Toyota zanja con una sanci¨®n r¨¦cord el caso por la aceleraci¨®n involuntaria

Toyota ha zanjado este mi¨¦rcoles cuatro a?os de investigaci¨®n en Estados Unidos por el caso de la aceleraci¨®n involuntaria de sus coches con un desembolso de 1.200 millones de d¨®lares (860 millones de euros), lo que supone la mayor sanci¨®n que se impone a una compa?¨ªa automovil¨ªstica. Adem¨¢s, est¨¢ por ver las implicaciones que pueda tener la investigaci¨®n abierta contra su principal rival, General Motors, que se enfrenta a una crisis similar por la gesti¨®n de un fallo en el encendido de varios de sus modelos.

El fabricante japon¨¦s lleva varias semanas dando los ¨²ltimos retoques al pacto con el Departamento de Justicia, que trataba de depurar responsabilidades por la v¨ªa penal sobre la forma en la que la compa?¨ªa gestion¨® las quejas de sus clientes. Ahora, GM es objeto de cuatro investigaciones federales en EE UU porque tard¨® m¨¢s de una d¨¦cada en llamar a revisi¨®n a los veh¨ªculos afectados, pese a tener conocimiento de que pod¨ªan pararse en marcha.

La fiscal¨ªa neoyorquina consider¨® al inicio de la investigaci¨®n que Toyota ocult¨® informaci¨®n a los reguladores de la seguridad vial en EE UU sobre las quejas de sus clientes. La multinacional se vio al final obligada a emitir una orden de llamada que afect¨® a 10 millones de veh¨ªculos en todo el mundo entre 2009 y 2010. El origen era un problema de dise?o de las moquetas, que atascaban el acelerador. Al principio se temi¨® que fuera un fallo en la centralita electr¨®nica.

"Toyota actu¨® para proteger la marca, no al cliente", se?al¨® el fiscal general, Eric Holder. Con este pago evita en principio que se impongan cargos por la v¨ªa criminal. Toyota cooper¨® con las autoridades en EE UU a la hora de corregir el problema. Adem¨¢s de que introdujo cambios en la manera en la que controla la seguridad y calidad de los veh¨ªculos que pone en el mercado. El a?o pasado pag¨® tambi¨¦n m¨¢s de 1.000 millones a los afectados por los accidentes.

El responsable de Justicia considera que la sanci¨®n impuesta a Toyota es apropiada y espera que mande una se?al clara al resto de fabricantes a la hora de hacer frente a defectos de fabricaci¨®n, para que se traten estos casos como un problema de seguridad para los conductores y no como uno de relaciones p¨²blicas. "No se puede jugar con la vida de los conductores", a?adi¨® el fiscal neoyoquino, Preet Bharara, quien lament¨® la manera en la que la compa?¨ªa asumi¨® al inicio su responsabilidad para proteger sus resultados.