Panrico se queda sin blanca
El fabricante de Donuts y Bollycao prepara un plan de ajuste de 50 millones tras suspender el pago de la n¨®mina para poder cumplir con los proveedores


Esta vez Panrico ha tocado fondo. Ni las desinversiones (la venta de plantas en el extranjero o de la marca Artiach), ni el cierre de f¨¢bricas en Espa?a, ni la rebaja de costes salariales v¨ªa despidos o reducciones salariales de los ¨²ltimos a?os han servido. La caja se ha quedado a cero y la direcci¨®n ha optado por suspender el pago de la n¨®mina de sus 4.000 empleados, repartidos por seis f¨¢bricas en Espa?a. Una controvertida decisi¨®n, porque s¨ª continuar¨¢ pagando a los proveedores (b¨¢sicamente harina, huevos y az¨²car) con el objetivo de no detener la producci¨®n. Quien ha optado por la dr¨¢stica medida es Carlos Gila, el flamante consejero delegado de la firma, cuyo Consejo de Administraci¨®n destituy¨® a Joan Casaponsa la semana pasada, 24 horas despu¨¦s de presentar un plan de viabilidad. Gila tiene sobre la mesa el encargo de reducir 50 millones de gasto, una rebaja que se apoyar¨¢ en buena parte en los costes salaries: sea v¨ªa despidos, sea v¨ªa rebajas salariales severas.
Pero el deterioro de una de las marcas que fueron buque insignia para la industria catalana y que fabrica productos tan potentes como los Donuts o el Bollycao viene de lejos y ha sido progresivo. La familia Costafreda fund¨® Panrico (Panificio Rivera Costafreda) en 1963 y vendi¨® la empresa a Apax Partners en 2005 por 900 millones de euros, un precio que los expertos siempre han considerado desorbitado, por el grado de apalancamiento que ten¨ªa la firma.
Los nuevos propietarios vendieron las f¨¢bricas de Grecia y China, compraron la marca Artiach y tomaron una decisi¨®n que result¨® fatal: envasar los Donuts de uno en uno dejando atr¨¢s las bandejas que durante d¨¦cadas han ocupado un espacio de los mostradores de panader¨ªas, bares y colmados. Un relanzamiento del producto que cost¨® 35 millones y que hundi¨® las ventas. En p¨¦rdidas sostenidas desde 2008 (acumula 700 millones desde entonces), el fondo norteamericano Oaktree compr¨® la empresa en 2011 y desde el a?o pasado la controla al 100%. Adem¨¢s, ha asumido toda su deuda.
La firma ha tenido cuatro jefes diferentes en cinco a?os
El profesor de Direcci¨®n Estrat¨¦gica del IESE y experto en gran consumo, Jaume Llopis, explica que parte de la responsabilidad de la crisis de Panrico la tiene la ¡°ausencia de un proyecto sostenible¡±. ¡°Panrico ha tenido cuatro directores generales en cinco a?os¡±, recuerda. Y recuerda los ¡°dudosos ¨¦xitos¡± de la gesti¨®n de Carlos Gila al frente de empresas como, enumera, Sintel, La Seda, o su propia empresa, Transcavi.
¡°En Espa?a el sector de la alimentaci¨®n est¨¢ capeando la crisis mucho mejor que otros, con dos grandes excepciones: Pescanova y ahora Panrico, y las dos han sido v¨ªctimas de una muy mala gesti¨®n¡±, sostiene Llopis. El experto es pesimista sobre el futuro de Panrico: tiene exceso de personal ¡ª¡°4.000 personas para una empresa que factura 500 millones es una plantilla muy grande¡±, opina¡ª, p¨¦rdidas sostenidas y problemas para ¡°digerir la deuda¡±. ¡°El lastre es muy grande y es una pena porque la empresa tiene marca y mercado¡±, concluye.
El declive de Panrico tambi¨¦n se debe al empuje de las marcas blancas, que ofrecen pan de molde y boller¨ªa hasta tres veces m¨¢s baratos, y al insostenible precio de la distribuci¨®n (1.700 vendedores aut¨®nomos) de un producto pensado para consumir fresco. El nuevo consejero delegado ha encontrado la firma en lo que t¨¦cnicamente se llama zona de insolvencia y ha actuado de forma expeditiva. A grandes males, grandes remedios. Est¨¢ por ver si la suspensi¨®n de sueldos, con la que los empleados est¨¢n financiando moment¨¢neamente la caja de Panrico, permite sacar la cabeza del agua; y en qu¨¦ consistir¨¢ el plan de reajuste de 50 millones. Los sindicatos est¨¢n convencidos de que el de Carlos Gila ser¨¢ ¡°m¨¢s duro¡± que el que present¨® Casaponsa horas antes de ser despedido. ?Un expediente de regulaci¨®n de empleo? ¡°No vamos a poner los bueyes antes del carro, pero tememos malas noticias¡±, admite el presidente del comit¨¦ intercentros de Panrico en Catalu?a, Leonardo Rodr¨ªguez (UGT).
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Sobre la firma
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