El derrumbe del imperio Esp¨ªrito Santo
La mala gesti¨®n y la falta de control hunden a la gran familia de la banca portuguesa
![Ricardo Salgado, expresidente de Banco Espírito Santo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/G3XXMWHCFOMZQIOL7JI3L43O3U.jpg?auth=8f27db7bcf1989ef070f9c3575e9e5a90249c46c51039ad684de19422bd97ab6&width=414)
La finca de producci¨®n de semen de toro en Paraguay es una de las pocas alegr¨ªas que ha tenido la familia Esp¨ªrito Santo en el ¨²ltimo a?o. Insuficiente, en cualquier caso, para que sus beneficios tapen un agujero de 7.500 millones de euros del grupo econ¨®mico m¨¢s grande de Portugal, con unas 400 empresas y 25.000 empleados repartidos por el mundo. Es, era, el imperio Esp¨ªrito Santo, levantado sobre la base del banco del mismo nombre, el BES, creado en 1869.
La cadena de hoteles T¨ªvoli, las 12.000 hect¨¢reas playeras de Comporta ¡ªcobijo de los Grimaldi, Rania de Jordania o Christian Louboutin¡ª, los cientos de miles de hect¨¢reas para el cultivo de cereales, los hospitales, los seguros, la cadena de viajes, todo, todo el grupo Esp¨ªrito Santo queda a disposici¨®n de los jueces de Luxemburgo ¡ªdonde tiene la sede el grupo¡ª para, con su venta, responder a los acreedores. Un imperio de siglos que se desmorona.
Las autoridades estadounidenses han asaltado el Esp¨ªrito Santo Bankers de Miami y las de Panam¨¢ hicieron lo propio con el de all¨ª. Suiza les ha obligado a vender Banque Priv¨¦e, en Luxemburgo les est¨¢n investigando y en Portugal la polic¨ªa ha sacado de la cama al mandam¨¢s de todo eso, Ricardo Esp¨ªrito Santo Salgado, para llevarlo ante el juez.
"Un imperio con pies de barro, orgulloso, con un banco, el BES, que no quiso pedir ayuda al Estado para evitar que fiscalizaran sus cuentas y vieran sus relaciones con las empresas de la familia", explica Antonio Costa, director de Diario Ec¨®nomico. "Si esto me lo hubieran dicho hace un a?o, no me lo hubiera cre¨ªdo".
![Fuente: elaboraci¨®n propia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BQNWQCJT6FY6NYQ4GMSPCFC7HE.png?auth=e9738c461adceb2b585e9f126cee3f336fede4cf8068d0ef7f68742487506d6f&width=414)
Hace un a?o, Pedro Queiroz Pereira, que administraba el grupo familiar Semapa (cementeras y papeleras) y tambi¨¦n propietario del 7% de Esp¨ªrito Santo Control, a¨²n no hab¨ªa ido al Banco de Portugal a contar sus secretos. Su familia llevaba 80 a?os haciendo negocios con los Esp¨ªrito Santo. Era lo que se llama un amigo de toda la vida de la familia de banqueros. O casi, porque el amigo se enfada cuando se entera de que Salgado est¨¢ comprando las acciones de sus hermanas para controlar su territorio, Semapa, como si los Esp¨ªrito Santo no tuvieran ya bastante. Con la ayuda de la madre, Queiroz mantiene el control por un 1%; pero decide vengarse.
El pasado octubre, Queiroz acude al Banco Central portugu¨¦s para contar lo que sabe: las sociedades del grupo familiar se financian a trav¨¦s del banco. Los holdings ESI y Rioforte llevaban tiempo emitiendo t¨ªtulos de deuda que eran adquiridos por el fondo de activos del BES. Con las pruebas que aporta Queiroz, el Banco de Portugal encarga una auditor¨ªa sobre el ESI. El resultado es que emergen 1.300 millones de euros en deuda y activos sobrevalorados. Solo es un primer vistazo a la sociedad radicada en Luxemburgo.
Si por el norte explotaba Luxemburgo, por el sur lo hac¨ªa Angola. Ese mismo octubre, Salgado se reun¨ªa con el presidente del pa¨ªs, Jos¨¦ Eduardo do Santos, para que le sacara de un apuro gordo. El BESA (Banco Esp¨ªrito Santo Angola, participado mayoritariamente por el BES) ten¨ªa 4.133 millones de euros en pr¨¦stamos de alto riesgo. Santos se los garantiza con deuda soberana; pero el agujero no se tapa. La prensa angole?a y portuguesa en manos de ?lvaro Sobrinho, exadministrador del BESA, airea el extra?o pago de un constructor a Salgado (14 millones de euros) y su m¨¢s extra?a transferencia por para¨ªsos fiscales. El pasado jueves, Salgado fue acusado de cuatro delitos por esto. Entre Queiroz y Sobrinho hab¨ªan cercado a Salgado.
Las v¨ªas de agua del imperio eran varias, grandes e irreparables. Salgado, el patriarca, acaba teniendo dos opciones: frenar y salvar alg¨²n mueble o huir hacia delante. Huye. ?l maneja todos los hilos de las marionetas, del banco al GES, del ESI al banco, de Rioforte al ESFG. Se trataba de mover deuda de un sitio para otro. As¨ª, el chapapote llega a lo m¨¢s sagrado, al banco BES.
Pasan los meses y el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, no mueve ficha. Espera que se vayan los inspectores de la UE, FMI y BCE que estaban supervisando el plan de rescate de Portugal y luego espera a junio a que el banco Esp¨ªrito Santo cierre su ampliaci¨®n de capital. Entonces llama a Salgado a su despacho para pedirle que se vaya del banco, ¨¦l y todos los miembros de la familia. Salgado accede, pero le cuela como sustituto a su brazo derecho, Am¨ªlcar Moraes Pires. El desconcierto es total. ?C¨®mo limpiar el banco con los mismos? Costa se acobarda, no se atreve a decir ni s¨ª ni no y, en un comunicado bochornoso, afirma que son los accionistas quienes, el pr¨®ximo 31 de julio, han de elegir a su direcci¨®n. Casi un mes de anarqu¨ªa financiera alentada por el supervisor. Fernando Ulrich, presidente del banco BPI, lo resume: "Si quer¨ªan construir la tormenta perfecta, no hab¨ªa mejor forma".
No era una tormenta, sino el diluvio. El desgobierno absoluto del BES, del Banco Central y de la econom¨ªa del pa¨ªs. En siete d¨ªas, el valor del banco cae un 41%. La desesperaci¨®n llega a la misma familia, que tiene que vender las acciones para pagar el pr¨¦stamo con que las hab¨ªa comprado. Pierden de su bolsillo 89 millones.
Costa tarda una semana en rectificar. Hay que salvar al BES; cortar ya con las relaciones obscenas entre el banco y las empresas de los Esp¨ªrito Santo que durante a?os se peloteaban la deuda, cada vez m¨¢s grande, extendiendo la met¨¢stasis por todos los rincones del grupo. V¨ªtor Bento es el hombre elegido para dirigir el banco. El lunes 13, sin esperar a la junta, entra en el despacho que Salgado hab¨ªa ocupado 22 a?os.
Fuera del banco, el grupo Esp¨ªrito Santo est¨¢ condenado a muerte. Las revelaciones de Queiroz se?alaban que el grupo llevaba a?os con p¨¦rdidas, con operaciones que no generaban liquidez, inversiones fallidas y financiaci¨®n a base de deuda sobre deuda en las propias empresas participadas. "La causa de la ca¨ªda tiene un componente principalmente financiero", explica el banquero Ullrich. "Basta ver el volumen de los aumentos de capital del BES a lo largo de los a?os. No es de extra?ar que el grupo, para ir a esas ampliaciones, haya acumulado deuda en sus consorcios".
La culpa es de la ingenier¨ªa financiera cruzada con la gen¨¦tica, con la de los Esp¨ªrito Santo. "Para garantizar la estabilidad en una empresa familiar es b¨¢sico no permitir la entrada de ning¨²n miembro en la gesti¨®n de la empresa", explica Albert Gimeno, profesor de empresa familiar en Esade. No es el caso; no hay empresa del grupo sin un Esp¨ªrito Santo dentro. Se dice que unos 2.000 miembros de la familia y allegados trabajan en el consorcio.
"La ca¨ªda del imperio Esp¨ªrito Santo es la de un r¨¦gimen", sentencia el economista Costa. "Ha ca¨ªdo esa idea de saberse intocables, de que siempre iban a tener a mano a alguien que les salvar¨ªa; aunque peque de ingenuo, espero que el nuevo r¨¦gimen no traiga los mismos vicios".
Esp¨ªrito y Santo son hoy, juntas, palabras malditas. Los publicistas no saben c¨®mo esconderlas en el banco que a¨²n lleva su nombre. Las dos palabras m¨¢gicas, que hace unos meses abr¨ªan todas las puertas, van a quedar proscritas. Esp¨ªrito Santo, finalmente, ser¨¢ invisible, inexistente, aunque no indoloro.
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