D¨ªaz Ferr¨¢n perdi¨® su vivienda por especular con acciones de Martinsa
La sociedad de valores Ahorro Corporaci¨®n ejecut¨® en 2010 la hipoteca que sirvi¨® de garant¨ªa para un pr¨¦stamo de compra de t¨ªtulos de la constructora
El expresidente del grupo Marsans y de la CEOE, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, actualmente en prisi¨®n, perdi¨® su vivienda habitual, en la urbanizaci¨®n Conde Orgaz de Madrid, por invertir en acciones de Martinsa-Fadesa. Ahorro Corporaci¨®n ejecut¨® en julio de 2010 el aval hipotecario que el anterior jefe de la patronal hab¨ªa presentado como garant¨ªa de que iba a devolver el pr¨¦stamo de la sociedad de valores por el que adquiri¨® en junio de 2007 un total de 491.000 acciones de la constructora de Fernando Mart¨ªn por un total de 9,67 millones de euros. El socio de D¨ªaz Ferr¨¢n en Marsans, Gonzalo Pascual, ya fallecido, que tambi¨¦n aval¨® con su casa, una inversi¨®n similar en la misma fecha, corri¨® la misma suerte.
En su confesi¨®n a la polic¨ªa en la c¨¢rcel de Picassent el pasado 27 de noviembre en la que describe las tretas para poner el patrimonio de D¨ªaz Ferr¨¢n a salvo de sus acreedores, ?ngel de Cabo, el liquidador del Grupo Marsans, trata de salpicar tambi¨¦n a Ahorro Corporaci¨®n, uno de los principales grupos de servicios de inversi¨®n de Espa?a. De Cabo asegur¨® a los polic¨ªas que la sociedad de valores false¨® unos contratos para permitir a D¨ªaz Ferr¨¢n y a su socio, Gonzalo Pascual, ya fallecido, conservar el uso de sus domicilios particulares de Madrid en detrimento de sus acreedores concursales. EL PA?S, sin embargo, ha tenido acceso a documentos que muestran que la firma de inversi¨®n ejecut¨® las hipotecas y se hizo con la propiedad de las casas.
De Cabo acusa al grupo burs¨¢til de falsear contratos con el due?o de Marsans
¡°Para evitar que las viviendas de D¨ªaz Ferr¨¢n y Pascual fueran objeto de embargo en los concursos de acreedores, fueron cedidas de forma ficticia a la entidad Ahorro Corporaci¨®n¡±, cont¨® De Cabo, en presencia de su abogado, a los agentes. Las sociedades patrimoniales de los dos socios de Marsans, Grudisan y Parihol, eran deudoras de Ahorro Corporaci¨®n, que hab¨ªa financiado un pr¨¦stamo para la compra de acciones de Martinsa Fadesa. Seg¨²n el liquidador, ¡°en connivencia con D¨ªaz Ferr¨¢n y Pascual, para salvar sus casas, Ahorro Corporaci¨®n otorg¨® unos contratos predatados [con una fecha y efectos anteriores a los de su celebraci¨®n]¡±.
Ahorro Corporaci¨®n niega ¡°rotundamente¡± estas declaraciones, que tacha de ¡°falsas y calumniosas¡±. ¡°Toda nuestra cartera de contratos est¨¢ auditada y comunicada ante la CNMV¡±, afirman fuentes de la sociedad de valores. ¡°Es materialmente imposible que se hubiera podido inventar un contrato en una operaci¨®n como esta, en la que las garant¨ªas quedan acreditadas ante notario y apuntadas en el registro de la propiedad¡±, a?aden.
El pr¨¦stamo de Ahorro Corporaci¨®n a D¨ªaz Ferr¨¢n y Pascual es t¨¦cnicamente una operaci¨®n financiera de venta futura (forward). La sociedad de valores compra el 7 de junio de 2007 los 491.000 t¨ªtulos a su precio de mercado de entonces, 19,69 euros, y el expresidente de la CEOE se compromet¨ªa a comprar las acciones tres a?os m¨¢s tarde a ese precio, con la esperanza de embolsarse una plusval¨ªa. Sin embargo, los t¨ªtulos de Martinsa quedaron suspendidos de cotizaci¨®n a 7,30 euros al presentar el mayor concurso de acreedores de la historia empresarial espa?ola.
D¨ªaz Ferr¨¢n se vio obligado a presentar su casa como garant¨ªa hacia la sociedad de valores de que iba a poder comprar las acciones al precio pactado pese a que val¨ªan poco m¨¢s de la tercera parte. Llegada la fecha de compromiso de compra, D¨ªaz Ferr¨¢n y Pascual estaban ya arruinados. Ahorro Corporaci¨®n se qued¨® con la vivienda, que sigue siendo de su propiedad, con un valor de mercado sensiblemente m¨¢s bajo de los 5,5 millones en que se tas¨® como aval y de los 2,4 millones al que se la adjudic¨®. Durante un tiempo, y hasta que se quedaron sin fondos, los hijos de D¨ªaz Ferr¨¢n pudieron alquilar la vivienda ¡°a precio de mercado¡±, aseguran las fuentes.
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