EEUU., a¨²n sin presupuesto, afronta otra inminente batalla, la de la deuda
La deuda nacional de Estados Unidos ser¨¢ en las pr¨®ximas dos semanas el arma m¨¢s explosiva dentro de un conflicto pol¨ªtico casi sin precedentes que mantiene ya sin presupuesto a la primera potencia mundial desde hace cinco d¨ªas.
Pero si el resultado de la batalla en torno a la financiaci¨®n de la Administraci¨®n federal parece incierto, el inminente enfrentamiento en torno a la deuda p¨²blica se anuncia mucho m¨¢s complicado.
Seg¨²n el Departamento del Tesoro, a mediod¨ªa del viernes la deuda nacional sumaba 16,7 billones de d¨®lares (16.747.468.940.509,72, exactamente), ya por encima del m¨¢ximo autorizado por el Congreso de 16.699.421.095.673,60 d¨®lares.
En realidad ya se super¨® la barrera autorizada el 17 de mayo y desde entonces el Departamento del Tesoro ha seguido cubriendo los compromisos de EE.UU. mediante maniobras contables, demora de pagos, y transferencias desde fondos fiduciarios que se agotar¨¢n alrededor del pr¨®ximo d¨ªa 17.
No es la primera vez que esto ocurre: el Congreso ha autorizado decenas de veces un incremento del endeudamiento en las ¨²ltimas d¨¦cadas, pero en esta ocasi¨®n las finanzas nacionales se han convertido en parte de una confrontaci¨®n pol¨ªtica a¨²n m¨¢s aguda.
Ahora, a juicio del columnista del diario The New York Times, Tom Friedman, incluso "amenaza a la democracia misma".
El presidente Barack Obama, el secretario del Tesoro, Jack Lew, empresarios y banqueros, financieros y exportadores, sindicatos y acad¨¦micos han advertido con creciente urgencia sobre la gravedad de una cesaci¨®n de pagos por parte de la mayor econom¨ªa del mundo y con la moneda de referencia global.
Aunque el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, el republicano John Boehner, ha asegurado a sus correligionarios que est¨¢ dispuesto a tomar las medidas que sean necesarias para que el pa¨ªs no llegue a suspender pagos el 17 de octubre, seg¨²n revel¨® el mismo diario, no est¨¢ claro c¨®mo lo va a conseguir.
En 2011 la mayor¨ªa republicana se opuso a un incremento en la deuda autorizada hasta que negoci¨® con el Gobierno de Obama un pacto que instituy¨® cortes en todos los gastos federales, que entraron en vigencia el 1 de marzo pasado.
El pulso de julio de 2011, resuelto en el ¨²ltimo minuto, hizo que, por primera vez en la historia, las agencias calificadoras de cr¨¦dito degradaran la fiabilidad del empr¨¦stito de Estados Unidos.
En esta ocasi¨®n una minor¨ªa dentro de la mayor¨ªa republicana de la C¨¢mara baja, unos 49 representantes (y cinco senadores) que se identifican con el movimiento ciudadano Tea Party, han usado el debate del presupuesto fiscal y el l¨ªmite de la deuda para exigir que se prive de fondos la reforma sanitaria que Obama promulg¨® en 2010, lo que hace el compromiso imposible, seg¨²n todos los observadores.
"Esto no tiene precedentes", escribi¨® Friedman. "La ley de reforma sanitaria se discuti¨®, el Congreso la aprob¨®, el presidente la promulg¨®, el Tribunal Supremo de Justicia valid¨® su constitucionalidad, y la ciudadan¨ªa reeligi¨® a Obama".
"En nuestra democracia una vez que se cumpli¨® el proceso el asunto queda resuelto", a?adi¨®.
"Lo que tenemos aqu¨ª es una minor¨ªa que toma como reh¨¦n alg¨²n otro asunto no relacionado ni con el presupuesto ni con la deuda, y amenaza con que no habr¨¢ presupuesto ni se aumentar¨¢ la deuda, si no se liquida la ley que no les gusta", explic¨®.
El Departamento del Tesoro advirti¨® el mi¨¦rcoles de que una suspensi¨®n de pagos tendr¨¢ "efectos catastr¨®ficos" y podr¨ªa derivar en una crisis econ¨®mica "igual o peor" que la desatada en 2008.
El incumplimiento del pago de la deuda "no tendr¨ªa precedentes" y podr¨ªa tener consecuencias tales como la congelaci¨®n del flujo de cr¨¦dito, la ca¨ªda en picado del valor del d¨®lar y el alza apurada de las tasas de inter¨¦s.
Los activistas del Tea Party no niegan las posibles consecuencias graves de un cese de pagos, aunque en general creen que no ocurrir¨¢. Su militancia se apoya en el argumento de que durante demasiado tiempo EE.UU. ha acumulado d¨¦ficit fiscales financiados con deuda que amenazan la soberan¨ªa nacional.
China y Jap¨®n son los dos mayores acreedores extranjeros de Estados Unidos seguidos por "centros bancarios del Caribe", los exportadores de petr¨®leo, Brasil, Suiza, B¨¦lgica, el Reino Unido, Luxemburgo y Rusia.
El Tea Party se nutre, adem¨¢s, de una veta aislacionista que ha sido fuerte en toda la historia de Estados Unidos: Si una crisis en torno a la deuda desbarata al resto del planeta, bienvenida sea siempre y cuando haya una "devoluci¨®n de soberan¨ªa" a los estadounidenses.
Y precisamente la intransigencia del Tea Party que denuncian los dem¨®cratas y los pol¨ªticos tradicionales es raz¨®n de m¨¢s orgullo para los activistas, que opinan que es necesaria para salvar a la naci¨®n.
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