La nueva medici¨®n del PIB revela que la recesi¨®n fue m¨¢s intensa
El retroceso real entre 2008 y 2013 alcanza el 7,3%, frente al 6,7% estimado hasta ahora
El nuevo producto interior bruto (PIB) que aflora de la revisi¨®n estad¨ªstica impulsada por la Comisi¨®n Europea no solo refleja un nivel mayor de actividad y empleo en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. O incorpora por primera vez una valoraci¨®n de actividades il¨ªcitas, como la prostituci¨®n y la droga. Tambi¨¦n, que la recesi¨®n sufrida por la econom¨ªa espa?ola entre 2008 y 2013 fue m¨¢s intensa de lo estimado hasta ahora. Con el nuevo sistema contable, el retroceso real del PIB en el peor lustro de la historia reciente alcanza el 7,3%, frente al 6,7% que el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) hab¨ªa calculado antes.
Hace una semana, en un encuentro informativo para explicar los cambios en la medici¨®n del PIB, fuentes del INE ya adelantaron que los datos apuntaban a una recesi¨®n m¨¢s intensa, pero con un perfil similar al descrito hasta ahora. La reconstrucci¨®n de la serie del PIB desde 1995 hasta 2013, publicada el viernes, corrobora esta recesi¨®n agravada (un 9% m¨¢s intensa que la estimaci¨®n anterior), pero tambi¨¦n matiza la percepci¨®n de como ha sido la crisis espa?ola.
El retroceso econ¨®mico tras el colapso financiero internacional de 2008 fue, con esta nueva medici¨®n, m¨¢s suave: el PIB descendi¨® en 2009 un 3,6% (frente al 3,8% estimado antes) y se estanc¨® en 2010 (-0,2% en el c¨¢lculo anterior). A falta de conocer los nuevos datos del resto de pa¨ªses de la UE (Eurostat, la agencia estad¨ªstica de Bruselas, los publicar¨¢ este mes), lo que s¨ª se confirma es que el descalabro que sigui¨® a la quiebra de Lehman Brothers tuvo menos impacto en el PIB espa?ol que en el de otros pa¨ªses europeos. No ocurri¨® igual con el empleo.
La crisis de deuda provoc¨® una ca¨ªda m¨¢s abrupta de lo calculado antes
La nueva aproximaci¨®n estad¨ªstica al PIB, sin embargo, refleja un descenso mayor de lo estimado hasta ahora cuando la crisis internacional fue m¨¢s europea, y espa?ola. En 2011 (-0,6% frente a un avance del 0,1%) y 2012 (-2,1 frente a -1,6%), las tasas anuales del PIB resultan ahora m¨¢s negativas. Son los a?os en los que las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda de varios pa¨ªses europeos, y del propio euro, cortan de ra¨ªz las expectativas de una recuperaci¨®n. Y en los que la respuesta concertada con Bruselas (rescate de la banca, ajuste presupuestario y reforma laboral) acentu¨® la recesi¨®n.
Habr¨¢ que esperar a una nueva publicaci¨®n del INE para comprobar si la variaci¨®n trimestral del PIB ¡ªque es la que marca la definici¨®n m¨¢s extendida de recesi¨®n¡ª esquiv¨® los n¨²meros rojos en alguna ocasi¨®n en este lustro cr¨ªtico. Pero de haber sido as¨ª, ser¨ªa de forma muy puntual. A toro pasado, la estad¨ªstica refleja que los llamamientos al optimismo en el paso de 2010 a 2011, sintetizados en la expresi¨®n brotes verdes, apenas se tradujeron en avances ef¨ªmeros del producto interior bruto.
En el lustro, se perdieron 3,5 millones de empleos a tiempo completo
La nueva serie estad¨ªstica refleja un PIB mayor, con diferencias que escalan desde los 15.000 millones de euros en 1995 a los 35.000 millones en 2010, para luego volverse a achicar como consecuencia de la recesi¨®n m¨¢s abrupta entre 2010 y 2013. ¡°Los datos iniciales tienden a minusvalorar los a?os de expansi¨®n y a reflejar ca¨ªdas menos intensas en los periodos de crisis¡±, explicaron fuentes del INE en el encuentro de la semana pasada.
La revisi¨®n corrige esa tendencia. En ella, adem¨¢s de la novedosa valoraci¨®n econ¨®mica de la prostituci¨®n y el tr¨¢fico de drogas ¡ªque a?adi¨® un 0,85% al PIB de 2010, a?o base del nuevo sistema estad¨ªstico¡ª, se incorporan cambios metodol¨®gicos, como que el gasto en investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n se contabilizar¨¢ a partir de ahora como inversi¨®n y no como consumo intermedio (1,17% del PIB de 2010). En el aumento nominal del producto interior bruto pesa tambi¨¦n el efecto de incorporar el censo de poblaci¨®n de 2011 y la nueva forma de c¨¢lculo de la balanza de pagos, que afecta a la estimaci¨®n de exportaciones e importaciones.
El efecto de la nueva contabilizaci¨®n en el empleo es menor. Como ocurre en el PIB, los niveles de ocupaci¨®n que refleja ahora la estad¨ªstica son mayores, y la ca¨ªda estimada en los a?os de crisis, m¨¢s acentuada, pero las diferencias son m¨¢s suaves. En los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, la destrucci¨®n de empleo acumulada entre 2008 y 2013 alcanzar¨ªa ahora los 3,5 millones de trabajos, frente a los 3,4 estimados antes.
En lo que s¨ª hay un radiograf¨ªa distinta es en como var¨ªa la remuneraci¨®n por asalariado, que para 2013 presenta ahora un avance del 1,7%, frente al 0,7% que se estimaba antes. En esa diferencia en el aumento del coste laboral, juegan los cambios estad¨ªsticos, pero tambi¨¦n el impacto del trabajo a tiempo parcial.
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