza una nueva a medida del p¨²blico de Bruselas, al que ofrecieron durante semanas una degustaci¨®n de cuatro prototipos de fabricaci¨®n casera.
La rubia amarga de seis grados que prefiri¨® la clientela de la capital europea ha mantenido el nombre de prueba, "Delta", y lleva una sencilla etiqueta negra y verde en la que se lee "Brussels Beer Project", como estos dos emprendedores han bautizado a su proyecto por su esp¨ªritu de evoluci¨®n y adaptaci¨®n constante.
Puede encontrarse por el momento en poco m¨¢s de una decena de establecimientos de Bruselas y un par de tiendas especializadas, pero sus creadores conf¨ªan en que el boca a oreja y las redes sociales hagan el resto.
"Delta es una mezcla de tradici¨®n e ingredientes belgas y sabores afrutados de pa¨ªses ex¨®ticos. Solo olerla te permite viajar muy lejos", asegura Morvan en declaraciones a Efe.
"Huele como el cielo, amarga como el infierno" fue el eslogan que estos dos economistas eligieron para promocionar este prototipo, que compet¨ªa con dos tostadas (Alpha y Beta) y una negra con sabor a cereza (Gamma).
Quieren huir de la producci¨®n industrial masiva de cerveza y establecer una f¨¢brica a menor escala, pero con la ¨²ltima tecnolog¨ªa, que les permita lograr un sabor 100 % natural y una calidad superior.
Mimo, dedicaci¨®n, colaboraci¨®n y creatividad son algunos de los aromas que intentar¨¢n infundir a un producto que a¨²n tiene mucho camino por recorrer, y con el que esperan llegar a otros pa¨ªses, explican.
"Si no exportas no sobrevives", asegura Morvan, y adelanta que el siguiente movimiento que tienen en mente es introducir Delta en algunos establecimientos de Par¨ªs y probablemente Barcelona o Madrid el pr¨®ximo a?o.
Reconoce, no obstante, que la expansi¨®n a mayor escala es de momento un sue?o futuro y que ahora deben concentrarse en reunir los mil millones de euros que calculan que necesitan para consolidar el negocio.
Hasta ahora les han bastado sus ahorros y el "love money", como llaman al dinero procedente del cari?o de la familia y los amigos, pero ya tienen una segunda y una tercera etapa prevista para la financiaci¨®n del proyecto, aunque se niegan de momento a recoger sus ideas en un plan de negocio de 200 p¨¢ginas a la vieja usanza.
El cada vez m¨¢s popular "crowdfunding" o micromecenazgo es su siguiente paso: tienen previsto ofrecer un "bono para toda la vida" en cerveza a cambio de una contribuci¨®n an¨®nima ahora que necesitan m¨¢s apoyo.
Desde el lanzamiento oficial de Delta el jueves, todos los interesados puede encontrar en su p¨¢gina web www.beerproject.be las indicaciones para hacer su aportaci¨®n.
La ¨²ltima fase tendr¨¢ que pasar irremediablemente por el cr¨¦dito bancario, afirma Morvan, quien espera poder limitar este tipo de financiaci¨®n a la adquisici¨®n de maquinaria necesaria para establecer la f¨¢brica.
Hasta entonces, Delta seguir¨¢ siendo elaborada en las instalaciones de Bart Durlet, que comparte sector y ahora amistad con estos dos j¨®venes, tras surgir directamente del garaje de Olivier de Brauwere, quien parece predestinado al oficio por su apellido, que suena como "cervecer¨ªa" en flamenco ("brouwerij").
"Fabricamos la cerveza en mi casa. Compramos un equipo peque?o, de 30 litros, para probar las distintas recetas, mezclar distintos tipos de l¨²pulo y cereales, hacer infusiones de especias...", explica a Efe de Brauwere.
"Mi mujer no fue la persona m¨¢s feliz del mundo por los olores que genera la fabricaci¨®n de cerveza, que a m¨ª me encanta", confiesa.
Como objetivo para el primer a?o de rodaje se fijan la producci¨®n de 120.000 botellas, unos 400 hectolitros de cerveza, lo que, producido a peque?a escala, suena a costoso y caro.
"No es un proceso f¨¢cil. Con la fermentaci¨®n, producir Delta lleva unas seis semanas", se?ala Morvan, quien tuvo que ponerse al d¨ªa contrarreloj, como su compa?ero, en las t¨¦cnicas de fabricaci¨®n.
Quieren seguir plenamente implicados en la fabricaci¨®n del producto, y no contemplan subcontratar un fabricante y encargarse en exclusiva de gestionar el negocio, pese a lo que pueda sugerir su formaci¨®n en econom¨ªa y empresariales.
Tienen claro, sin embargo, que lo suyo tampoco es quedarse en un negocio local a peque?a escala, y sue?an con el d¨ªa en el que tengan empleados a su cargo y cuenten con los recursos para expandirse.
"Era ahora o nunca. Lo hemos dejado todo y ahora no hay marcha atr¨¢s", afirma este bret¨®n, que abandon¨® un empleo seguro en una multinacional y cambi¨® su lugar de residencia por tachar una l¨ªnea de su lista de "cosas que hacer antes de los treinta".
Mar¨ªa Ruiz
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