Bruselas propone desterrar la tarifa internacional para m¨®viles en 2016

Los europeos viajan con la misma moneda por buena parte del continente, pero la elevada factura que pagan por utilizar su m¨®vil les recuerda que la Uni¨®n Europea est¨¢ lejos de ser un mercado ¨²nico. La vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea y responsable de Agenda Digital, Neelie Kroes, se ha propuesto erradicar esta pr¨¢ctica a partir del a?o pr¨®ximo, con una prohibici¨®n rotunda de cobrar por recibir llamadas en el extranjero ya en julio de 2014 y un plan gradual para evitar las tarifas extra cuando el usuario llama o se conecta a Internet desde otro pa¨ªs de la UE. Ese sobrecoste, conocido como roaming, deber¨ªa desaparecer en 2016, seg¨²n la propuesta que presentar¨¢ este jueves Kroes.

El fin de ese peaje constituye la medida m¨¢s contundente ¡ªy la ¨²nica con fecha concreta¡ª de un amplio proyecto que pretende crear un mercado ¨²nico de telecomunicaciones en la UE. ¡°Hoy en Europa los ciudadanos est¨¢n sometidos a una especie de loter¨ªa en lo que se refiere a estos servicios [de telecomunicaciones]¡±, admite uno de los documentos que acompa?an la propuesta de la Comisi¨®n.

El Ejecutivo comunitario conoce las enormes reticencias que sus planes despertar¨¢n en el sector. Para mitigarlas, propone un modelo que ellos mismos denominan de palo y zanahoria. La zanahoria consiste en eximir a las operadoras de una regulaci¨®n m¨¢s estricta si, a partir de julio del a?o pr¨®ximo, empiezan a suscribir acuerdos entre ellas que permitan mantener las tarifas nacionales (por ejemplo, las que una compa?¨ªa espa?ola ofrece a su cliente por llamadas a m¨®viles espa?oles) cuando se viaja a otro pa¨ªs de la UE. La Comisi¨®n calcula que esos acuerdos deber¨ªan cubrir en 2014 al menos 17 pa¨ªses comunitarios que supongan el 70% de la poblaci¨®n, con la idea de que no haya que esperar a 2016 para que el roaming pase a la historia.

El palo con que Bruselas amenaza si las telef¨®nicas se resisten consiste en liberar a los clientes de la obligaci¨®n de seguir con sus operadores cuando viajen al extranjero. As¨ª, si un usuario holand¨¦s se desplaza a Croacia, podr¨¢ desvincularse de su operador nacional y engancharse a uno croata que le ofrezca una tarifa m¨¢s ventajosa, sin tener que comprar una nueva tarjeta SIM. La Comisi¨®n entiende que las compa?¨ªas preferir¨¢n aceptar su propuesta que arriesgarse a perder el suculento negocio del consumo telef¨®nico y de Internet de sus clientes en el extranjero. En la pr¨¢ctica, eso s¨ª, las empresas podr¨¢n mantener el sobrecoste de esas llamadas, pero el cliente podr¨¢ zafarse al acogerse al operador local.

Otro de los conceptos que desaparecer¨¢n de la jerga de telecomunicaciones ser¨¢ el de llamada internacional a n¨²meros fijos entre pa¨ªses de la UE. Marcar desde un fijo de Madrid a Estocolmo no podr¨¢ ser m¨¢s caro que hacerlo desde Madrid a Granada. Para el m¨®vil, el precio no exceder¨¢ 0,19 euros por minuto (ahora las tarifas var¨ªan entre 0,35 y 1,19 euros, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea).

Uno de los elementos m¨¢s controvertidos de la regulaci¨®n es la llamada propuesta para la neutralidad de la red. Bruselas asegura que muchos operadores (especialmente en algunos pa¨ªses, como Portugal) bloquean sistem¨¢ticamente el acceso, o ralentizan la velocidad de navegaci¨®n, al utilizar aplicaciones como Whatsapp o Skype, que restan ingresos a su negocio. El 21% de las conexiones de fijo y el 36% de las de m¨®vil sufren este problema, seg¨²n los expertos del departamento de Kroes. La Comisi¨®n quiere prohibirlo, aunque seguir¨¢ permitiendo a las compa?¨ªas cobrar m¨¢s por servicios adicionales (v¨ªdeo a la carta, alta resoluci¨®n...).

La velocidad contratada no podr¨¢ ser excusa para restringir ese acceso a ciertas aplicaciones. Adem¨¢s, los usuarios deber¨¢n poder medir la velocidad a la que realmente navegan y cambiar de proveedor sin coste si no se ajusta a la contratada.

La propuesta tendr¨¢ que afrontar enormes reticencias en las distintas esferas comunitarias. Antes de ver la luz, la iniciativa de Kroes ya se ha topado con cr¨ªticas en el seno de la Comisi¨®n, seg¨²n diversas fuentes europeas. El Parlamento Europeo y los pa¨ªses miembros deber¨¢n negociar, a partir de hoy, posibles cambios en ese texto.