Bolivia, Brasil y Argentina, los pa¨ªses que m¨¢s ampliaron las pensiones de jubilaci¨®n

En el siglo XXI, Am¨¦rica Latina ha aprovechado los a?os de bonanza de los precios de las materias primas y la mejora de sus pol¨ªticas fiscales para ampliar la cobertura de los sistemas de pensiones. Cada pa¨ªs emprendi¨® reformas distintas. Algunos alcanzaron altos porcentajes de mayores de 65 a?os con el beneficio previsional, pero enfrentan los desaf¨ªos de elevarlo y darle sustentabilidad en el mediano y largo plazo. Otros a¨²n tienen mucho por mejorar en cuanto a la cantidad de beneficiarios y de la suma que perciben. Estas son por lo menos algunas de las conclusiones de un informe del Banco Mundial que lleva el t¨ªtulo de M¨¢s all¨¢ de las pensiones contributivas. Catorce experiencias en Am¨¦rica Latina y que se publica este jueves.

La regi¨®n siempre ha sufrido el problema de la informalidad laboral de buena parte de sus trabajadores y de la baja proporci¨®n de ancianos que cobran una jubilaci¨®n. Tras la crisis de la deuda externa de los 80 y durante los 90 sobrevinieron tiempos de ajuste fiscal, aumento del desempleo, ca¨ªda de contribuciones a la Seguridad Social y privatizaci¨®n de los sistemas de pensiones en diversos pa¨ªses, como Chile, Argentina o M¨¦xico, con excepciones como Brasil. En los 2000, continuaron las reformas, pero con otro objetivo: el de llevar las pensiones a quienes no hab¨ªan podido contribuir en su vida activa por la informalidad del empleo o el paro. Incluso se revirtieron privatizaciones como en Argentina.

Los diversos pa¨ªses aplicaron programas variados de ampliaci¨®n de cobertura seg¨²n el nivel con el que contaban en forma previa. Los que dispon¨ªan de mayores porcentajes de adultos mayores con pensi¨®n tendieron a universalizar el beneficio y los de menos, se focalizaron en atender a los pobres, no sin dificultades para identificarlos, como sugiere el trabajo del Banco Mundial. La excepci¨®n ha sido Bolivia, que ha dado un salto sideral en la cobertura.

De los 13 pa¨ªses analizados en Latinoam¨¦rica (el restante caso es del Caribe), Argentina y Bolivia lideran en porcentaje de mayores de 65 a?os con pensiones, con un 91%, seguidos por el 86% en Brasil y Uruguay y el 83% en Chile. M¨¦xico y Colombia alcanzan a apenas el 44%, Per¨² al 41%, mientras que las cifras m¨¢s bajas aparecen en El Salvador (17%) y Paraguay (29%). El Banco Mundial advierte sobre la necesidad de ¡°esfuerzo adicional¡± en estos pa¨ªses.

Para analizar el progreso de los ¨²ltimos a?os, el informe da cuenta del porcentaje de los nuevos pensionistas que accedieron al beneficio sin contribuciones o con aportes rebajados sobre el total de la poblaci¨®n mayor a los 65 a?os. Entonces destaca la inclusi¨®n de Bolivia (90%), Brasil (48%) y Argentina (41%). En cambio, ha sido menor la incorporaci¨®n de beneficiarios en Chile (27%), Colombia (21%), M¨¦xico (18%) y Per¨² (15%). En Uruguay solo se sum¨® al 6% de los adultos mayores, pero porque de por s¨ª el nivel anterior de cobertura era alto. Distinta era la situaci¨®n previa de otros pa¨ªses con progreso acotado como El Salvador (4%) y Paraguay (13%).

Claro que el entusiasmo de los gobiernos de distintos colores pol¨ªticos por universalizar las pensiones en algunos pa¨ªses o llegar a los m¨¢s pobres en otros tambi¨¦n se topa con el desaf¨ªo de la sostenibilidad en el futuro. El programa de ampliaci¨®n de cobertura demanda un gasto equivalente al 2,5% del PIB en Argentina, el 1,9% en Brasil y el 1% en Bolivia. No por casualidad son los pa¨ªses que m¨¢s han logrado ampliar la cobertura. Hay algunos con relativamente alta proporci¨®n previa de pensionistas que han destinado poco dinero, como Chile, con el 0,2% de su PIB, pero otros con muchos retos pendientes que han gastado a¨²n menos, como Colombia, M¨¦xico y Per¨², con el 0,1% cada uno.

El Banco Mundial cita varias investigaciones que demuestran que las pensiones no contributivas no desincentivan en forma significativa que los trabajadores activos busquen empleo o contribuyan a la Seguridad Social. Otros factores influyen m¨¢s sobre estas situaciones. Adem¨¢s, el organismo multilateral recomienda no centrarse solo en los costes sino tambi¨¦n en el beneficio de la ayuda: evitar que los mayores caigan en la pobreza al dejar de trabajar o asegurarles que cobren un ingreso cercano al que ten¨ªan en su etapa laboral. En algunos pa¨ªses, las nuevas jubilaciones no contributivas alcanzan niveles m¨¢s cercanos a las contributivas (77% en Argentina, 67% en Costa Rica y 57% en Uruguay), mientras que en otros est¨¢n alejadas (4% en Colombia, 6% en Ecuador y 8% en Bolivia). Si se comparan las pensiones no contributivas con el PIB per c¨¢pita de cada pa¨ªs, los que mejor pagan son Argentina (39,6%), Paraguay (29,3%) y Uruguay (18,4%). Los que menos beneficios dan son Colombia (4,3%), M¨¦xico (4,9%), Ecuador (7,7%) y Per¨² (8,6%). Brasil paga pensiones equivalentes al 17,2% de la renta personal media y Chile, al 12%.

La poblaci¨®n latinoamericana es a¨²n joven, pero va camino del envejecimiento. Uno de los desaf¨ªos a futuro es ampliar la cantidad de trabajadores que contribuyen a la Seguridad Social. Solo en cinco pa¨ªses la proporci¨®n supera el 50%: Chile, seguido por Uruguay, Costa Rica, Argentina y Brasil. En muchos casos los patrones no regularizan a sus empleados. Tambi¨¦n hay trabajadores aut¨®nomos que no advierten los beneficios de contribuir a un sistema de pensiones que hist¨®ricamente no ha pagado bien. El reto radica incluso en mantener los logros alcanzados. Como advierten los editores del informe y coautores de su cap¨ªtulo introductorio, Rafael Rofman, Ignacio Apella y Evelyn Vezza, ¡°una situaci¨®n pol¨ªticamente adversa podr¨ªa resultar en la reversi¨®n de algunas¡± de las reformas que han ampliado la cobertura.