Un a?o para ponerse guapos
La evaluaci¨®n de la salud de los bancos a cargo del BCE no tendr¨¢ credibilidad sin ¡®suspensos¡¯
Se esperaba con gran expectaci¨®n la publicaci¨®n de los criterios que guiar¨¢n el desarrollo de las pruebas de evaluaci¨®n de calidad de los activos bancarios que conducir¨¢ el Banco Central Europeo. Se trata de un ejercicio en el que es tan importante el proceso como el resultado. Estas pruebas, de hecho, se consideran la primera prueba de la credibilidad del proyecto de uni¨®n bancaria europea. El que est¨¢ a ser llamado el gran supervisor del ¨¢rea euro, el BCE, pretende realizar un primer an¨¢lisis de la salud de los bancos del ¨¢rea monetaria y alejarse lo m¨¢s posible de las anteriores pruebas, conducidas por la Autoridad Bancaria Europea (ABE) y que tuvieron una credibilidad y capacidad de predicci¨®n bastante limitadas. Tanto quiere desmarcarse el BCE de aquellos fallidos intentos que, de hecho, se contempla una prueba de estr¨¦s paralela ¡ªcoordinada, pero debidamente separada¡ª de la ABE.
Los mercados miran con lupa el proceso. Durante estos a?os de crisis, gran parte de las dudas sobre la capacidad de recuperaci¨®n de las econom¨ªas de la Eurozona radicaba en la incertidumbre sobre la solvencia de sus bancos. En algunos de los pa¨ªses perif¨¦ricos, mediante diversos programas de intervenci¨®n, ha sido curiosamente donde esa incertidumbre se ha despejado en mayor medida ¡ªsin eliminarse del todo¡ª porque se les ha exigido ejercicios de transparencia a¨²n in¨¦ditos en otros Estados miembros. Espa?a parece el caso m¨¢s claro. Las pruebas del BCE quieren convertirse en esa referencia generalizada, para todos, de la salud del sector bancario europeo. La cobertura de esas pruebas alcanzar¨¢ al 85% de la industria bancaria de la eurozona en funci¨®n de activos y es bastante m¨¢s amplia que la de anteriores test de la ABE. Eso s¨ª, ya hay un h¨¢ndicap de partida, fruto de las ¨¢speras negociaciones sobre la supervisi¨®n ¨²nica, y es que buena parte de las entidades de menor tama?o, pero de considerable importancia sist¨¦mica en algunos casos (un buen n¨²mero de instituciones financieras alemanas, por ejemplo) escapa a estas pruebas.
Aun as¨ª, la cobertura no es, mientras se define el proceso, el mayor problema. Tal vez la mayor dificultad, hoy por hoy, es que realizar un ejercicio de esta envergadura requiere tiempo. M¨¢s a¨²n al ser la primera vez que se realiza. Y el plazo fijado para la publicaci¨®n de los resultados (noviembre de 2014) deja entrever que esa peligrosa incertidumbre a¨²n perdurar¨¢, suponiendo que las pruebas sean un ¨¦xito, durante un a?o. Un a?o de estr¨¦s, porque se va a hablar de estas pruebas largo y tendido. Un a?o en el que habr¨¢ rumores y desavenencias pero en el que, al fin y al cabo, todas esas fricciones ser¨¢n un precio a pagar aceptable si el resultado final es cre¨ªble.
Los resultados no se publicar¨¢n hasta dentro de un a?o, lleno de rumores e incertidumbres
La credibilidad depende del resultado. La evaluaci¨®n de la calidad de los balances comprende tres grandes aspectos, seg¨²n ha anunciado el BCE. El primero, la evaluaci¨®n del riesgo a efectos de supervisi¨®n, incluyendo el de liquidez, el de apalancamiento y el de financiaci¨®n. En segundo, el an¨¢lisis en s¨ª de la calidad de los balances con ¡°la adecuaci¨®n de la valoraci¨®n de los activos y las garant¨ªas, as¨ª como de las provisiones relacionadas¡±. El tercero, la prueba de resistencia del balance bancario en escenarios de tensi¨®n. Teniendo en cuenta estos tres elementos, analistas y mercados dan algo por seguro: el test no tendr¨¢ credibilidad si no hay suspensos. Y esto har¨¢ que 2014 sea un a?o tambi¨¦n de quinielas sobre qui¨¦nes pasar¨¢n y qui¨¦nes no este examen. Bien es cierto que es probable que se haga un giro ling¨¹¨ªstico y no se hable de suspensos, sino de entidades que precisan capital en escenarios extremos. Juego de palabras, pero con el mismo reto de fondo.
Con todo, lo interesante del caso es que el que haya todo un a?o de por medio va a dar lugar a estrategias anticipativas y adaptativas de las entidades financieras, lo cual puede ser beneficioso. En particular, aquellos bancos que anticipen que el resultado no ser¨¢ favorable adoptar¨¢n medidas de forma adelantada. No es de extra?ar que se estime que durante los pr¨®ximos 12 meses podr¨ªa haber ampliaciones de capital en la banca de la eurozona en torno a los 20.000 a los 50.000 millones de euros. Esto permitir¨¢ a algunos bancos decir: ¡°Sal¨ª feo en la foto, pero ya me he arreglado¡±. Estos ejercicios de saneamiento anticipativo ser¨¢n m¨¢s factibles all¨ª donde ya se ha hecho y se est¨¢ haciendo un importante esfuerzo y donde los resultados del sector comienzan a mejorar (el caso de Espa?a, por ejemplo) y en los que la macroeconom¨ªa es m¨¢s favorable y se convierte en el mejor maquillaje para entidades que a¨²n pasan por una importante resaca (como algunas entidades financieras en Alemania, por ejemplo). Ser¨¢ m¨¢s complicado, sin embargo, en pa¨ªses donde ni una cosa ni la otra han estado presentes (como podr¨ªa ser el caso de Italia).
Pareciera por tanto que el resultado es importante, pero que casi lo es m¨¢s que la foto sea tan buena que obligue a cada cual a asumir su realidad, lo haga de forma anticipativa o no. En este punto, a algunos podr¨ªan no gustarles algunos criterios que ya se han ido adelantando, como el de la morosidad, que habr¨¢ que declarar en toda su crudeza, al margen de las provisiones que se hayan dotado para la misma. Esto va a hacer que se conozca, por ejemplo, parte de la realidad hasta ahora relativamente oculta del deterioro de activos en pa¨ªses como Alemania o Austria. Al fin y al cabo, el BCE quiere conducir un an¨¢lisis de la ¡°calidad de gesti¨®n de activos¡± (balance sheet management) que refleje las capacidades bancarias en toda la eurozona. El ¨¦xito depender¨¢ de en qu¨¦ medida la metodolog¨ªa pueda mostrar esa calidad abstrayendo las condiciones macroecon¨®micas y aspectos tan controvertidos en los ¨²ltimos a?os como la forma en que se ha entendido en cada pa¨ªs la ponderaci¨®n de riesgo otorgada a cada activo o las garant¨ªas impl¨ªcitas (el apoyo p¨²blico esperado en caso de problemas) concedidas a las entidades de cr¨¦dito.
Muchos de estos criterios, en t¨¦rminos comparativos, no han sido favorables a Espa?a. Se juega mucho el BCE con ello, porque si este an¨¢lisis tiene ¨¦xito comenzar¨¢ de forma inmejorable su andadura como supervisor. Si no, tendr¨¢ que superar un importante escollo. Al final, los mercados eval¨²an tanto el proceso como el resultado. Si en Estados Unidos los test de esfuerzo de 2009 fueron un ¨¦xito no fue porque fueran metodol¨®gicamente superiores, sino por la cantidad de dinero que finalmente se puso para sanear el sector.
En definitiva, para que las pruebas de noviembre de 2014 tengan ¨¦xito y para lidiar con todo un a?o de debate sobre la calidad de los activos, un n¨²mero de entidades financieras que hasta ahora no se hab¨ªan acercado mucho al objetivo de la c¨¢mara tendr¨¢n que reconocer que, hoy por hoy, no son fotog¨¦nicas. Todo ello para que cuando se publique la foto puedan explicar que han hecho para estar m¨¢s guapos. En Espa?a llevamos ya varios a?os de sesiones de fotos continuas. A¨²n no somos probablemente los m¨¢s guapos y seguimos tratando de mejorar, pero nuestro proceso ya se conoce y el camino est¨¢ ya marcado. Tambi¨¦n puede ayudar a la banca espa?ola la credibilidad recuperada con el proceso de reestructuraci¨®n y el probable cierre del programa de ayuda europea a fin de a?o.
Santiago Carb¨® Valverde es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Bangor Business School (Reino Unido) y de la Universidad de Granada e investigador de Funcas.
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