Grecia o la cara m¨¢s amarga de las pol¨ªticas de los ¡®hombres de negro¡¯

Tras dos rescates por valor de 240.000 millones de euros, una quita de la deuda y seis a?os de recesi¨®n, Grecia es hoy un pa¨ªs con una clase media devastada, amplias capas de la poblaci¨®n pr¨¢cticamente en la indigencia y unas perspectivas de recuperaci¨®n tan endebles que este verano, coincidiendo no se sabe si interesadamente con la campa?a electoral alemana, se avent¨® la posibilidad de un tercer rescate, de unos 10.000 millones, algo que lleg¨® a reconocer el propio ministro de Econom¨ªa griego, Yanis Sturnaras.

Pero el discurso derrotista es solo una cara de la moneda, del otro lado queda el ¨¦xito irland¨¦s, y los resultados del alumno aplicado sirven a la troika para azuzar a¨²n m¨¢s a Grecia, a la zaga de otros pa¨ªses rescatados. Su econom¨ªa se contrajo un 4% en los nueve primeros meses de 2013, la deuda supone hoy el 156,9% del PIB y la tasa de paro sigue batiendo r¨¦cords en la UE: el 27,4% en septiembre (casi el 52% entre los menores de 24 a?os), con un pr¨¢ctico empate entre poblaci¨®n activa (3,6 millones) e inactiva (3,3) en una poblaci¨®n de 11 millones. El Gobierno, sin embargo, ense?a la zanahoria de un super¨¢vit primario de 812 millones de euros en 2013 y la previsi¨®n de que el PIB crezca el a?o que viene, por primera vez en seis a?os, un 0,6%. La troika se permite dudarlo.

Los Presupuestos para 2014 aprobados el pasado d¨ªa 8 contemplan recortes adicionales por 3.000 millones de euros, pero la oposici¨®n los critica por ¡°virtuales¡± al no contar a¨²n con el benepl¨¢cito de la troika, que esta semana ha visitado por en¨¦sima vez Atenas. Los hombres de negro insisten en dos puntos: que se ponga fin a la moratoria antidesahucios y se salde un agujero presupuestario de 1.200 millones; su empe?o en el renqueante programa de privatizaciones, que avanza un paso y retrocede tres, es otro de los escollos de la negociaci¨®n.

Al calor de las elecciones alemanas se habl¨® de un tercer tramo de ayudas

La exigencia de anular la moratoria de desahucios, vigente desde 2010, es un fantasma que no solo acecha a amplias capas de poblaci¨®n depauperada ¡ªde aprobarse, arrojar¨ªa a la calle a unas 150.000 personas¡ª, sino que tambi¨¦n compromete la d¨¦bil mayor¨ªa parlamentaria que sustenta al Ejecutivo de Andonis Samar¨¢s: los diputados de su partido, la conservadora Nueva Democracia (ND), ya han advertido que no votar¨¢n contra la moratoria. ¡°Tal medida podr¨ªa desembocar en una guerra civil¡±, ha advertido la portavoz de ese grupo parlamentario. La fragilidad pol¨ªtica es tan palmaria que los Presupuestos fueron aprobados solo por 153 diputados, entre conservadores y socialistas del Pasok, en una C¨¢mara de 300 esca?os. Tres defecciones m¨¢s en las filas del bipartito y Grecia se ver¨ªa abocada a las urnas.

Veinti¨²n trimestres seguidos de recesi¨®n han abismado a Grecia en niveles de pobreza que van m¨¢s all¨¢ de la privaci¨®n. En t¨¦rminos estad¨ªsticos, es ya el cuarto pa¨ªs m¨¢s pobre de la Uni¨®n Europea, tras Bulgaria, Ruman¨ªa y Letonia: 3,8 millones de griegos (el 34,6% de la poblaci¨®n) rondaban la pobreza o la exclusi¨®n social en 2012, seg¨²n Eurostat, frente al 31% en 2011. Alrededor de 350.000 hogares viven sin luz, al hab¨¦rseles sido cortada por impago de las facturas; seg¨²n la el¨¦ctrica estatal, 20.000 hogares se quedan a oscuras cada mes, lo que provoc¨® tres muertes en la primera semana de diciembre por fuegos improvisados para iluminar o calentar la casa. Ante el clamor social, y la actuaci¨®n de guerrillas urbanas que devolv¨ªan en plan pirata la conexi¨®n a los hogares carentes, el Gobierno ha ordenado restablecer la corriente a los necesitados.

La conflictividad social tampoco cesa: el ¨²ltimo ejemplo ha sido la huelga de m¨¦dicos del sistema p¨²blico de salud (Eopy), en protesta por el pase a la reserva ¡ªo predespido¡ª de 2.500 especialistas. El presupuesto de los hospitales se ha recortado un 40%, lo que ha obligado a suspender muchos actos m¨¦dicos, entre ellos operaciones no imprescindibles. El 30% de la poblaci¨®n ¡ªincluidos los que han dejado de cotizar o quienes han agotado el a?o de subsidio de desempleo¡ª no tiene acceso a la sanidad p¨²blica.