Coches e iPhones en Brasil son hasta un 40% m¨¢s caros que en la Alianza del Pac¨ªfico
Uno de los mayores m¨¢rgenes de beneficios del mundo, tributos exagerados y un consumidor que no reclama explican los precios m¨¢s caros que los pagados por los pa¨ªses vecinos del continente
Brasil es un pa¨ªs donde los productos obedecen a un sistema de tributaci¨®n en el que los bienes que no se consideran de primera necesidad pagan m¨¢s impuestos. As¨ª que al adquirir un tel¨¦fono de alta tecnolog¨ªa como el iPhone, el consumidor paga un 63% de tributos, mientras que para llevarse un kilo de jud¨ªas a casa desembolsar¨¢ un 17%. Los altos impuestos explican los precios elevados del pa¨ªs. Pero esa es una p¨¢gina de la historia, no la ¨²nica raz¨®n. Con el pretexto de crear empleos en el pa¨ªs, el Gobierno brasile?o mantiene la econom¨ªa relativamente cerrada a quien es de fuera y posibilita lucros alt¨ªsimos para los participantes del juego.
Seg¨²n un c¨¢culo pedido por el EL PA?S al profesor Alcides Leite, de Escuela de Negocios Trevisan, los brasile?os pagan m¨¢s por un Toyota Corolla que sus vecinos del Bloque de la Alianza del Pac¨ªfico, que Estados Unidos y que Alemania. Los 62.100 reales (casi 26.300 d¨®lares) que paga un brasile?o por un Corolla fabricado en Brasil significan un 38% m¨¢s que lo que paga un chileno por el mismo coche importado de Jap¨®n y un 26% m¨¢s de lo que desembolsa un peruano. Un colombiano paga un 30% menos por el Corolla japon¨¦s. En la comparaci¨®n con M¨¦xico, el coche fabricado tambi¨¦n en el pa¨ªs latinoamericano sale por 18.300 d¨®lares, un 30% menos que en Brasil. Estados Unidos fabrica el Corolla y el coche sale por casi 17.000 d¨®lares en el mercado local (un 35% menos que en Brasil). En Alemania, donde los impuestos tambi¨¦n son altos, el Corolla fabricado en Turqu¨ªa llega al consumidor por 26.336 d¨®lares (un 4% menos en relaci¨®n a Brasil).
Las montadoras de coches en los Estados Unidos, por ejemplo, trabajan con un margen de lucro del 1% al 2% cuando, en 2008, lleg¨® a ser del 0,4%. En Brasil, donde Fiat, GM, Volkswagen y Ford tienen una buena parte del mercado, de m¨¢s del 60%, los lucros de ese grupo de ¨¦lite queda entre el 6% y el 8%, seg¨²n c¨¢lculos de fuentes del sector. ¡°En la industria automotiva, que solo se justifica financieramente con f¨¢bricas a pleno vapor, esa diferencia porcentual significa miles de millones de reales, d¨®lares, euros u otra moneda. Y a¨²n hay casos de montadoras con lucros de dos d¨ªgitos¡±, afirma Jos¨¦ Roberto Ferro, presidente del Lean Institute Brasil.
A pesar de todo, dice Ferro, la perspectiva para el futuro del sector automotivo es de reducci¨®n de esos m¨¢rgenes. Ser¨¢ a medida que nuevos fabricantes, especialmente chinos, se instalen, y los consumidores sientan el peso del fin del beneficio de incentivo fiscal del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) y el consumado tienda a estabilizarse en los niveles de 2013. El a?o pasado, las ventas de coches disminuyeron por primera vez en diez a?os, con una ca¨ªda del 1,6%, y ya se han registraron lucros menores en las cuentas de las cuatro l¨ªderes del mercado local, relacionados con los efectos negativos de Brasil, como la devaluaci¨®n cambiaria.
Otro c¨¢lculo hecho por el profesor Leite muestra la situaci¨®n del tel¨¦fono iPhone 5S con 16 gigabytes de memoria. Los 2.799 reales (1.185 d¨®lares) pagados en Brasil representan un 37% m¨¢s que en Per¨², un 32% por encima del precio de Colombia, un 31% m¨¢s que en Chile y es un 26% m¨¢s caro que en M¨¦xico. A¨²n es un 44% m¨¢s caro que en Estados Unidos y un 18% mayor que el valor que un alem¨¢n paga por el mismo tel¨¦fono. ¡°Las transnacionales acaban adapt¨¢ndose a nuestro mercado. Lo que sorprende es que el consumidor brasile?o no se queje pol¨ªticamente por esos precios¡±, dice Leite.
¡°O sea, para no 'exportar' empleos, Brasil tributa alto bienes de consumo, dando ventajas a las empresas que prefieren instalarse aqu¨ª, en vez de solo importar. No todas las empresas acaban cediendo a ese juego, ya que, a veces, el mercado brasile?o por si solo no compensa las inversiones¡±, dice Ivair Rodrigues, socio de la IT Data Consultoria. ¡°Cuando existe viabilidad financiera para abrir una operaci¨®n en Brasil lo que sucede, sin embargo, es que el consumidor nacional acaba no benefici¨¢ndose de precios m¨¢s baratos, ya que esas empresas acaban simplemente cobrando m¨¢s por la inestabilidad del ambiente de negocios y por la falta de confianza en el pa¨ªs¡±.
El presidente del Instituto Brasileiro de Planeamento y Tributaci¨®n, Jo?o Eloi Olenike, recuerda que, de 1986 hasta hoy, los impuestos en Brasil subieron del 22% del PIB al 36%. ¡°El mayor peso es del Impuesto de Comercializaci¨®n de Servicios y del IPI, pero el sistema mantiene verdaderas dificultades. El gobierno brasile?o a¨²n mantiene una mentalidad de los a?os 50. El pa¨ªs no entr¨® en la era de la globalizaci¨®n. En vez de enfrentar los problemas enormes de competitividad, el razonamiento es "aqu¨ª no entra". "O la mercanc¨ªa entra pagando un alto peaje¡±, dice Olenike.
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