El FMI reconoce progresos en las estad¨ªsticas de Argentina

El Fondo Monetario Internacional (FMI), que hab¨ªa aplicado el a?o pasado una moci¨®n de censura contra Argentina por la falta de credibilidad de sus indicadores de inflaci¨®n y PIB, reconoci¨® este viernes en Washington los primeros progresos hacia la normalizaci¨®n de esas estad¨ªsticas. El directorio ejecutivo del FMI, en el que est¨¢n representados los pa¨ªses miembros y que est¨¢ dominado por EE UU y otros pa¨ªses desarrollados, ¡°reconoci¨® la implementaci¨®n por las autoridades argentinas de todas las medidas especificadas que hab¨ªa solicitado¡± para esta fecha, ¡°as¨ª como las medidas iniciales adoptadas para remediar a las deficiencias en el suministro de datos¡±. En concreto, Argentina deb¨ªa crear nuevos ¨ªndices de precios al consumidor (IPC) y PIB en el primer trimestre de 2014 y as¨ª lo hizo.

En el primer cuatrimestre de este a?o, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos (INDEC) admiti¨® una inflaci¨®n del 11,9%, m¨¢s que el 10,9% reconocido en todo 2013. Adem¨¢s, inform¨® de que la econom¨ªa argentina hab¨ªa crecido menos entre 2006 y el a?o pasado de lo que antes calculaba: el 5,1% de media anual, en lugar del 6,2%. El nuevo c¨¢lculo del IPC implicar¨¢ la admisi¨®n en el futuro de una cifra m¨¢s amplia de pobres de la admitida hasta ahora, mientras que la rebaja en el tama?o de la econom¨ªa impactar¨¢ en un reconocimiento de una mayor deuda en relaci¨®n con el PIB y una menor inversi¨®n en comparaci¨®n con ese mismo par¨¢metro.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, hab¨ªa llegado a amenazar a Argentina en 2012 con mostrarle la ¡°tarjeta roja¡± por sus estad¨ªsticas

Pero el FMI se concentra en el IPC y el PIB y para septiembre espera nuevos progresos en la adecuaci¨®n de la metodolog¨ªa a los est¨¢ndares internacionales. En noviembre los evaluar¨¢. En febrero pr¨®ximo terminar¨¢ el examen. Pero el primer an¨¢lisis fue positivo y aleja la posibilidad de que el Fondo aplique sanciones a Argentina, que pueden ir desde el cierre del grifo de eventuales cr¨¦ditos, algo que el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner no parece interesado en pedir porque implica condicionamientos a la pol¨ªtica econ¨®mica, hasta la expulsi¨®n del pa¨ªs del seno del organismo. Pero lo que m¨¢s busca el Ejecutivo argentino con la normalizaci¨®n de las estad¨ªsticas y de la relaci¨®n con el FMI es la recuperaci¨®n de la confianza de los inversores extranjeros en tiempos de una escasez de divisas que provoc¨® en enero pasado una devaluaci¨®n del peso y que a¨²n no ha sido disipada. De hecho, el peso ha vuelto a depreciarse en los ¨²ltimos d¨ªas, pero de a poco, sin saltos bruscos de la cotizaci¨®n, como hab¨ªa sucedido en enero pasado. De todos modos, el deterioro del valor de la moneda argentina impacta en la inflaci¨®n, que asciende al 33% anual, y en la actividad econ¨®mica, que en marzo cay¨® el 0,9%.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, hab¨ªa llegado a amenazar a Argentina en 2012 con mostrarle la ¡°tarjeta roja¡± por sus estad¨ªsticas. Pero este viernes fue ella quien expuso los progresos del Gobierno de Fern¨¢ndez ante los directores del organismo. Lagarde tambi¨¦n fue quien el a?o pasado mostr¨® preocupaci¨®n por que la justicia de EE UU termine fallando a favor de los llamados fondos buitres que rechazaron en 2005 y 2010 la reestructuraci¨®n de la deuda argentina y que exigen el pago del 100% de lo adeudado desde la crisis del pa¨ªs sudamericano de 2001. La mayor¨ªa de los acreedores, en cambio, acept¨® cambiar el 93% del pasivo pese a sufrir una fuerte quita. La directora gerente teme que una sentencia definitiva contra Argentina afecte futuros canjes de deudas de otros pa¨ªses, al desalentar su aceptaci¨®n e incentivar la v¨ªa judicial por parte de los tenedores de bonos.

El portavoz del FMI reconoci¨® esta semana riesgos sist¨¦micos. El pr¨®ximo jueves, el Tribunal Supremo de EE UU decidir¨¢ si acepta o rechaza analizar el caso argentino. Si opta por esta segunda alternativa, quedar¨¢n firmes los dos fallos de primera y segunda instancia a favor de los buitres y Argentina corre riesgos de suspender pagos, como en 2001, pero esta vez de la deuda reestructurada.