Brasil: educaci¨®n por petr¨®leo
El Partido de los Trabajadores (PT) lleva una d¨¦cada gobernando Brasil, en dos etapas: la inicial, con el primer obrero en la presidencia, Lula da Silva; luego con la primera mujer, Dilma Russeff, liderando la econom¨ªa m¨¢s importante de Am¨¦rica Latina. Es sugerente analizar las tendencias en esta d¨¦cada, m¨¢s all¨¢ de asuntos coyunturales que preocupan hoy a los ciudadanos brasile?os: escaso crecimiento, inflaci¨®n o las diferentes burbujas que se forman.
Nada m¨¢s llegar Lula al palacio de Plananto, en Brasilia, Forges public¨® un dibujo en EL PA?S en el que una persona le¨ªa el primer mensaje del nuevo presidente: "Si al final de mi mandato todos los brasile?os tuvieran la posibilidad de desayunar, almorzar y cenar, habr¨¦ cumplido la misi¨®n de mi vida". Un gran ejecutivo, sentado en un sill¨®n de mando y en la penumbra, contestaba: "A por ¨¦l". 10 a?os despu¨¦s, el balance de un modelo que ha tratado de combinar el crecimiento econ¨®mico, la eliminaci¨®n de la pobreza extrema y la reducci¨®n de las desigualdades sociales y regionales es bastante positivo.
El economista Aloisio Mercadante (disc¨ªpulo del gran Celso Furtado), que ha acompa?ado a Lula y Rousseff en el proceso y hoy es ministro de Educaci¨®n de la segunda, acaba de publicar un apasionante libro (Brasil: de Lula a Dilma.2003-2013, editorial Clave intelectual) que analiza el periodo. Su balance es este: en 10 a?os se ha sacado de la pobreza al 30% de las familias de renta baja; el crecimiento gener¨® 19 millones de empleos formales (no en la econom¨ªa sumergida), casi el triple de los creados entre 1995 y 2002; incremento de la masa salarial en t¨¦rminos reales del 20,7%; la protecci¨®n social ampara hoy a 72 millones de personas y hay avances sustanciales en el esfuerzo de universalizaci¨®n de los servicios b¨¢sicos. Seg¨²n Mercadante, el modelo brasile?o (nada teorizado, y en construcci¨®n) se ha basado en media docena de pilares, que se reiteran en el tiempo: crecimiento sostenido, estabilidad macroecon¨®mica, distribuci¨®n de la renta y la riqueza con una salida de 40 millones de personas de la pobreza y creaci¨®n de una potente clase media y un amplio mercado de consumo de masas, consolidaci¨®n de la democracia, liderazgo en la agenda ambiental, y creciente protagonismo internacional. El autor del libro dice: atenci¨®n a este modelo porque Brasil presenta un escenario que es el contrario al que se verifica en muchos pa¨ªses desarrollados, en los que se multiplica la reducci¨®n de salarios y pensiones, y se expande el paro y los recortes de gastos sociales.
Si ha habido una prioridad en Brasil en esta d¨¦cada ha sido la educaci¨®n. Por acuerdo parlamentario se destina la mayor parte de los royalties del petr¨®leo en el litoral brasile?o a la educaci¨®n p¨²blica. Hay pa¨ªses petroleros que tienen una alta renta per c¨¢pita y una elevada capacidad de generar bienestar, y otros que crean poco bienestar para sus ciudadanos. En el primer grupo, por ejemplo, est¨¢ Noruega; en el segundo, la mayor parte de los exportadores de crudo. Brasil pretende parecerse a Noruega que, a principios de los a?os noventa decidi¨® crear un fondo soberano para invertir lentamente la renta del petr¨®leo con criterios intergeneracionales, partiendo del presupuesto de que el petr¨®leo es un recurso finito y no renovable. La renta del petr¨®leo noruego es invertida es educaci¨®n, seguridad social, etc¨¦tera.
?Significa esto que los gobiernos del PT no han cometido errores? Para nada: adem¨¢s de quedar un largo camino por delante para ser una sociedad menos desigual, la corrupci¨®n, el apropiamiento de parte del aparato del Estado por parte de las ¨¦lites extractivas o la distancia entre las expectativas y la realidad siguen muy presentes. Por ello aparecieron enormes movilizaciones de ciudadanos indignados que creen que no reciben lo que merecen, y que expandieron el malestar por el pa¨ªs. Pero el Brasil de hoy es muy distinto del de hace una d¨¦cada.
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