?Salvar¨¢n las ¡®startups¡¯ a Espa?a?
Evitemos crear otro mito: las 'startups' y los emprendedores har¨¢n mucho por el pa¨ªs, pero no lo salvar¨¢n
Son tiempos para destruir mitos. Espa?a no sabe crear startups: una de las mayores de Europa por facturaci¨®n (casi 4.000 millones de euros) tiene su sede en Barcelona (eDreams). Por su parte, desde Madrid Gowex alcanz¨®, en diciembre de 2013 una capitalizaci¨®n burs¨¢til superior a los 1.000 millones de euros. No tenemos emprendedores que valgan e interesen: en septiembre 2013 el gigante americano Intel compraba la startup sevillana, Indysis, que se convert¨ªa en la primera compra realizada en nuestro pa¨ªs en los m¨¢s de 20 a?os de historia inversora de la americana, con m¨¢s de 1.000 inversiones por el mundo. Este mismo a?o, Softonic recib¨ªa una inversi¨®n de m¨¢s de 82,5 millones por parte del suizo Partners Group.
?Ejemplos aislados? ?Excepciones? La misma semana que Intel invert¨ªa en Espa?a, otro gigante americano, Groupon, compraba la startup madrile?a Blink. Mientras, al otro del mundo, en Palo Alto, AlienVault, fundada por espa?oles e impulsada por venture capital basado en Espa?a, levantaba una ronda de 26 millones de d¨®lares, en Silicon Valley. No tenemos fondos de venture capital que sepan invertir: tambi¨¦n en septiembre 2013, el fondo biotech Ysios participaba en la venta de la startup suiza Endosense por casi 250 millones de euros.
M¨¢s mitos: Espa?a no exporta tecnolog¨ªa y sin embargo los sistemas de control del tr¨¢fico a¨¦reo del cielo alem¨¢n son espa?oles (Indra), mientras otra empresa (Abertis) se ha hecho un hueco en la industria de los sat¨¦lites. En 2012, en pleno apogeo de la crisis, dos empresas espa?olas entraron en el Nasdaq, la meca de la tecnolog¨ªa mundial. Una lo hizo desde Sevilla (Abengoa) y otra, desde Barcelona (Grifols), prueba de que toda la geograf¨ªa nacional es propensa en fomentar milagros tecnol¨®gicos.
M¨¢s mitos: Las empresas espa?olas no saben conquistar nuevos mercados m¨¢s all¨¢ de Europa y Am¨¦rica latina. No pasa una semana sin que alguna ingenier¨ªa o constructora logre un nuevo contrato internacional en Oriente Medio o Asia. Tampoco sabemos crear empresas grandes: Inditex no nace en un garaje californiano pero s¨ª en una sastrer¨ªa gallega y se ha convertido en la ¨²nica multinacional europea, creada despu¨¦s de los a?os 70, en incorporarse al selecto club de las 500 m¨¢s grandes del mundo.
Necesitamos emprendedores que se transformen en empresarios
Podr¨ªamos alargar la lista, mucho m¨¢s all¨¢ de los logros de las grandes del Ibex. En el ¨¢mbito empresarial, la asturiana Duro Felguera ha conseguido dar el salto desde el sector de la miner¨ªa hacia la fabricaci¨®n de bienes de equipo industriales. Otra como Cosentino, desde Almer¨ªa, se ha hecho un hueco mundial al apostar por la innovaci¨®n y pasar de la piedra y el m¨¢rmol al cuarzo silestone. En el sector de la automoci¨®n, Gestamp ha puesto rumbo hacia medio mundo y cuenta con una docena de centros de I+D. La historia de Taurus s¨ª empez¨® en un garaje, con dos emprendedores de un peque?o pueblo del Pirineo que han decidido producir molinos de caf¨¦ y secadores. 50 a?os m¨¢s tarde, sus productos para cocinas se exportan en m¨¢s de 80 pa¨ªses y cuenta con media docena de centros de I+D no s¨®lo en Espa?a sino tambi¨¦n en China, India, Brasil, M¨¦jico y ?frica del Sur. Desde Burgos, se ha levantado otra joya de la industria como es el grupo Antol¨ªn; en Zaragoza, ha surgido la juguetera Imaginarium; en un peque?o pueblo gallego naci¨®, a mediados del siglo pasado, el grupo de alimentaci¨®n Calvo. En otro pueblo de Galicia, Arteixo, pegado A Coru?a, se ha hecho famoso a nivel mundial por albergar al gigante Inditex.
El mapa de Espa?a est¨¢ salpicado de brotes empresariales sorprendentes. Con la crisis tambi¨¦n nos lleg¨® otra muestra de vitalidad: una explosi¨®n de emprendimiento. Un indicador de ello es el brote de aceleradoras de startups creadas de la mano privada. As¨ª, desde 2008, han surgido m¨¢s de 30 aceleradoras, prueba de la vitalidad emprendedora del pa¨ªs. Esta tendencia no es espec¨ªfica a Espa?a: en toda Europa estamos registrando este empuje. Hoy en d¨ªa hay m¨¢s de 260 aceleradoras en las 10 principales econom¨ªas del continente (m¨¢s que las 200 existentes en EE UU). Entre 2007 y 2013, el n¨²mero de aceleradoras ha crecido en Europa nada menos que un 400%, algo in¨¦dito. Y m¨¢s sorprendente quiz¨¢s todav¨ªa: Espa?a, con un total hoy de 38, se coloca por delante de Francia y Alemania; es, de hecho, el segundo pa¨ªs europeo en n¨²mero de aceleradoras e incubadoras, por detr¨¢s de Inglaterra (50) y no muy lejos de Israel (44).
Algunas de ellas nacieron de la mano de multinacionales, como el caso de Wayra, impulsada por Telef¨®nica. No es la ¨²nica: Repsol, BBVA, CAF, La Caixa o Agbar, s¨®lo por mencionar algunas, han desplegado fondos de venture capital, programas de emprendimiento, o aceleradoras corporativas para startups. Hay en la actualidad unos 971 fondos corporativos de venture capital operando en el mundo. La mayor¨ªa est¨¢n en EE UU (396). Sin embargo ¡ªotro mito se derrumba¡ª, Espa?a se coloca hoy en el top 15 mundial de pa¨ªses con 13 fondos corporativos de venture capital, igualando Israel e Italia y superando Noruega y Dinamarca.
No pasa una semana sin que alguna ingenier¨ªa espa?ola logre un nuevo contrato internacional
Empresarios del pa¨ªs tambi¨¦n apostaron, con sus fortunas personales, por las startups como es el caso de Juan Roig que ha creado Lanzadera, una aceleradora asentada en Valencia desde su family office. En Madrid, Jos¨¦ Manuel Entrecanales ha transformado su fundaci¨®n en un veh¨ªculo de financiaci¨®n para apostar y apoyar por startups. Todas estas iniciativas no s¨®lo son llamativas sino que necesarias: colocan nuestro pa¨ªs en una senda que es la adecuada. Si queremos pasar de la era de las naranjas a la del Nasdaq ¡ªcomo ha hecho Israel, que pas¨® de exportador c¨ªtricos a exportar masivamente tecnolog¨ªa e innovaci¨®n¡ª todas ¨¦stas iniciativas sumar¨¢n (y necesitaremos m¨¢s).
La fiebre del emprendimiento se est¨¢ apoderando del pa¨ªs. En la televisi¨®n se asoman programas dedicados a los emprendedores. En la estaciones de trenes (de alta velocidad) se venden ensayos escritos por ellos. Se multiplican los concursos de belleza para startups como si se tratara descubrir el nuevo rostro para una agencia de modelos. Evitemos crear otro mito: las startups y los emprendedores har¨¢n mucho por el pa¨ªs, pero no lo salvar¨¢n. Las startups no salvar¨¢n Espa?a si por ello entendemos que resolver¨¢n del problema del paro.
Los 15 principales fondos de venture capital que invierten en Europa en las fases de expansi¨®n (por cierto, todos ellos anglosajones y el 90% americanos), apoyaron la creaci¨®n de menos de 2.500 puestos de trabajo en sus participadas a lo largo de 2013. En Espa?a, las 25 principales startups emplean menos de 2.500 personas este ejercicio. Eso s¨ª: son dos veces m¨¢s productivas que las empresas grandes de nuestro pa¨ªs y entre tres y seis veces m¨¢s productivas que cualquier otra empresa con un n¨²mero equivalente de empleados.
Necesitamos emprendedores de calado si queremos resetearnos. Pero necesitamos igualmente que ¨¦stos emprendedores se transformen en empresarios, que las startups se conviertan en grandes empresas, como Inditex o Mercadona, que son los grandes proveedores de empleo. La primera, con m¨¢s de 116.000 empelados en 2013 en todo el mundo, da trabajo a tres veces m¨¢s personas que Google (36.000 empleados). Mercadona s¨®lo en Espa?a emplea unas 70.000 personas, es decir casi tantos como Apple en todo el mundo (73.000) y ?20 veces m¨¢s que Facebook! Odigeo, la matriz de eDreams, tiene 1.300 empleados, casi 10 veces menos que Mango (11.000). Eso s¨ª, la primera factura casi m¨¢s del doble que la segunda.
Lo que tienen las empresas tecnol¨®gicas es una impresionante capacidad de creaci¨®n de valor para sus usuarios y accionistas. Con una capitalizaci¨®n burs¨¢til de 350.000 millones de d¨®lares, Apple totalizaba el 45% del valor de las empresas del Ibex a principios de 2013 (y apenas un 4% del total del empleo generado por las multinacionales espa?olas).
Necesitamos m¨¢s emprendedores y m¨¢s empresarios. Ambos son necesarios. Sobre todo necesitamos m¨¢s startups para contestar a esta pregunta fundamental: ?Qu¨¦ pa¨ªs queremos ser? El pa¨ªs de las naranjas y de los casinos, del sol y de la playa, o tambi¨¦n el pa¨ªs que coloca empresas en el Nasdaq, golea con emprendedores, y se alza en primera liga mundial de la innovaci¨®n, la tecnolog¨ªa y el valor a?adido. Ambos no son incompatibles. Es m¨¢s: casi todas nuestras grandes tecnol¨®gicas y startups est¨¢n vinculadas al mundo del ocio y del turismo (pi¨¦nsese en Amadeus, Vueling o eDreams). ?Quiz¨¢s habr¨¢ aqu¨ª una cantera de cara al futuro?
Javier Santiso es profesor de ESADE Business School y fundador de Start up Spain
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.