Caviar de caracol para ¡®gourmets¡¯

Hace 15 a?os, Blas Hervias, gerente y fundador de Blanc Gastronomy, estaba trabajando de auditor financiero en una empresa inmobiliaria cuando una idea comenz¨® a rondarle por la cabeza: dedicarse a comercializar huevas de caracol como caviar blanco.

Desde las oficinas que la compa?¨ªa tiene en Puerto Real (C¨¢diz), el emprendedor explica que comenz¨® a interesarse en todo lo relacionado con los caracoles ¡°cuando le¨ª que hay gente que se dedica a su crianza. Entonces me enter¨¦ de las propiedades curativas de las babas y de las huevas de caracol. Firm¨¦ acuerdos con las Universidades de C¨®rdoba y C¨¢diz para desarrollar una investigaci¨®n sobre las propiedades de las huevas de caracol¡±, recuerda Hervias.

Hasta ese momento apenas exist¨ªa literatura cient¨ªfica sobre las tambi¨¦n llamadas perlas de afrodita o caviar blanco (m¨¢s all¨¢ de unas supuestas propiedades afrodis¨ªacas que quedar¨ªan m¨¢s cerca de la leyenda que de la realidad). Cuando la investigaci¨®n descubri¨® que el consumo de huevas de caracol ayuda a prevenir la osteoporosis (¡°tienen mucho calcio¡±, indica el emprenderor), Hervias decidi¨® lanzarse a la comercializaci¨®n de este producto. ¡°Un 80% de mi mercado est¨¢ fuera de Espa?a, principalmente en Dub¨¢i, Singapur y, sobre todo, Hong Kong¡±, explica. A este ¨²ltimo destino, Blanc Gastronomy lleg¨® gracias a una agencia de la Junta de Andaluc¨ªa, que va por todo el mundo ¡°segmentando posibles clientes para tu producto¡± y a una comercial catalana que distribuye productos gourmet en la excolonia brit¨¢nica.

Blanc Gastronomy ya lleva cinco a?os en el mercado. Hoy produce y vende ¡°solo bajo pedido¡± 300 kilos de caviar blanco al a?o, principalmente para restaurantes de alta cocina. ¡°Hemos sido muy bien aceptados por los mejores cocineros, que utilizan nuestro producto en sus platos como acompa?amiento¡±.

Sin embargo, los primeros pasos no fueron nada f¨¢ciles. ¡°El primer a?o tan solo vendimos un kilo de producto, despu¨¦s de habernos gastado bastante dinero en el desarrollo de la compa?¨ªa. Tuvimos que enfrentarnos con dos problemas: el rechazo inicial del cliente y el desconocimiento del producto. Nadie conoc¨ªa las huevas de caracol y, para resolver este contratiempo, lo que hicimos fue entrar en contacto con cocineros. Estos, adem¨¢s de crear recetas con nuestro caviar blanco, han promocionado el producto en sus restaurantes¡±, explica Hervias. Desde el comienzo de la empresa, el emprendedor tuvo claro que, para dar a conocer el caviar blanco entre sus potenciales clientes, no ten¨ªa m¨¢s remedio que ofrecerles un valor a?adido, darles algo que nadie m¨¢s les daba. ¡°En el caso de las huevas de caracol, el valor a?adido estaba en que nadie m¨¢s en el mundo las comercializaba. Nosotros fuimos los primeros y, a¨²n hoy, tan solo hay otras dos empresas en el mundo que hacen lo mismo que nosotros. Una es chilena y la otra francesa¡±, agrega.

La diferenciaci¨®n ha sido la apuesta de Blanc Gastronomy cada vez que ha puesto un producto en el mercado: bombones, aceite de oliva virgen extra o, ¡°por ejemplo, ginebra destilada con salicornia¡­ algo que, por cierto, tampoco tiene nadie. Adem¨¢s, siempre utilizamos en nuestros envases materiales de alta calidad como maderas nobles o cristales Swarovski. Tratamos de diferenciarnos ofreciendo algo m¨¢s que la competencia a nuestros clientes¡±.

Blanc Gastronomy y Blas Hervias, su fundador, son un ejemplo vivo de lo que cuesta poner en pie un proyecto empresarial. En este caso no solo ha habido un desarrollo de producto, b¨²squeda de financiaci¨®n, evangelizaci¨®n de consumidores (o si se prefiere, desarrollo de demanda ante una oferta que antes no exist¨ªa). Incluso el propio emprendedor selecciona una a una las huevas que van en cada recipiente¡­ desechando 700 gramos por cada kilo y empleando tres horas en llenar una lata de 50 gramos.