John Lewis, los almacenes m¨¢s democr¨¢ticos del Reino Unido, cumplen 150 a?os
Los grandes almacenes John Lewis, l¨ªderes en el Reino Unido y cuya propiedad es de los empleados, cumplen 150 a?os en el mismo lugar donde a¨²n hoy se erigen en la londinense Oxford Street.
Fundados el 2 de mayo de 1864 por el ingl¨¦s John Lewis, empezaron como una peque?a mercer¨ªa que con el tiempo creci¨® hasta convertirse en una referencia empresarial en este pa¨ªs, no solo por su ¨¦xito comercial sino por su particular estructura democr¨¢tica.
"En John Lewis nuestro principio rector es la felicidad de los empleados, a quienes nos referimos como 'socios", afirma el director general, Andy Street, quien, como la mayor parte de la directiva, se ha formado laboralmente dentro de la empresa.
Ese extraordinario lema se recoge en la constituci¨®n de 1929 que gobierna la compa?¨ªa, que no cotiza en Bolsa y cuyos beneficios se reparten entre la reinversi¨®n y las primas a los trabajadores, que el a?o pasado fueron del 15 % del sueldo.
"Esta forma de organizaci¨®n es clave para el ¨¦xito de nuestro negocio, ya que los trabajadores se esfuerzan en ofrecer un buen servicio pues saben que revertir¨¢ en las ventas", explica el director.
El buen servicio al cliente y la promesa de que sus productos nunca ser¨¢n m¨¢s caros que los mismos en otras tiendas -si es as¨ª, reembolsan la diferencia- han hecho que los almacenes hayan sido elegidos en numerosas ocasiones los favoritos del p¨²blico brit¨¢nico.
Con 30 grandes superficies y 90.000 empleados, son adem¨¢s los m¨¢s rentables, con una facturaci¨®n en 2013 de 10.000 millones de libras (12.000 millones de euros) incluyendo los supermercados Waitrose, tambi¨¦n parte de la sociedad.
Street remarca que, de los 4.000 millones de libras (4.800 millones de euros) que factur¨® John Lewis, 1.900 millones (2.280 millones de euros) procedieron de las ventas por internet, un hito en el sector minorista que asegura la competitividad de un negocio que busca ser "multicanal", facilitando la compra al cliente.
Pese a que la tienda lleva su nombre, no fue el fundador quien inspir¨® su peculiar filosof¨ªa a estos almacenes, sino su hijo Spedan, quien los hered¨® a su muerte y se propuso crear una estructura interna m¨¢s igualitaria.
Tras poner en pr¨¢ctica el sistema en Peter Jones -otros almacenes propios ubicados en el oeste de Londres-, Spedan Lewis lo traslad¨® a todo el negocio y en los a?os 20 del siglo XX se repartieron por primera vez los beneficios.
Jornadas m¨¢s cortas, una tercera semana de vacaciones, una revista interna donde airear agravios -"Gazette", que a¨²n existe- y la creaci¨®n de consejos de trabajadores son algunos de los cambios introducidos y reconocidos en la constituci¨®n, que autoriza a la directiva a tomar decisiones empresariales al tiempo que se garantiza a los empleados voz y, en algunos casos, voto.
"En asuntos como las pensiones o la repartici¨®n de beneficios, los socios pueden votar, pero en otras cosas solo se les consulta", explica Street, que asegura que este sistema "funciona" y nunca ha habido "necesidad de sindicatos".
Incluso cuando el a?o pasado se despidi¨® a 325 personas, "los socios lo entendieron porque sab¨ªan que era para el bien com¨²n", mantiene el director general.
Seg¨²n la historiadora Judy Faraday, que gestiona el archivo, pese a la influencia del bolchevismo en la ¨¦poca el idiosincr¨¢tico Spedan Lewis "no ten¨ªa afiliaci¨®n pol¨ªtica ni religiosa" y su motivaci¨®n hacia la mejora era "m¨¢s bien cient¨ªfica".
Adem¨¢s de poner a su disposici¨®n un hotel privado en la costa inglesa para ir a descansar, los "socios" tiene otro incentivo para mantener su lealtad a la empresa: seis meses sab¨¢ticos pagados tras 25 a?os de servicio.
John Lewis, que en 2012 fue el establecimiento oficial de los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres, tiene previsto celebrar su aniversario por todo lo alto, en v¨ªsperas de iniciar su expansi¨®n por internet a 33 pa¨ªses.
As¨ª, a partir del 3 de mayo se lanzar¨¢ una l¨ªnea de productos con estampados "vintage", habr¨¢ una exposici¨®n interactiva que recorrer¨¢ la historia de John Lewis y "se construir¨¢ en la azotea de Oxford Street un jard¨ªn con las mejores vistas de Londres", explica el director de ese establecimiento, Simon Fowler.
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