?La culpa era nuestra? Tambi¨¦n lo es del Norte
El principal impacto del aviso de Bruselas a Alemania por su excesivo super¨¢vit comercial consiste en que agujerea el relato sobre la crisis europea redactado por Berl¨ªn. Ya no es anatema sostener que la culpa es de todos. No solo del manirroto Sur. Tambi¨¦n del ahorrativo, astringente Norte.
Sosten¨ªa Alemania que los meridionales dispararon contra sus propios pies al estirar m¨¢s el brazo que la manga y derrochar el dinero barato facilitado por la era del euro en toda suerte de excesos. Cierto, pero insuficiente, porque la responsabilidad nunca es solo del deudor, sino tambi¨¦n del acreedor: eran los bancos del Norte quienes financiaban los desaguisados.
La consecuencia de aquella tesis era que los mediterr¨¢neos deb¨ªan seguir al pie de la letra las recetas de Gerhard Schr?der en 2003, que combat¨ªan el estancamiento anterior de la econom¨ªa alemana: austeridad y exportaciones. Pero, como recuerda Martin Wolf (FT, 25-9) las situaciones eran muy dispares: all¨¢ hubo recesi¨®n suave, aqu¨ª, fort¨ªsima; all¨¢ d¨¦ficits de la balanza de pagos del 1,7%, aqu¨ª, superiores al 10%; all¨¢, apenas deuda y facilidades para financiarla, aqu¨ª, lo contrario; all¨¢, fuerte demanda de sus exportaciones, aqu¨ª, demanda con problemas...
El aviso de Bruselas cercena los simplismos, al repartir la responsabilidad entre todos. Nadie denuesta el ¨¦xito exportador alem¨¢n ¡ªmenuda idiotez¡ª, sino que se envidia. Lo que se cuestiona es que el ¨¦xtasis de las exportaciones, combinado con un declive de las importaciones, arroje un super¨¢vit excesivo (superior al 7% en 2012, y probablemente este a?o), que han criticado el Tesoro de los EE UU, el FMI y ahora (con guante de seda) la Comisi¨®n Europea.
Sostiene Bruselas que Alemania, y Luxemburgo y Holanda, 1) ostentan un super¨¢vit superior al techo acordado (del 6%), que es del todo injustificado; 2) que ese super¨¢vit, adem¨¢s de reflejar el ¨ªmpetu exportador es espejo de la d¨¦bil demanda interna, aplanada por el exceso de ahorro / defecto de inversi¨®n; 3) que quiz¨¢ refleje tambi¨¦n ¡°ineficiencias en la intermediaci¨®n financiera¡±; y que 4) a¨²pa la posici¨®n externa de la eurozona a un super¨¢vit comercial (sol¨ªa exhibir equilibrio) que empuja la apreciaci¨®n del euro y perjudica a los pa¨ªses vulnerables, oblig¨¢ndoles a ¡°esfuerzos superiores¡± para desapalancarse y recuperar competitividad.
?Pues no lleva poca carga de profundidad ese an¨¢lisis [Alert Mechanism Report, 2014, COM (2013) 790 final, p¨¢gina 7], que se quiere ¡°estrictamente t¨¦cnico¡±!
El super¨¢vit no lo aporta el ancho mundo gen¨¦rico, sino Europa. La UE absorbe entre el 65% y el 70% de las exportaciones alemanas. La eurozona supone el 40% y el 85% de su saldo comercial positivo (Pol¨ªtica Exterior, n¨²mero 155). Del 40%, 33 puntos los generan seis socios del ¨¢rea euro: Holanda, Espa?a, Italia, B¨¦lgica, Austria y Francia (Cinco D¨ªas, 18 de septiembre).
Antes del euro, en los noventa, Alemania ostentaba un super¨¢vit inferior al 1%. El euro acab¨® con las revaluaciones del marco / devaluaciones sure?as, que neutralizaban los incrementos de la exportaci¨®n. Desde entonces, desde 2001, la estabilidad monetaria generada por la moneda ¨²nica ha catapultado aquel super¨¢vit para situarlo desde 2001 siempre por encima del 5%. En 13 a?os el aumento del PIB generado por las ventas a los socios europeos se acerca al bill¨®n de euros. [Dicho sea de paso, a cambio, Berl¨ªn ha comprometido 122.000 millones de euros en los rescates. Buen esfuerzo, s¨ª. Pero ?es antigermanismo proponerle que lo aumente?].
?Es jur¨ªdicamente estrafalario criticar los super¨¢vits y no solo los d¨¦ficits? El an¨¢lisis de los desequilibrios macro realizado por Bruselas se basa en los reglamentos 1174 y 1776 de 2011 (DOG de 16-11): estos ya prev¨¦n que los pa¨ªses con super¨¢vit ¡°deben aplicar medidas que contribuyan a su demanda interna y su potencial de crecimiento¡±, para evitar efectos ¡°desfavorables¡± de tipo ¡°permanente¡± en toda la Uni¨®n. El liberal Olli Rehn sugiere, pues, algo que el socialdem¨®crata Gabriel Sigmar viene exigiendo a la canciller como requisito para formar una gran coalici¨®n.
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