M¨¦xico aprueba la reforma que limita el poder de Slim y Televisa
La tramitaci¨®n parlamentaria de la reforma, larga y farragosa, ha tra¨ªdo consigo tambi¨¦n cierta diluci¨®n de las ambiciones de los cambios legislativos originalmente propuestos
El presidente mexicano, Enrique Pe?a Nieto, alcanz¨® este viernes una de sus metas de legislatura m¨¢s importantes cuando el Senado de la Rep¨²blica dio?su aprobaci¨®n a la normativa que regir¨¢ las telecomunicaciones.?La transformaci¨®n de este important¨ªsimo segmento econ¨®mico, dominado hasta ahora por los titanes Carlos Slim (Am¨¦rica M¨®vil) y Emilio Azc¨¢rraga (Televisa), se hab¨ªa convertido en el term¨®metro de la capacidad de Pe?a Nieto para enfrentarse a los grandes poderes del pa¨ªs. El resultado ha sido un cambio en las reglas de juego, con una limitaci¨®n de los per¨ªmetros empresariales de ambos gigantes y la creaci¨®n de mecanismos de control. El siguiente paso ser¨¢ la entrada de nuevos competidores tanto en la telefon¨ªa como en la televisi¨®n.
El objetivo de la reforma, de hecho, no es solo es desbrozar el campo legislativo para facilitar el desembarco de otros actores, sino que estos, una vez instalados, tengan garantizada su supervivencia frente a los viejos y formidables leones que pueblan el territorio. El paquete normativo aprobado (las llamadas leyes secundarias) ha tra¨ªdo consigo, con todo, cierta diluci¨®n de las ambiciones originales, al limitar la capacidad del ¨®rganismo de vigilancia del sector.
Culminada la reforma de las telecomunicaciones, Pe?a Nieto se enfrenta ahora al mayor de sus retos: el cambio en el sector energ¨¦tico. La propuesta avanzada hasta la fecha implica poner fin a un s¨ªmbolo de la naci¨®n: el monopolio estatal de los hidrocarburos. Una medida adoptada en 1938 por el legendario presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas, en respuesta al pulso que le plantearon las multinacionales estadounidenses y brit¨¢nicas cuando se les exigi¨® que mejorasen las paup¨¦rrimas condiciones laborales de sus trabajadores. Fruto de esta decisi¨®n, surgi¨® Petr¨®leos Mexicanos (Pemex), una empresa que con los a?os ha devenido en un dinosaurio que genera p¨¦rdidas (9.200 millones en 2013) y con una producci¨®n declinante, hasta el punto de que M¨¦xico, el s¨¦ptimo productor mundial, se ve obligado a importar el 50% de la gasolina que consume y el 30% del gas. El tr¨¢mite parlamentario de este paquete legislativo se prev¨¦ a¨²n m¨¢s farragoso y hostil que el de las telecomunicaciones. La pr¨®xima semana arrancar¨¢n las negociaciones para fijar el debate final, previsto en agosto o septiembre.
Tanto la reforma de las telecomunicaciones como la energ¨¦tica son las joyas de la corona del gran proyecto emprendido en 2012 por Pe?a Nieto, con apoyo del PAN, a su derecha, y del PRD, a la izquierda. El acuerdo, denominado Pacto por M¨¦xico, propugna una profunda transformaci¨®n de la anquilosada estructura pol¨ªtica y econ¨®mica mexicana. Aunque el PRD se ape¨® de este consenso a causa del pr¨®ximo desmantelamiento del monopolio petrolero, el PRI de Pe?a Nieto a¨²n conserva la fuerza suficiente para sacarlo adelante. Y as¨ª lo demostr¨® este s¨¢bado. Las leyes fueron aprobadas con 80 votos a favor y 37 en contra. El PRD, fiel a su discurso de oposici¨®n, rechaz¨® en bloque el paquete legislativo, mientras que el PAN, tradicional aliado del PRI en el proceso reformista, registr¨® una amplia dispersi¨®n de voto. Esta desuni¨®n revela las grietas abiertas por los intereses contrapuestos del sector.
La piedra angular de la regulaci¨®n es el concepto de preponderancia, con el que se pretende evitar los abusos de posici¨®n dominante. Bajo esta definici¨®n, fruto de la reforma constitucional de junio de 2013, caen aquellas compa?¨ªas que en su sector tengan directa o indirectamente m¨¢s del 50% de audiencia, tr¨¢fico, usuarios o suscriptores. El legislador considera que esta atalaya distorsiona la libre competencia y permite a dichas empresas influir determinantemente en precios y servicios. Para vigilar el mercado se cre¨®, bajo mandato constitucional, un organismo aut¨®nomo, el Instituto Federal de la Competencia. Su primer dictamen, en marzo pasado, dio un calambrazo a Slim y Azc¨¢rraga. El instituto estableci¨® que el primero, una de las mayores fortunas del mundo y que controla el 84% de la telefon¨ªa fija y el 70% de la m¨®vil, deb¨ªa compartir sus infraestructuras con los competidores. Y Televisa, con el 60% del mercado, ofrecer gratuitamente la se?al a las televisiones de pago.
En este contexto, el principal foco del debate parlamentario se situ¨® en fijar el radio de acci¨®n de la preponderancia. El PRI apost¨® desde el primer minuto a que se midiese por sector, es decir, s¨®lo en dos ¨¢reas: radiodifusi¨®n y telecomunicaciones. Esta propuesta soliviant¨® a numerosos parlamentarios de la oposici¨®n que consideraban que, al no acotar m¨¢s el campo de juego, se ced¨ªa ante Slim y Azc¨¢rraga. A cambio propusieron que la preponderancia se determinase por servicio (televisi¨®n en abierto, de pago, radio, internet, telefon¨ªa m¨®vil y fija), lo que permit¨ªa un espacio de maniobra mucho mayor al organismo controlador. Los dos l¨ªderes del PRD y del PAN defendieron esta postura, pero en el ¨²ltimo caso una fracci¨®n de la bancadas se deslig¨® de la recomendaci¨®n, dando la victoria al PRI.
La legislaci¨®n aprobada, que el martes ser¨¢ ratificada en la C¨¢mara de los Diputados, tambi¨¦n permite una red de dos velocidades, de forma que determinados proveedores, a un coste m¨¢s alto, puedan ofrecer mayor rapidez de descarga. Esta medida, que en Estados Unidos tambi¨¦n se est¨¢ desarrollando, ha levantado cr¨ªticas por acabar con la ¡°neutralidad¡± de la web al supeditar la calidad del servicio a la capacidad de pago de usuario. Otro aspecto pol¨¦mico es la posibilidad que otorga la norma para bloquear en una zona determinada las telecomunicaciones ante ¡°la comisi¨®n de delitos¡±. Para las organizaciones c¨ªvicas este apartado permitir¨¢ el apag¨®n comunicativo en manifestaciones o actividades de protesta.
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