El vuelo de la esperanza

El vuelo 6313 de Iberia sali¨® de Madrid el jueves 5 de septiembre rumbo a San Jos¨¦ con decenas de turistas y cuatro espa?oles que no viajaban con planes de paseos por Centroam¨¦rica. La periodista Miren Mart¨ªnez, la ingeniera Irene Cea, el publicista Rafael Llinares y la veterinaria Almudena abordaron el avi¨®n con la intenci¨®n de instalarse en este peque?o pa¨ªs de buena fama y una econom¨ªa que crece de forma sostenida.

Mart¨ªnez, nacida en Bilbao, no va de vacaciones. Lleg¨® hace un a?o y medio invitada por una colega que le abri¨® un espacio de trabajo en periodismo, una profesi¨®n donde las oportunidades son escasas no importa de qu¨¦ pa¨ªs se hable. Acab¨® escribiendo de asuntos pol¨ªticos en un peri¨®dico popular, una experiencia dif¨ªcil para una vasca que no conoc¨ªa nada de los vericuetos de la pol¨ªtica local. Su ventaja fue poder obtener contactos que de alguna manera le permiten ahora poder presentarse como consultora en comunicaci¨®n, con una empresa instalada en San Jos¨¦ y otra en Panam¨¢.

¡°Ha sido un trabajo de hormiga y de tocar muchas puertas. No es que haya aqu¨ª mucho trabajo tampoco, pero al menos hay oportunidades que no las hay en Espa?a ahora mismo. No es este mi sitio, pero puedo pasar aqu¨ª mientras Espa?a se recupera¡±, comenta Mart¨ªnez, de 25 a?os, que paga 526 euros por un piso peque?o en una buena zona muy cerca de la capital. Durante varios meses ha afrontado los gastos con ayuda de sus padres, pero ya va cogiendo impulso.

Ya incorpor¨® a su l¨¦xico la palabra ¡°diay¡±, una expresi¨®n com¨²n costarricense que podr¨ªa explicarse con la frase ¡°es lo que hay¡±. Es que esto es lo que hay para la comunicadora que ha querido marcharse varias veces, pero que pronto se ha convencido de que a¨²n hay opciones en esta econom¨ªa que crece alrededor del 5% cada a?o, aunque jalonada por sectores muy distintos de la especializaci¨®n de Miren.

Mejores perspectivas tiene Irene, 25 a?os, que solo se atrevi¨® a cruzar el Atl¨¢ntico porque no viene sola. Es ingeniera en obras p¨²blicas y sus opciones en Bilbao eran nulas. ¡°No es que haya pocas ofertas. Es que no hay¡±, se queja esta chica que viaj¨® con el billete de vuelta a Espa?a, pero solo por las navidades. ¡°S¨¦ que cuando vuelva ya habr¨¦ cogido un trabajo aqu¨ª. No he venido por gusto. Tengo rabia porque yo quiero hacer mi vida en Espa?a, pero no puedo¡±. Su hermano estudi¨® Telecomunicaciones y trabaja de panadero en Eroski.

Las opciones para Irene en Costa Rica son reales. Las ingenier¨ªas, en sus diversas especialidades, sobresalen en la lista de demanda de empleo, seg¨²n estudios de la firma Manpower y de la Coalici¨®n Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde). Los profesionales m¨¢s requeridos son los expertos en sistemas de informaci¨®n, debido a la apuesta costarricense por atraer empresas de alta tecnolog¨ªa e innovaci¨®n y, en menor medida, servicios. Tambi¨¦n tienen posibilidades t¨¦cnicos especializados y expertos contables y financieros, seg¨²n las consultoras.

Hay trabajos para ingenieros y expertos en modos de informaci¨®n

Irene relacionaba el nombre Costa Rica con playas y pobreza. No ha tenido tiempo a¨²n de contrastar esa presunci¨®n, pero ya tiene pistas. ¡°Se ve gente de dinero y gente pobre, pero poca clase media¡±, se?ala esta chica que nunca antes hab¨ªa estado en Am¨¦rica Latina ni se lo hab¨ªa planteado hasta que su amiga Miren se lo propuso y ofreci¨® hacerle un contrato para iniciar los tr¨¢mites de residencia. Este lunes fue a las oficinas de Migraci¨®n y, tras siete horas haciendo cola, obtuvo al menos un n¨²mero de expediente. ¡°La verdad es que no vi m¨¢s espa?oles. Solo estaba yo¡±.

Los datos de espa?oles en Costa Rica son inciertos. La mayor¨ªa entra como turista y a los tres meses hacen un viaje a Panam¨¢ o Nicaragua y vuelven a registrar un ingreso por 90 d¨ªas m¨¢s. Los que se registran en el consulado son pocos, pero a¨²n as¨ª perciben el incremento en los ¨²ltimos dos a?os. Los registros oficiales en Madrid indican que hay 5.000 espa?oles en suelo costarricense, el doble de quienes estaban antes de que estallara la crisis financiera mundial.

Hasta el 2008, el publicista Rafael no pensaba salir de su Alicante. Ten¨ªa trabajo y lo mantuvo incluso cuando otros engrosaban las filas del desempleo, en los ¨²ltimos tres a?os. Llevaba una agencia de comunicaci¨®n, viv¨ªa con sus padres y no ten¨ªa hipotecas ni otras responsabilidades. As¨ª, cuando su amigo David (tambi¨¦n de Alicante) lo llam¨® el pasado mayo desde Costa Rica, solo debi¨® pensarlo cinco minutos. ¡°Rafa, ?le echas huevos y te vienes?¡±. Y en tres meses Rafael estaba abroch¨¢ndose el cintur¨®n del avi¨®n de Iberia.

Este alicantino ha encontrado un pa¨ªs asequible. La televisi¨®n por cable le cuesta 30 d¨®lares por mes y le parece barata. Con 1.000 euros le alcanzan para vivir con comodidad. Siente que est¨¢ en la Espa?a de los noventa. Es decir, que hay de sobra ¨¢reas para desarrollar. Ahora est¨¢ asociado con otros profesionales para desarrollar una agencia integrada en comunicaci¨®n. Los consejos de su amigo David y una investigaci¨®n a distancia le permiten pensar que pasar¨¢ algunos a?os en el clima lluvioso y de temperaturas estables de Costa Rica.

La burocracia es lenta y se convierte en un obst¨¢culo para los negocios

¡°No ten¨ªa idea de Costa Rica, pero pienso que se vive bien y es relativamente seguro. Sab¨ªa que no hay ej¨¦rcito y cosas as¨ª. Es cierto que todo va m¨¢s lento, m¨¢s Caribe. Los negocios van despacio, s¨®lo el tr¨¢fico va r¨¢pido aqu¨ª¡±. La burocracia gubernamental es una de las quejas m¨¢s frecuentes de los emprendedores y una de las razones para que el pa¨ªs ocupe la posici¨®n 57 de entre 144 en el ¨²ltimo ?ndice de Competitividad que elabora el Foro Econ¨®mico Mundial.

Pero no todo son negocios. Costa Rica proyecta una imagen de pa¨ªs ecol¨®gico y eso atrajo a Almudena, una veterinaria madrile?a que intenta buscar su espacio dentro de la amplia red de asociaciones conservacionistas. Viajaba el pasado jueves en el avi¨®n de Iberia despu¨¦s de estar un tiempo en casa recuperando su estado emocional despu¨¦s de que mataran a un amigo suyo, el ambientalista Jairo Mora en una playa del Caribe, el 31 de mayo.

Ni Miren, ni Irene, ni Rafa ni Almudena pretenden trabajar en lo que sea. Para trabajos mal calificados abunda la mano de obra, aunque tampoco faltan las excepciones. Amalia Lamarca, de 26 a?os, lleg¨® a Costa Rica a hacer las pr¨¢cticas de su m¨¢ster en Informaci¨®n Internacional. Quiso buscar un trabajo en su ¨¢rea, pero ahora es camarera en un bar del centro de San Jos¨¦. ¡°Est¨¢ claro que no cumpl¨ª mis expectativas. Conseguir un permiso de trabajo es casi imposible y tengo que estar saliendo para renovar mi ingreso al pa¨ªs. Aunque ahora mismo no tengo planes de volver a Espa?a, tampoco he recomendado a otros venir aqu¨ª. Quiz¨¢ haya otros pa¨ªses m¨¢s f¨¢ciles¡±.