Muere el emperador de la banca
El presidente del Santander, Emilio Bot¨ªn, fallecido a los 79 a?os, revolucion¨® las finanzas espa?olas
¡°Banco Santander lamenta comunicar el fallecimiento de su presidente, Emilio Bot¨ªn. De acuerdo con lo previsto en el art¨ªculo 24 del reglamento del consejo, durante el d¨ªa de hoy se reunir¨¢n la comisi¨®n de nombramientos y retribuciones y el consejo de administraci¨®n para designar al nuevo presidente del banco. Boadilla del Monte (Madrid), 10 de septiembre de 2014¡±. Este escueto comunicado, enviado como hecho relevante a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a las 8.45 del mi¨¦rcoles, anunciaba el fallecimiento, que se produjo la noche del martes en Madrid, por un ataque al coraz¨®n de Emilio Bot¨ªn Sanz de Sautuola y Garc¨ªa de los R¨ªos, el mayor banquero de la historia de Espa?a. Hoy ser¨¢ enterrado hoy en Puente San Miguel (Cantabria) en el pante¨®n familiar. El s¨¢bado, a las 16.30, se oficiar¨¢ el funeral en la catedral de Santander.
Por la tarde, el consejo de administraci¨®n ¡ªla entidad es accionista de PRISA, grupo editor de EL PA?S, con el 5,38% del capital¡ª aprob¨® por unanimidad el nombramiento de su hija Ana Patricia Bot¨ªn Sanz de Sautuola O¡¯Shea, que dirig¨ªa la filial brit¨¢nica, como presidenta. La familia Bot¨ªn posee en torno al 2% del banco.
La muerte de Bot¨ªn, quien hubiese cumplido 80 a?os el pr¨®ximo 1 de octubre, provoc¨® un retroceso inmediato del valor en Bolsa, donde lleg¨® a caer cerca del 2% ¡ªcerr¨® con un descenso del 0,65%¡ª y reacciones de todo tipo sobre su figura y obra en la entidad, en cuyo consejo entr¨® en 1960. Pas¨® por varios cargos hasta que hered¨® la presidencia de su padre, Emilio Bot¨ªn Sanz de Sautuola L¨®pez, en noviembre de 1986, cuando este contaba con 83 a?os y ¨¦l 52, dos menos de los que tendr¨¢ en octubre la nueva presidenta. Al mismo tiempo, el viejo patriarca dejaba la presidencia de Bankinter a su otro hijo, Jaime, que abandonar¨ªa el cargo en 2002 para centrarse en tareas privadas. El mayor de los Bot¨ªn, sin embargo, prefiri¨® seguir al pie del ca?¨®n. La edad no era impedimento para estar en primera l¨ªnea de fuego. Y aunque no estaba pensando en el relevo, hab¨ªa mostrado sus preferencias por su hija Ana.
Bot¨ªn se caracteriz¨® desde el principio por asumir riesgos y mostrar una seguridad para lanzarse antes que nadie. Aunque tuvo alg¨²n fracaso, como la inicial expansi¨®n por Asia, algunas operaciones en Europa y una compra muy cara en Brasil, esa peculiaridad llev¨® al banco al liderazgo en la Zona euro y a uno de los primeros puestos del mundo. Devoto confeso de El arte de la guerra, el manual de estrategia militar escrito hace m¨¢s de 2.500 a?os por Sun Tzu, encontr¨® en esta obra la fuente de inspiraci¨®n para ganar terreno al adversario. Una de sus frases preferidas, era ¡°cada d¨ªa tiene su af¨¢n¡±, con la que resum¨ªa la forma de hacer banca con que irrumpi¨® en el sector y que ya indicaba el camino a la internacionalizaci¨®n.
La obsesi¨®n por estar informado
Una de las obsesiones de Emilio Bot¨ªn era estar ¡°bien informado¡± de todo lo que suced¨ªa a su alrededor y repercut¨ªa en el pa¨ªs y en el banco. Para ello, se preocupaba por mantener reuniones peri¨®dicas con pol¨ªticos, sindicalistas, periodistas, gente de la cultura... de quienes ¡°aprend¨ªa y tomaba nota¡±, seg¨²n reconoc¨ªa ¨¦l mismo.
Despu¨¦s hac¨ªa su propio discurso. Hab¨ªa alcanzado un estatus p¨²blico notorio que le convert¨ªa en una de las personas m¨¢s influyentes de Espa?a. Con asiduidad era recibido o consultado por presidentes y ministros, aunque ¨¦l se cuidaba mucho de casarse con nadie, tanto a nivel nacional como auton¨®mico. Sus relaciones siempre fueron ¡°estupendas¡±. Respald¨® a los cuatro presidentes de Gobierno con los que coincidi¨® mientras encabezaba el banco (Gonz¨¢lez, Aznar, Zapatero y Rajoy) y nunca critic¨® las actuaciones de ninguno. Antes al contrario, siguiendo la m¨¢xima de que ¡°el actual presidente es el mejor hasta que llegue el siguiente¡±, alab¨® sus actuaciones en p¨²blico. Probablemente, en privado, era otra cosa.
En esta etapa fue muy activo en apoyar al Gobierno con acciones como las desarrolladas por el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), del que era miembro. Desde este organismo, impuls¨® los informes para fomentar la marca Espa?a por el mundo y atraer inversiones. Para ello, prest¨® el Servicio de Estudios del banco.
As¨ª, pas¨® de ser sombra de su padre a dar un vuelco al sistema financiero nacional. Era un hombre de acci¨®n que hab¨ªa llegado a la c¨²pula con un ¨ªmpetu rompedor que cambi¨® el paso de la gran banca espa?ola. Entonces, el Santander era todav¨ªa un banco familiar, aunque ya hab¨ªa hecho incursiones en Latinoam¨¦rica y se hab¨ªa colado en el club de los siete grandes como el m¨¢s peque?o. Hoy, 28 a?os despu¨¦s, se ha convertido en el primero de la Zona euro y uno de los diez mayores del mundo tras comerse a los tres m¨¢s grandes (Banesto, Central e Hispano) y asentar su expansi¨®n internacional.
Las cifras dan idea de la dimensi¨®n alcanzada. Con Bot¨ªn al mando, el tama?o del banco se ha multiplicado 71 veces. Cuenta con unos activos de 1,18 billones, presencia en m¨¢s de 40 pa¨ªses, 100 millones de clientes, m¨¢s de 14.400 oficinas y casi 189.000 empleados.
La carrera comenz¨® tres a?os despu¨¦s de tomar el poder y con el sector convulsionado por la OPA del Bilbao sobre Banesto, que abortar¨ªa Mario Conde. Entonces, Bot¨ªn revent¨® el mercado con la supercuenta en la llamada guerra del pasivo (aumentaba la remuneraci¨®n), con la que logr¨® el ¨¦xodo de clientes de los tres mayores, que no pudieron seguir el ritmo del banquero c¨¢ntabro y dejaron al descubierto sus debilidades. La situaci¨®n oblig¨® al Banco de Espa?a a abordar una reconversi¨®n que, a la larga, coloc¨® al Santander al frente del ranking.
El primer paso fue la compra de Banesto tras su intervenci¨®n, el 28 de diciembre de 1993. En la posterior subasta, Bot¨ªn apost¨® fuerte y super¨® las ofertas del BBV y Argentaria (762 pesetas por acci¨®n, 313.476 millones en total, frente a 667 y 566). Una an¨¦cdota pudo haberle costado la operaci¨®n: se olvid¨® de firmar la ¨²ltima hoja, circunstancia solventada por los buenos oficios de los entonces gobernador del Banco de Espa?a, Luis ?ngel Rojo, que luego acabar¨ªa en el consejo de la entidad, y el subgobernador, Miguel Mart¨ªn.
El gran salto fue la adquisici¨®n del Central Hispano, a los que el regulador hab¨ªa obligado a fusionarse. La integraci¨®n, en enero de 1999, dio lugar al BSCH y a una presidencia compartida con Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui. La bicefalia no era cosa para Bot¨ªn, pese a la aparente sinton¨ªa. Volvi¨® a dar uno de sus caracter¨ªsticos golpes de mano y finaliz¨® la fusi¨®n primero con la salida de ?ngel Corc¨®stegui de la vicepresidencia y despu¨¦s de Amus¨¢tegui, ambos con suculentas indemnizaciones, que no ten¨ªa reparos en conceder.
El tama?o del grupo se ha multiplicado por 71 veces durante sus tres d¨¦cadas de mandato
El nuevo banco, que volvi¨® a denominarse Santander, hab¨ªa ganado musculatura para soportar la expansi¨®n. Al tiempo, se hab¨ªa ido haciendo con los mejores ejecutivos, a los que pagaba m¨¢s que nadie, muchos de ellos exdirectivos del antiguo Vizcaya que hab¨ªan salido derrotados en la integraci¨®n con el Bilbao. Entre ellos, Alfredo S¨¢enz, encargado de reflotar Banesto y quien luego llev¨® el tim¨®n del Santander junto a Bot¨ªn, y Francisco Luz¨®n, que presid¨ªa Argentaria cuando perdi¨® la puja por Banesto.
Pero Bot¨ªn tambi¨¦n tuvo conflictos judiciales, algunos de los cuales derivaban de denuncias de un grupo encabezado por el exconsejero de Banesto Rafael P¨¦rez Escolar, con el que mantuvo duelos hist¨®ricos en las juntas de accionistas. Entre otros procesos, figuran las cesiones de cr¨¦dito, instrumentos financieros opacos que el Santander ofrec¨ªa a sus clientes, y que le hicieron subir las escaleras de la Audiencia Nacional. Aseguran los conocedores que un furg¨®n de seguridad estaba cerca por si el juez Moreiras fijaba una fianza millonaria ¡ªel fiscal ped¨ªa 8.000 millones de pesetas¡ª, lo que no sucedi¨®. Recientemente,?tuvo que? regularizar cuentas en Suiza regularizar cuentas en Suiza tras aparecer, junto a cinco de sus hijos y su hermano, entre los 659 contribuyentes espa?oles que ocultaron m¨¢s de 2.000 millones en la filial suiza del HSBC. La Audiencia archiv¨® la causa tras pagar el banco una multa de 200 millones.
La toma de riesgo tambi¨¦n le gener¨® problemas con los reguladores. En Reino Unido, el Santander afront¨® una multa de 14,7 millones de euros por mal asesoramiento. Asimismo, la CNMV expidi¨® al banco una multa de casi 17 millones por la mala comercializaci¨®n de Valores Santander.
Hijo, nieto y bisnieto de banquero
Hijo, nieto y bisnieto de banqueros, Emilio Bot¨ªn representaba la tradici¨®n familiar de la vieja banca, de la que ya s¨®lo quedan algunos vestigios. El Banco Santander naci¨® en 1857, apenas un mes despu¨¦s del Bilbao, impulsado por varios emprendedores del muelle santanderino con un capital de cinco millones de reales de vell¨®n, unos tres millones de euros de hoy. Ten¨ªa una oficina y 13 empleados.
Emilio Bot¨ªn L¨®pez fue el primer Bot¨ªn presidente a principios del siglo XX, aunque su padre, bisabuelo de este Bot¨ªn, ya hab¨ªa sido alto directivo de la entidad. Viv¨ªa en la localidad c¨¢ntabra de Puente San Miguel, donde se hab¨ªa casado con Mar¨ªa Sanz de Sautuola, la ni?a que descubri¨® las cuevas de Altamira en 1870. Cuando muere, en 1923, le sustituye en el cargo Saturnino Briz, un indiano lebaniego que en 1934 nombr¨® director general al hijo de aqu¨¦l, tambi¨¦n Emilio, impulsor del banco tras asumir su presidencia en 1950.
La primera jugada del legendario Bot¨ªn, quien muri¨® a los 90 a?os, ten¨ªa fama de dominar el p¨®quer y a quien se atribuye la frase ¡°ricos, lo que se dice ricos, somos muy pocos¡±, fue la adquisici¨®n del Mercantil, un banco que era m¨¢s del doble que el Santander y que persegu¨ªa Banesto. Como su padre, el Bot¨ªn ahora fallecido era un hombre de costumbres austeras, que romp¨ªa excepcionalmente en los safaris en ?frica. Com¨ªa frugalmente y hac¨ªa deporte diario, adem¨¢s de ser un experto jugador de golf, como su hija Ana.
El primer Bot¨ªn hac¨ªa diariamente en tren 22 kil¨®metros hasta Santander. Su descendiente surcaba los cielos del mundo en un jet privado haciendo y deshaciendo operaciones. Hab¨ªa estudiado en Deusto y se cas¨® con la bilba¨ªna Paloma O¡¯Shea, con la que tiene seis hijos, de los que el peque?o (Javier) est¨¢ en el consejo, por donde tambi¨¦n pas¨® el mayor (Emilio). Ana representa la cuarta generaci¨®n al frente de la entidad.
En Cantabria, el apellido Bot¨ªn es sin¨®nimo de poder, pero ha sido objeto de controversias. Los sindicatos y la izquierda siempre han reclamado m¨¢s inversi¨®n industrial para la regi¨®n. Quiz¨¢ por eso este Bot¨ªn, que se consideraba muy de su tierra, se emple¨® a fondo en potenciar la cultura con inversiones como el Centro Bot¨ªn, el centro tecnol¨®gico, la Fundaci¨®n Campus Comillas...
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