¡°Europa debe reconocer los graves errores que ha cometido¡±
"La econom¨ªa espa?ola ha dado un giro esperanzador", sostiene el primer decano indio de la escuela de negocios
Nitin Nohria es el primer decano no estadounidense de Harvard Business School (HBS). Cuando fue nombrado, en 2010, en medio de la Gran Depresi¨®n, se habl¨® de que su gesti¨®n ser¨ªa un punto de inflexi¨®n en la prestigiosa escuela de negocios, de la que ser¨ªa el decano del cambio de una forma de ense?ar a los ejecutivos, que hab¨ªa tenido mucho que ver con la crisis. Al preguntarle sobre los cambios introducidos, Nohria es modesto y se refiere al ¡°interesante paralelismo¡± que supone que la escuela de Boston fuese creada en 1908, coincidiendo con una crisis, y que, 100 a?os despu¨¦s, su centenario tambi¨¦n coincid¨ªa otra gran crisis. ¡°Crisis como la vivida a partir de 2008 dan la oportunidad, ponen el contexto, para que las instituciones reflexionen y se pregunten qu¨¦ hacer en el futuro. Es muy dif¨ªcil iniciar cambios si no hay un apetito latente de ellos¡±, ¡°cuando llegu¨¦ a mi cargo ya ten¨ªa una base sobre la que empezar a trabajar. Sobre ella vertebr¨¦ cinco importantes puntos como hoja de ruta de estos cambios, que, en realidad, supon¨ªan dar voz a esas ideas que hab¨ªan ido surgiendo dentro de la escuela¡±. Innovaci¨®n, ambici¨®n intelectual, internacionalizaci¨®n, inclusi¨®n e integraci¨®n son esos puntos con los que Nohria ha conseguido, entre otras cosas, que su renovado programa estrella de Harvard, el MBA, se coloque al frente de la clasificaci¨®n mundial de Financial Times de 2013 despu¨¦s de ocho a?os.
Nohria ha viajado esta semana a Barcelona para dar una conferencia en el IESE sobre la econom¨ªa asi¨¢tica, con motivo del 50? aniversario del comit¨¦ creado entre ambas escuelas para colaborar. ¡°Quiz¨¢ Harvard tenga mucho que aprender del IESE, que se ha vuelto incluso m¨¢s agresivo que nosotros, a la hora de crear programas educativos con una ¨®ptica global¡±, dice, en la creencia de que hay que preparar ejecutivos que piensen globalmente.
Pregunta. ?Ha variado la forma de gestionar las empresas de los graduados de la escuela desde 2010? ?Est¨¢n siendo parte de la soluci¨®n a la crisis, como usted anunciaba?
Respuesta. Todav¨ªa es demasiado pronto para poder decir que los graduados MBA han influido en la resoluci¨®n de la crisis. El reto del programa MBA es preparar a la gente y que tenga un tiempo para crecer, para pensar en la crisis y en posibles formas de respuesta.
P. ?Y los directivos de las empresas est¨¢n siendo parte de la soluci¨®n a la crisis?
R. Sin contestar directamente a la pregunta, s¨ª decir que para lo que ha servido esta crisis es para darnos cuenta de que ha habido momentos en los que se ha corrido un riesgo excesivo, que ha producido mucho dinero a corto plazo, pero a la larga ha sido la causa de muchos problemas. La crisis ha contribuido tambi¨¦n a demostrar que las fortunas de la empresa y de la sociedad est¨¢n entrelazadas. Lo que es malo para una empresa, sin duda, tiene sus consecuencias en la sociedad, y viceversa. Con estas lecciones conf¨ªo en que seamos capaces de adoptar las medidas necesarias para ir resolviendo esta crisis.
P. ?Qu¨¦ medidas de las aplicadas por EE?UU deber¨ªa replicar Europa para conseguirlo?
R. Uno de los puntos fuertes de EE?UU es que no oculta los graves errores que ha cometido. Es muy importante que Europa reconozca que se han cometido errores, que el problema existe, cosa que no est¨¢ ocurriendo, y, a partir de ah¨ª, que los bancos se den cuenta de la vulnerabilidad de sus activos, que los Estados se den cuenta de sus obligaciones sociales, que las tienen que cumplir, aunque hasta ahora han quedado arrinconadas, y que la industria se d¨¦ cuenta de que los costes de capital ir¨¢n subiendo¡ O sea, por un lado, Europa debe reconocer los problemas que tiene, y, por otro, tiene que preocuparse por crecer. El crecimiento empieza por la innovaci¨®n. Europa deber¨ªa tener m¨¢s confianza en s¨ª misma y en su capacidad de innovaci¨®n.
P. ?No tiene confianza en s¨ª misma?
¡°Europa ha de tener m¨¢s confianza en s¨ª misma y recuperar su ra¨ªz innovadora¡±
R. Necesita tener m¨¢s. Hay ejemplos de innovaci¨®n. Espa?a es puntera en dise?o y en moda. Pero en tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n, las empresas europeas se han dormido en los laureles. Han perdido sus ra¨ªces innovadoras. La capacidad est¨¢, pero parece que no exista el ¨ªmpetu para tirar hacia delante.
P. ?Qu¨¦ hace falta para ello?
R. Cuando la situaci¨®n econ¨®mica es tan problem¨¢tica, uno no tiene energ¨ªa para empezar a innovar. Pero soy optimista, ahora, cuando el 80% o el 90% de los problemas de la crisis est¨¢n resueltos, o, por lo menos, abordados, quiz¨¢ en un plazo de entre uno y seis o a?os la innovaci¨®n se ponga en marcha.
P. ?Qu¨¦ imagen se tiene en EE?UU de Espa?a?
R. La burbuja inmobiliaria ha sido mucho m¨¢s grave en Espa?a que casi en cualquier pa¨ªs del mundo y ha derivado en problemas enormes. Espa?a, ahora, debe hacer algo para, poco a poco, salir de esta crisis. Lo que m¨¢s me preocupa es toda esa generaci¨®n de j¨®venes en paro que est¨¢n en riesgo de ser una generaci¨®n que pierda los primeros a?os tan fruct¨ªferos de su posible carrera profesional. Es motivo de esperanza que se ha dado un giro y hay indicios de un crecimiento positivo en la econom¨ªa espa?ola, en la producci¨®n industrial por lo menos, que quiz¨¢ pueda consolidarse en unos pocos meses.
P. ?Ha finalizado en EE?UU la crisis de las escuelas de negocios que contin¨²a en Europa?
R. El periodo comprendido entre 1950 y 2000 fue la edad de oro de las escuelas de negocios en EE?UU. Entonces, uno de cada cinco licenciados ten¨ªa un MBA o un programa de direcci¨®n de empresas. Ahora, en cambio, mucha gente se plantea si verdaderamente es rentable hacer una inversi¨®n de uno o dos a?os para formarse en el mundo de los negocios. Por esa raz¨®n, todas las escuelas de negocios deben redoblar sus esfuerzos por mejorar su oferta y el contenido de sus programas. Es por lo que he apostado en HBS con su campa?a de innovaci¨®n, que sirve para reforzar nuestra propuesta de valor.
P. ?Qu¨¦ importancia les da Harvard a los rankings?
R. Nuestra escuela, quiz¨¢ por estar siempre entre las tres primeras del mundo, no les concede demasiada importancia. Los rankings son una se?al, pero no hay que obsesionarse con ellos. El peligro de muchos de estos sistemas de clasificaci¨®n es que utilizan como medida los salarios que ganan los reci¨¦n licenciados, se basan mucho en el corto plazo, cuando lo verdaderamente importante es analizar el largo plazo, ver la evoluci¨®n de los sueldos de la persona 10 o 20 a?os despu¨¦s de haberlos cursado.
P. Usted afirma que, dentro de 20 a?os, las escuelas de negocios que encabezan hoy los rankings mundiales no estar¨¢n. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con HBS?
R. La clasificaci¨®n de las 500 empresas m¨¢s importantes del mundo de Fortune cambia constantemente debido a la globalizaci¨®n de la econom¨ªa. Siguiendo este modelo, ?por qu¨¦ no va a pasar lo mismo con las escuelas de negocios? Con la globalizaci¨®n se est¨¢n creando escuelas de negocios en Asia, sobre todo en China y en la India; en Latinoam¨¦rica, y en todas partes del mundo. Esa lista va a cambiar necesariamente. Va a ser muy dif¨ªcil mantenerse entre los tres o diez primeros del ranking. En Harvard, si no somos innovadores y no mejoramos nuestra actividad cada d¨ªa, no podremos permanecer ah¨ª, porque no tenemos el monopolio de esos primeros puestos del ranking.
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