¡°Hay situaciones de emergencia social¡±
La periferia de la UE ha hecho notables esfuerzos, ajustes y reformas. Pero las econom¨ªas del sur ¡ªy cada vez m¨¢s pa¨ªses del coraz¨®n de Europa¡ª no terminan de arrancar: apenas hay t¨ªmidas se?ales de recuperaci¨®n, con una espiral peligros¨ªsima que incluye una deuda p¨²blica al alza, un paro en m¨¢ximos para muchos a?os e incluso los primeros amagos de crisis pol¨ªticas. Sin el dictado de la troika, probablemente no hubieran llegado esos ajustes, pero a la vez esas pol¨ªticas no acaban de sacar a los pa¨ªses del agujero y causan enormes destrozos en el tejido social. Son imprescindibles contrapartidas en pa¨ªses que se lo puedan permitir, como Alemania, y un mayor activismo en Bruselas y Fr¨¢ncfort. El BCE est¨¢ en modo reactivo, a la espera de Gobierno en Berl¨ªn. ?Y qu¨¦ hace Bruselas? Poco. Porque sigue sin tener los resortes adecuados, seg¨²n sus responsables.
¡°En la Uni¨®n hay situaciones de emergencia social: el drama del desempleo es el m¨¢s evidente. La Comisi¨®n Europea tiene proyectos ambiciosos, pero es injusto pedirnos cosas que no podemos hacer: algunas pol¨ªticas siguen en manos de los Estados, el apetito por los cambios de tratados es inexistente y con nuestras competencias no es posible acometer una ofensiva mayor¡±, asegura Jos¨¦ Manuel Barroso, presidente de la Comisi¨®n, en una entrevista con varios medios.
Barroso ha presentado esta semana la agenda social de Bruselas, que consiste en incorporar una serie de marcadores ¡ªindicadores como el paro juvenil o el porcentaje de j¨®venes que ni estudian ni trabajan, por ejemplo¡ª para detectar los problemas m¨¢s acuciantes. ¡°No es un Big Bang¡±, reconoce Barroso, ¡°pero ah¨ª est¨¢n tambi¨¦n los proyectos de abrir los mercados de trabajo europeos [solo el 4% de los empleados en la UE son inmigrantes europeos]. Se han puesto en marcha iniciativas contra el paro juvenil y el nuevo semestre europeo va a incorporar el di¨¢logo social¡±. ¡°Para hacer m¨¢s cosas hay que traspasar competencias a Bruselas¡±, remacha.
El drama del desempleo es el m¨¢s evidente
En alg¨²n momento a lo largo de la crisis, las instituciones europeas plantearon la posibilidad de crear un seguro de desempleo europeo, dentro de esa carrera hacia una cierta mutualizaci¨®n de algunos instrumentos, hacia una uni¨®n pol¨ªtica que no acaba de llegar. El FMI reclama tambi¨¦n ese seguro de paro com¨²n. Pero Barroso es tajante al respecto: ¡°Los tratados son concluyentes y dejan las pol¨ªticas de empleo en la esfera de los Estados¡±. ¡°La mayor¨ªa de los pa¨ªses se opondr¨ªa¡±, argumenta con un ojo puesto en Berl¨ªn. ¡°No hay base legal y, no nos enga?emos: la integraci¨®n europea no ha dado pasos suficientes como para permitir ese salto adelante¡±.
Frente a quienes le acusan de observar impasible c¨®mo se repite una y otra vez la maldici¨®n europea del demasiado tarde, demasiado poco, Barroso responde que la democracia tiene sus tiempos. Y no puede evitar una sonrisa p¨ªcara al referirse a los acontecimientos en EE UU: ¡°?Qu¨¦ habr¨ªa ocurrido en caso de un cierre administrativo en la UE? Puedo imaginarme el grado de ridiculizaci¨®n, de la sa?a en muchas reacciones. Que eso suceda en un pa¨ªs como EE UU demuestra que la democracia tiene sus propios ritmos. La famosa par¨¢lisis europea es una caricatura¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.